Icono del sitio Horas y Minutos

Tres novedades de Cartier

Cartier es la marca más prolija del grupo Richemont. Prueba de ello es que su presentación durante el SIHH es siempre la más larga (dentro de 6 días, por cierto). No es de extrañar por tanto que ahora nos adelante no un reloj, sino tres, y además tres pesos pesados que vamos a repasar someramente antes de verlos en persona.

ROTONDE DE CARTIER CALENDARIO ANUAL CALIBRE 9908 MC

Me parece que este 2015 va a ser el año de los calendarios anuales, y Cartier no ha dudado en presentar el suyo dentro de la colección Rotonde. Como la colección está constreñida formalmente por los parámetros invariables de la caja y las formas redondas de la esfera, conseguir innovar y ofrecer mucha información que sea perfectamente legible no es fácil. Cartier ya ofrecía un Rotonde Calendario Anual, pero de 45 mm de diámetro. La nueva versión se ha reducido a 40 milímetros y se ha tomado una decisión sabia en pos de la mejor legibilidad: mientras que el modelo anterior presentaba los meses en el círculo exterior de la esfera ahora han pasado al interior y de manera abreviada, dejando el sitio a los días de la semana. Así se reduce la cantidad de letras y se aumenta el espacio entre ellas. Y de paso se prescinde de la segunda indicación en rojo, que ya no es necesaria. El resultado es un elegante y completo reloj de vestir en oro blanco o rosa, con una visualización de la información en distintos estratos que le otorga una sensación de tridimensionalidad muy lograda.

El calendario está animado por un calibre automático muy bien decorado que necesita ser ajustado una vez al año -el paso de febrero a marzo-. Afortunadamente es cada vez más común que se pueda hacer directamente desde la corona (ya lo vimos en el nuevo Portugieser de IWC), lo que facilita el trabajo y permite una carrura que no se ve interrumpida por por el pulsador de ajuste.

Todavía no hay información de precios, pero la versión de 45 mm tenía -y tiene- un precio de 33.900 € para la versión de oro rosa y 36.200 € para la de oro blanco, por lo que es de esperar precios que no superen la barrera de los treinta mil.

Mientras tanto, esta es la Ficha Técnica Completa.

ROTONDE DE CARTIER TOURBILLON LOVÉ

Otra actualización de un modelo ya existente en la colección de Cartier, y un acierto de cabo a rabo. Si en el anterior modelo -presentado en el SIHH de 2012- los numerales romanos robaban protagonismo a las indicaciones descentradas y sobre todo al precioso torbellino volante, en la nueva edición han desaparecido y han sido sustituidos por un guilloché radiante cuya fuente de emisión es precisamente el tourbillon.  El guilloché se ha realizado con nervaduras profundas para crear un juego de luces en la esfera, conjugando el oro gris con el blanco de la caja, que al tener 46 mm de diámetro da un amplio espacio para el disfrute visual.

Es verdad que al «desromanizarse» el reloj pierde facilidad de lectura, pero es que esta pieza no es exactamente un reloj para leer la hora, sino para embobarse con su belleza. Curiosamente quien sí ha ganado legibilidad es el pequeño segundero sobre el tourbillon, al que se le ha incluido una escala sobre acero cepillado. Muy buena idea porque, si los segunderos son por definición una medida de exactitud, en la anterior versión, sin indicación alguna, su misión quedaba mermada.

Y como lo más importante del reloj está en el frontal, la decoración del calibre en su parte trasera es simple: una platina decorada con Côtes de Genève, buena prueba de que cuando este elemento decorativo está bien desarrollado puede el solito despertar admiración.

La versión anterior aparece en la web de Cartier con un precio de 128.000 euros, por lo que imagino que esta nueva tendrá su precio en esa área. Por supuesto ya hemos publicado su Ficha Técnica Completa.

CRASH ESQUELETO

Primero una aclaración sobre el origen del Crash: a pesar de que se repite a menudo, el diseño de este reloj NO está basado en los relojes de Salvador Dalí, sino que tiene un origen mucho más truculento: a mediados de los años 60 un vicepresidente de Cartier Londres (en ese entonces Cartier París, Cartier Londres y Cartier Nueva York operaban por separado) sufrió un accidente mortal de automóvil. El vehículo se incendió, atrapando al conductor y a su reloj; era un Cartier Baignoire Allongee como el que aparece en la foto, con esa forma oval tan peculiar.

Con el calor el reloj -que era de oro- se fundió y retorció hasta quedar como, en efecto, un reloj de Dalí. Cartier pensó que, a pesar de lo lúgubre de su origen, el diseño era muy atractivo y decidieron lanzarlo al mercado, llamándolo Crash (accidente) como tributo a su compañero fallecido. Fue un éxito inmediato, multiplicado a partir de su reedición en 1991 y hasta hoy.

Pues bien este año Cartier nos ofrece una reinterpretación del modelo muy atrevida; ya no es sólo la caja la que se retuerce, sino que el calibre entero lo hace para poder adaptarse a las contorneado en platino que lo acoge. La esfera se «esqueleta» y sirve de sujeción para el calibre 9618 MC, y lo hace creando la silueta de los numerales romanos clásicos de Cartier.

Aparece así un guardatiempos que partiendo de su forma icónica avanza hasta convertirse en artesanía de precisión, pasando de ser un reloj diferente para damas a una propuesta avant-garde sin complejos.

Para más datos, su Ficha Técnica Completa.

Son afirmaciones como estas tres que hemos visto las que hacen de Cartier quien es: mucho más allá de la alta joyería de consumo, una manufactura innovadora y con mucho que aportar en el terreno de la relojería moderna.

Ya queda menos para verlo en vivo. Más información en Cartier.es.

Salir de la versión móvil