Una nueva casa relojera es siempre una buena noticia. Si además esa nueva casa significa devolver la vida a una marca que empezó su vida a finales del siglo XVIII y es una de las favoritas de los coleccionistas, entonces la buena noticia se convierte en regocijo. Angelus ha estado durmiendo el sueño de los justos desde que la crisis del cuarzo se la llevó por delante, y ahora vuelve a la vida de la mano de su propietaria, Manufacture La Joux-Perret.
Conviene recordar que La Joux-Perret, el fabricante de movimientos -unos 50.000 al año, de todos los niveles- pertenece a Citizen, que es el cuarto productor mundial de relojes con un 5% del mercado de relojes él solito, y con un valor aproximado de 3.000 millones de francos suizos. La Joux-Perret surte de movimentos de alta gama a Arnold & Son, también en manos de Citizen. Es por tanto más que factible que La Joux-Perret lleve a cabo un relanzamiento de Angelus sin traicionar su pasado relojero. Del que por cierto vamos a hablar ahora.
Angelus fue fundada en 1891 por los hermanos Albert y Gustav Stolz en Le Locle. Durante el pasado siglo Angelus se forjó una gran reputación por crear excepcionales relojes de pulsera cronógrafos y multi-complicación, relojes de viaje con varias esferas con gran reserva de marcha y relojes alarma. La marca tuvo varios hitos únicos como el Chronodato (1942), que fue el primero de una serie de cronógrafos con calendario. El Chrono-Datoluxe (1948) integraba la primera gran fecha en un cronógrafo de pulsera; fue también el primer cronógrafo en serie con un calendario digital, muchos años antes de que se convirtiera en un estándar de la relojería. El Datalarm (1956) fue el primero en ofrecer alarma y fecha, mientras que el la pieza de culto Tinkler (1958) fue el primer repetidor automático y también el primer repetidor hermético.
La alta precisión de los relojes Angelus es evidenciada por una serie de premios en competiciones de observatorio, mientras que su construcción fue premiada en diferentes exhibiciones.
Como muchas otras prestigiosas marcas suizas, Angelus causó baja -por decirlo en términos militares- en la guerra del cuarzo de los años 70, y la producción se detuvo. Sin embargo, en 2011 volvió a la vida de la mano de La Joux-Perret SA (La Chaux-deFonds), su Director General Frédéric Wenger y el director de innovación Dr. Sébastien Chaulmontet, quienes tienen como objetivo devolver a Angelus al pedestal de la alta relojería, del que les apeó una sencilla pila de óxido de plata de una sola celda.
Siendo La Joux-Perret una manufactura independiente, la nueva Angelus puede disfrutar de su libertad creativa y a la vez usar la abundante historia de la marca como principio y fuente de inspiración. Han transcurrido 4 años desarrollando la siguiente generación de relojes, que mantiene -esperemos- la reputación de la marca. Los relojes tendrán complicaciones clásicas, materiales ultra-modernos, calibres visibles y diseños modernos.
LA MANUFACTURA
Angelus va a operar dentro de la Manufactura de La Joux-Perret, ubicada al parecer muy cerca de donde estaba la original fundada por los hermanos Stolz en 1891.
Como no podía ser de otro modo, la manufactura de Angelus está equipada a la última y podrá diseñar, producir, decorar, ensamblar, regular y comprobar sus propios calibres, mientras que los componentes restantes (cajas, esferas o manecillas) serán suministrados por diferentes empresas. Usará tanto materiales clásicos (metales preciosos, acero o latón) como modernos (acero endurecido, aleaciones de cobre, aluminio, titanio o fibra de carbono), que pueden ser sometidos a procesos térmicos si es necesario para aumentar su resistencia.
CRONOLOGÍA
1891
Los hermanos Albert y Gustav Stolz -que fueron alumnos de Henri Sandoz- establecen su manufactura Angelus en Le Locle, Suiza. Comenzaron en una habitación en la Rue du Marais, un comienzo modesto para un empresa llamada a hacer grandes cosas.
