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Breitling Superocean Heritage: vídeo, fotos y precios

Homenaje al primer reloj de buceo de la casa

Estamos acostumbrados a pensar que Breitling es una marca de relojes de aviador, pero en realidad la manufactura entró en el mundo de los relojes de buceo en 1957, después de que en 1953 apareciera el Fifty Fathoms de Blancpain, el Rolex Submariner y, ya en 1957, el Omega Seamaster.  Los Superocean cumplen 60 años y la forma de rendir homenaje a aquellas primeras unidades es mediante los nuevos Breitling Superocean Heritage, que además se lanzan en versión tres agujas y cronógrafo.

El reloj se ha lanzado en tres tamaños: tres agujas en 42 y 46 mm y cronógrafo también con 46 mm  de diámetro. Las tres versiones están disponibles en negro, azul y marrón, además de una con la esfera blanca para el tres agujas. La versión de 42 mm, que es la que vemos aquí, es una auténtica belleza. Aunque el reloj tiene una altura de 14,35 mm, la sobriedad del negro te tienta a usarlo como reloj de vestir, porque da gusto mirarlo gracias a su excelente legibilidad.

Todos los Breitling Superocean Heritage integran un bisel de cerámica que añade lustre al conjunto, con dos clics por minuto. No es extraordinariamente suave de girar, pero eso no es malo: te da una auténtica sensación de robustez.

Tanto la caja como las asas -de formas punzantes pero muy cómodas- están pulidas a espejo, lo que realza su aire de elegancia. Porque ¿realmente ha querido el fabricante hacer de este Breitling Superocean Heritage un reloj de buceo? Yo lo dudo. Aunque tiene capacidad suficiente como para sumergirse -es hermético hasta 200 metros– el segundero no tiene luminiscencia (como el original de hace 60 años), lo que lo descarta según los estándares actuales. Además su presencia es mucho más seria que el original.

Las agujas son prácticamente idénticas a las del modelo de 1957, pero los índices son más discretos y sobre todo no tienen esos «pétalos» de material luminiscente en los cuatro vértices. De hecho el pulido de manecillas e índices es fantástico porque captura la luz y la refleja de una manera suave y cautivadora. La esfera lacada es de negro brillante, acentuando su poder de seducción. Como ocurre habitualmente en los relojes de buceo actuales hay demasiadas palabras escritas. En la esfera del modelo de 46 mm queda mejor porque hay más sitio, pero en este reloj está demasiado saturada. Aún así ha sabido guardar el equilibrio en los textos.

El muy importante reseñar el motor que le da vida: el B20 es en realidad el MT5612 de Tudor, que fue presentado hace dos años con el Tudor Pelagos. En el Breitling Superocean Heritage sigue teniendo la certificación COSC y las 70 horas de reserva de marcha, pero el espiral no es de silicio. La decoración también varía porque es más tradicional en la versión de Breitling. En cualquier caso no se puede ver porque el fondo es ciego, lo que no deja de ser una pena.

El Breitling Superocean Heritage de tres agujas puede adquirirse con de caucho Aero Classic (que es la que estamos viendo aquí), de caucho-cuero, con Ocean Racer o milanesa Ocean Classic. Los precios comienzan en 4.950 euros para la versión que estamos viendo y 5.250 euros para la versión con milanesa.

BREITLING SUPEROCEAN HERITAGE CHRONOGRAPH

Como ya he dicho al principio todas las versiones de los Breitling Superocean Heritage se hacen en varios colores, y el marrón es sin duda el gran hallazgo de la colección. La variedad de tonos que reflejan tanto el bisel como la esfera le da una personalidad única, y además hace que no parezca tan grande en la muñeca.

En la versión cronógrafo el bisel también es cerámico y con inserciones en blanco, pero sólo el punto a las 12 es fosforescente. La caja también está pulida a espejo, lo mismo que las asas. Las asas son bastante largas, lo que desde luego no es una ayuda para las muñecas más cortas.

El dial  mantiene la estructura habitual de tres subesferas y fecha, con un montón de texto al lado de la ventana de fecha. ¡Qué manía con hacer de las esferas un anuncio! Aún así el conjunto resulta equilibrado y, sobre todo, muy legible.

El Breitling Superocean Heritage, en las dos versiones tiene tratamiento con Super-Luminova tanto en la manecilla como en los puntos sobre los índices horarios, lo que hace que la lectura en la oscuridad sea más que correcta. No es la más recomendable para las profundidades marinas, pero es obvio que estos relojes están destinados a los buceadores de despacho, nada más.  Yo desde luego no me lo llevaba a investigar los fondos marinos.

Dentro se mueve el calibre Breitling B13, que no es otro que el Valjoux 7750 muy modificado por Breitling y con certificación de cronometría COSC, como siempre. Y tampoco se puede ver al girar el reloj.

El Breitling Superocean Heritage Chronograph también está disponible con las mismas correas y brazaletes que la versión de tres agujas, pero la que mejor le sienta es esta de cuero y caucho, que es elegante e informal a la vez.

La versión en más barata cuesta 7.650 euros. La versión con milanesa alcanza un precio de 7.950 euros. Es el precio que hay que pagar por uno de los cronógrafos más atractivos del mercado. Más información en Breitling.es.