«Cuando la caridad es posible es un deber» decía el filósofo Emmanuel Kant. El eterno debate de si la caridad no resuelve problemas sino que los perpetúa, que a los problemas hay que darles una solución estructural y no poner parches… mientras tanto a los que sufren problemas de guerras, hamubrunas, sequías… se les va la literalmente la vida esperando una solución definitiva o al menos un parche.
NOMOS Glashütte lleva desde 2012 ayudando a Médicos sin Fronteras mediante la ediciones limitadas de sus relojes. Empezó en Alemania y ahora ha extendido la experiencia al Reino Unido y a Estados Unidos. El modelo elegido es el Tangente, en dos tamaños que varían según el lado del Atlántico. Para Gran Bretaña las medidas de la caja son 35 y 32,8 mm, mientras que para Estados Unidos son de 33 y 38 mm (no sé por qué la diferencia).
Con el gusto habitual de NOMOS, la personalización es elegante y sutil. Simplemente consiste en el 12 en rojo, como el logotipo de la organización, y las manecillas oxidadas en negro. Se ha evitado incluir el logo o alguna texto alusivo, una buena idea porque a menudo limita el potencial de venta del producto. La única referencia directa se encuentra en el reverso, que sí incluye la leyenda «Special Edition Tangente For Doctors Without Borders» y el país correspondiente, además del número de unidad (son series limitadas a 1.000 piezas por modelo).
Lo más importante es que NOMOS dona 100 euros, dólares o libras por cada unidad vendida, una cantidad considerable si tenemos en cuenta que el más barato cuesta 1.360 euros y el más caro 1.600. Por esos precios se puede tener nada menos que un Tangente de serie limitada y encima ayudando a una organización que se merece todo nuestro cariño.
Os dejo un enlace a la tienda de NOMOS, donde además se pueden leer todas las características técnicas.