Breitling lanza una versión en 44 mm de su Avenger Blackbird, un reloj de aviador (casi es una redundancia decirlo) que presenta una configuración inequívocamente Breitling y por tanto poderosa, legible y capaz de aguantar lo que le echen, con una caja de titanio negro que capta la mirada inmediatamente. La versión anterior en titanio tenía 48 mm. No para todos lo públicos, desde luego, así que se agradece la reducción para muñecas más comunes.
El Avenger Blackbird debe su nombre a la nave creada por la Lockheed en los años 60. El Blackbird es un avión mítico (como Breitling es una marca mítica) que voló hasta 1998, siendo una pieza clave a la hora de ganar la guerra fría: aunque tenía una amplia sección visible para los radares el avión podía volar seguro: si les lanzaban algún misil simplemente aceleraban -alcanzaban Mach 3- y los dejaban atrás. Su altura de vuelo era de 24 Km y su capacidad para espiar los países del telón de acero, imparable.
De hecho, para cuando se retiraron definitivamente los Blackbird habían evitado ¡casi 4.000 misiles tierra aire! Ningún avión fue nunca alcanzado por el enemigo. Impresionante, ¿verdad? Sin embargo el alcanzar esas velocidades suponía un grave problema con el calentamiento de la superficie de la nave, por lo que los ingenieros de la Lockheed usaron una aleación de titanio para construir más del 90% del avión.
El Avenger Blackbird (el de 48 mm y éste de 44) integra una caja también de titanio, tratado con carbono para endurecerlo y darle ese color negro intenso. No hay variación constructiva entre uno y otro modelo. Ni falta que hace, porque tiene una presencia ejemplar. El bisel giratorio es el clásico de Breitling, con los cuatro resaltes en los cuatro puntos cardinales.
La legibilidad es excelente, como siempre en Breitling. Grandes índices sobrevolados por grandes manecillas y todos tratados con SuperLuminova, incluida la punta del segundero central. Y es que el reloj podría servir para buceo porque, como se puede leer en la Ficha Técnica, es sumergible hasta 200 metros. Ciertamente no son profundidades pelágicas, pero mucho más de lo que necesita el buceador medio.
La única diferencia con su hermano mayor, aparte de los 100 metros menos de hermeticidad, es el marco de la ventana de fecha, que en el de 44 mm es rojo en vez de blanco. Parece un detalle mínimo, pero mejora el aire deportivo del reloj.
Por dentro lleva el calibre 17, que no es otro que el ETA 2824-2 modificado y decorado por Breitling hasta alcanzar sus estándares, que entre otras cosas incluyen la certificación COSC. Desafortunadamente el fondo es ciego por esos 200 metros de resistencia al agua. Por último, el reloj también viene con correa militar como el modelo de 48 mm.
El Avenger Blackbird 44 mm estará disponible a partir de fin de este mes con un precio de 4.560 euros.
Os dejo con el vídeo promocional, potente como el reloj.