1914-1918
La Primera Guerra Mundial supone un obstáculo para el desarrollo de Angelus, pero no le impide crear un repetidor para ciegos que se ofrece a los soldados que regresan habiendo sufrido heridas en la cara. Este gesto les granjeó una carta de agradecimiento del mariscal francés Joffre.
1930
Angelus comienza a vender el calibre con 8 días de reserva de marcha más pequeño del mundo (sólo 32 x 21 mm) con una precisión de +/- 1 minuto a la semana. Sigue manteniendo el récord.
1935
Angelus comienza a fabricar cronógrafos de dos pulsadores basados en calibres propios de 23,33 y 33,84 mm, con contadores de 30 ó 45 minutos. Los primeros cronógrafos con dos pulsadores aparecieron en 1933 fabricados por Breitling, pero la complicación no se extendió hasta 1935 con Angelus y Universal como principales exponentes de estos cronógrafos.
1936
Angelus lanza el calibre SF240, el calibre con alarma y 8 días más pequeño. También se produce sin alarma.
1937
Angelus lanza el reloj de mesa compacto Foursome, con 8 días de reserva de marcha, calendario automático, barómetro y termómetro.
1939
Panerai escoge el calibre SF240 de 8 días para equipar sus relojes para la Marina italiana. Los Panerai con este calibre se distinguen por el pequeño segundero a las 9. Este rasgo ahora icónico de los Panerai puede atribuirse directamente al calibre Angelus.
1942
Angelus causa sensación en el mundo relojero al lanzar el primer cronógrafo con calendario. Llamado inicialmente Chronodate, a partir de 1943 se le llama Chronodato. Integra un calibre de 32,8 mm de diámetro, el SF217, derivado del SF215 lanzado el año anterior. El calibre lleva 17 ó 19 rubíes y un contador de 45 minutos.
La fecha se indica mediante una aguja central que señala un anillo periférico; el día y la fecha, mediante ventanas a las 6 y las 12. El Chronodato se convierte rápidamente en el reloj más vendido de Angelus, así como un icono de la relojería suiza.
Con la excepción de unos pocos prototipos de Patek -que nunca entraron en producción- con calendario en 1937 y calendario perpetuo en 1941, esta era la primera vez que la fecha aparecía en un reloj cronógrafo.
1943
Panerai equipa su legendario Radiomir Mare Nostrum (que por cierto se ha reeditado este año) con el calibre cronógrafo de Angelus SF215. Sin embargo, el reloj nunca pasó de prototipo.
1945
Angelus crea el instrumento de viaje más sofisticado, el Sixome, con 8 días de reserva de marcha, calendario automático, barómetro y termómetro -como el Foursome- además de un higrómetro y una brújula.
1948
Angelus lanza un nuevo cronógrafo, el calibre SF250 de 27 mm con contador de 30 minutos. Este desarrollo abre el camino para la obra maestra de la marca, el Chrono-Datoluxe.
El Chrono-Datoluxe es el primer cronógrafo del mundo que presenta una fecha digital. Además era el primer reloj cronógrafo con gran fecha: dos numerales arábigos cada uno sobre un disco coaxial y que se muestran en una ventana a las 12, con el día al lado. Una ventana de fases lunares a las 6 completa las indicaciones.
Angelus también hizo relojes con calendario pero sin cronógrafo, con fases lunares (Datoluxe) y sin ellas (Dato 12), derivados del Chrono-Datoluxe.
1956
Angelus lanza el Datalarm, el primer reloj con alarma y fecha (en una ventana a las 3 horas). El Datalarm se hizo en diferentes versiones, incluyendo un reloj mundial con un bisel de 24 horas y, en la esfera, 24 ciudades.
1958
Angelus lanza el Tinkler, que es el primer repetidor de muñeca, y el primer repetidor hermético. El mecanismo del Tinkler -activado por un pulsador similar al usado en los cronógrafos herméticos de Angelus- marca las horas y los cuartos. Sólo se hicieron 100 unidades.
Con un pasado con tantos honores estamos deseando ver la presentación de la marca. Tienen un enorme reto por delante, pero son los grandes retos los que merecen ser luchados.