Según declaraciones hechas a Bloomberg por Nick Hayek, Presidente Ejecutivo del grupo Swatch, la marca lanzará su Swatch smartwatch en 3 meses buscando adelantarse al lanzamiento del muy comentado reloj de Apple, al que se le espera en algún momento en abril de este año. El reloj será compatible con el software de Android y Windows, se comunicará vía NFC, permitirá hacer pagos y no necesitará cargarse.
Es decir, si todo esto es verdad, Swatch lanzaría no sólo un smartwatch, sino el Santo Grial de los llamados «relojes inteligentes» particularmente en lo que se refiere a la carga de la batería -o en este caso a su ausencia-, el talón de Aquiles de estos accesorios que luchan por ocupar espacio en la muñeca.
Ya sabemos que los Tissot T-Touch Solar se recargan con la luz del sol, pero sólo tiene que alimentar las manecillas y una pantalla que ocupa la mitad de la esfera. ¿Se cargará el nuevo reloj también con células solares? Sería un verdadero golpe a la línea de flotación no sólo de Apple, sino de todos los demás cacharros de su estirpe.
Añadir sensores biométricos al Tissot sería lo único que le faltaría a sus relojes para ser «inteligentes». No parece que sea lo más complicado. Por eso me llama la atención que se diga que «Swatch» va a lanzar el reloj; yo creo que Hayek se refiere al grupo en su conjunto, porque ya había anunciado su idea de lanzar el smart watch como modelo de Tissot.
También es llamativo lo de poder hacer pagos con el reloj, algo en lo que Apple ha apostado fuerte hasta el punto de que muchos lo consideran la aportación más relevante de Apple el año pasado -mucho más que el Apple Watch. Hayek ha dicho que ya está en conversaciones con tiendas para implantar su sistema.
Citigroup predijo que para 2018 el mercado de estos aparatos llegará a los 10.000 millones de dólares. No es de extrañar por tanto que las marcas relojeras tradicionales quieran una parte del pastel.
Va a ser interesante ver la batalla entre Apple y Swatch, dos colosos en lo suyo, tan innovador uno como el otro, que ahora van a chocar en la guerra por un mismo mercado.
Lucha de titanes.