Frederique Constant es una marca muy a tener en cuenta. Su aproximación sin complejos al mundo de la relojería lleva tiempo dando sus frutos. Comenzaron ofreciendo relojes de cuarzo bien acabados y ahora ofrecen relojes mecánicos bien hechos y a un precio casi imbatible. Han creado incluso sus propios calibres, con los que afirman que se puede tener un buen reloj sin tener que pagar precios exorbitantes. En ese sentido, aunque con propuestas muy diferentes, recuerdan a Nomos (de los que mostraré un vídeo propio dentro de poco).
Healey NOJ 393
Pues bien, la casa de Plan-Les-Ouates lleva años patrocinando un Austin Healey NOJ293. Para quien no lo conozca, el NOJ 393 era uno de los Works Special Test Cars que corrieron las 24 Horas de Le Mans en 1953. Más tarde se convirtió en el prototipo 100S, que participó en las carreras de Sebring, la Panamericana y Nassau. En 1955 se vio envuelto en el tristemente famoso accidente de Le Mans.
Hoy en día diversas recreaciones se muestran en carreras de todo tipo, y particularmente en el Austin Healey Pentecost, que se celebra todos los años.
Este patrocionio ha dado como resultado la creación de modelos específicamente asociados al bólido. Hasta ahora había un modelo automático simple (horas, minutos y segundero de barrido) y un cronógrafo tricompax. Esta nueva adición a la cartera es un GMT.
Es un modelo sencillo, ya que el ajuste horario se efectúa desde la corona. Es el mismo mecanismo que hemos visto, por ejemplo, en el Ingenieur Dual Time, o en el Carrera Calibre 7 Twin Time. Sin embargo el precio si que destaca por encima de los demás: empieza en 1.690 euros -la versión de acero-. No se puede pedir mejor oferta para un reloj automático, bien fabricado y con la función más útil hoy en día después de la fecha.
Además de la versión de acero hay otras dos con la caja en oro rosa. Es oro rosa chapado, no macizo. Pero oro al fin y al cabo; hay otras marcas con precios mucho más altos y el color oro lo obtienen con un tratamiento PVD. Y siguiendo la moda de este año la esfera se presenta, además de en plateado, en color chocolate.
Las tres esferas incluyen ese guilloché central que tanto le gusta a Frederique Constant. La minutería está decorada en verde, a juego con el color del vehículo (y consecuentemente de su logotipo). El conjunto está bien logrado y tiene aspecto elegante, conjuntando adecuadamente el toque retro años 50 con un tamaño más actual de 42 mm de diámetro. Quizá un par de milímetros demasiado grande para un reloj casi de vestir, en el que el toque deportivo proviene sólo de la correa tipo rally,
Es una edición limitada a 2888 unidades, pero si FC la sacara sin el logo de Healey y sin limitaciones (y un pelín más barato) tendría un éxito asegurado y permanente. Por cierto, la caja del reloj incluye una réplica de vehículo. Esta es su Ficha Técnica.