Icono del sitio Horas y Minutos

Pre-Baselworld: TAG Heuer mira al pasado con los nuevos Carrera

A finales del año pasado se produjo un terremoto en TAG Heuer: el director Stéphane Linder dejaba la firma y Jean-Claude Biver tomaba el mando (lo contamos todo en este artículo).  Desde entonces había curiosidad por saber cuál sería el primer moviento post-Linder, y ahora se ha desvelado, y ofrece unas pistas interesantes para el futuro.

Los dos relojes que nos anuncian miran a los principios del Carrera, que buscó siempre una fácil legibilidad para que la hora y los tiempos medidos fueran leídos sin aparatar los ojos de la Carrera Panamericana, la mítica competición que sirvió de inspiración a Jack Heuer. Así la minutería se trasladaba al borde de la esfera y liberaba el espacio central para los contadores. Además en aquel entonces la compañía se llamaba Heuer. La empresa  TAG –Techniques d’Avant Garde-, fabricantes de componentes de alta tecnología para coches de Fórmula 1, y perteneciente al empresario saudita Mansour Ojjeh quien también era dueño de  la escudería de F-1 Team McLaren, compró Heuer en 1985. De ahí que las esferas sólo con la denominación Heuer sean las más queridas por los aficionados.

Todas estas premisas se ven plasmadas en el primero de los modelos, el Carrera 39 mm Calibre 6. Sorprende que se le llame Carrera porque es simplemente un reloj con horas y minutos, segundero pequeño y fecha. Poco que ver con lo deportivo. Pero si ya vimos un Zenith El Primero no cronógrafo, sus hermanos de grupo LVMH habrán dicho «¿y por qué nosotros no?».

El reloj la verdad es que es resultón, con ese aire vintage que le dan los índices aplicados y las manecillas, así como la esfera gris con decoración rayos de sol en contraste con el borde exterior en azul y los toques en rojo -particularmente en el logotipo-. Las únicas pegas que le pongo están en el pequeño segundero: la ventanilla de fecha interrumpe la decoración de la subesfera y, sobre todo, sobra lo de «Calibre 6». Estamos hablando de un ETA 2895-2. Si bien tiene certificación COSC eso no justifica plantarlo en la esfera como si fuera un calibre de manufactura.

Veremos qué precio tiene en el mercado, pero es de esperar que sea moderado. Al fin y al cabo con ese mismo aspecto vintage se puede tener un Hamilton Pan Europ, que también calza un ETA pero con más reserva de marcha, fecha y hora, y cuyos precios oficiales comienzan en 795 euros.

Más interesante resulta el Carrera 39 mm Calibre 18, éste sí un cronógrafo que homenajea a los Carrera de dos contadores, para muchos la forma más pura de esta complicación. Los dos contadores en negro resaltan sobre la esfera gris a la que, dando un salto retro aún mayor, se le ha incorporado un telémetro, usado originalmente para medir las distancias de impacto del fuego de artillería. El uso alternativo es medir la distancia de una tormenta, la profundidad de un precipio o cosas así. Personalmente no lo habría incluido porque me parece que enturbia un tanto la esfera y por tanto la lectura del tiempo, pero eso es algo que va en gustos.

El reloj es muy bonito, elegante en su gris tan formal. Como tiene 39 milimetros de diámetro no es tan aparatoso como muchos otros cronógrafos, casi pudiendo encajar como reloj de vestir. No del todo, de acuerdo, pero aún así le hubiera quedado mejor a Cristiano Ronaldo.

Dentro lleva el calibre 18, que es un Sellita SW 300 combinado con el módulo cronógrafo DD-2223 de Dubois Depraz.

En este caso también tenemos que esperar a Baselworld para saber precios. Si hacemos caso de lo que dijo Biver en su momento, no serán muy altos; más bien bajos (esperemos).

 

Salir de la versión móvil