En agosto anunciábamos, al referirnos a la adquisición de Ulysse Nardin por Kering, que Michele Sofisti, el hombre que reorganizó y puso en el rumbo correcto a Girard-Perrgaux y reflotó y dotó de la energía adecuada a JEANRICHARD, había abandonado ese puesto para centrarse en Gucci. Seguramente la idea es hacer de Gucci algo más que una marca de relojes de moda. El hecho es que desde entonces el puesto que él ocupaba estaba vacante.
Por su parte Antonio Calce había abandonado -o le habían hecho abandonar- Corum en abril; oficialmente, el 9 de abril. Algún día se sabrán los motivos, desde luego, pero no es difícil de imaginar: Calce, que era copropietario de Corum, se había hecho cargo de reflotar la marca en 2005. Aunque siguió sacando versiones del Admiral’s Cup y relanzó la colección Bridge, las aspiraciones de Calce era hacer de Corum una empresa a la altura de Audemars Piguet. Así, lanzó un montón de complicaciones y relojes muy caros, olvidándose de qué era la que de verdad daba de comer a la marca. En 2013 el grupo chino Haidian se hizo con Corum y puso a Antonio también de director de su otra empresa, Eterna. Obviamente las cosas no salieron como todos esperaban y el que sí salió fue Calce.
Tampoco ha sido fácil -por lo que se ve- para el grupo Kering encontrar un sustituto de Sofisti, dado el tiempo que han tardado en cubrir el puesto. Pero no cabe duda de que Antonio Calce está más que preparado. Va a ser interesante ver qué ocurre a lo largo de este año, aunque es cierto que las decisiones en relojería no son inmediatas porque los planes se hacen a años vista. En cualquier caso le deseo la mejor de las suertes porque, aparte de todo, es un tío muy majo en el trato personal.
Estaremos atentos.