La primera que os presento tiene un nombre que ocupa un párrafo entero: Luminor 1950 3 Days Chrono Flyback Automatic Ceramica (sin acento) 44 mm. Ya he señalado otras veces cómo en los últimos años parece que si el nombre de un reloj no tiene como mínimo 3 palabras no debe ser bueno. En el caso de Panerai esto llega hasta el extremo de incluir el diámetro de la caja en el nombre.
No es un reloj nuevo, ya estaba en la colección de la Officine en versión acero y en oro rosa y ahora se beneficia del buen trato que Panerai le sabe dar a la cerámica, en este caso de óxido de circonio. Este compuesto es hasta cinco veces más duro que el acero pero mucho más ligero, aparte de resitir los arañazos, la corrosión (algo tan simple como la humilde sal marina, que puede causar estragos) y las temperaturas altas.
Pero lo mejor es ese tono mate que consigue gracias al chorro de arena y que le da un aire de herramienta muy afín al espíritu original de la caja Luminor y que se entrevera con la terminación del calibre automático P.9100. Me gustan mucho los acabados de los calibres de Panerai. Tienen un aspecto diferente a lo que estamos acostumbrados, con ese aire industrial que resalta tanto cuando le damos la vuelta al guardatiempos.
Hay que resaltar que la función cronográfica es central. Es decir, la manecilla azul marca los segundos del cronógrafo mientras que la blanca marca los minutos. Una manera distinta de lo habitual, menos intrusiva con la esfera.
Por lo demás la caja también es de 44 mm y, como antes, se entrega con una correa de cuero natural sin tratar y otra de caucho. Aunque con las posibilidades de personalización en correas que ofrece Panerai se puede tener un modelo casi único. Por supuesto todavía no se sabe el precio final, ni mucho menos la disponibilidad -suele ser la segunda mitad del año-. Pero para abrir el apetito no está mal, ¿verdad?