Estamos tan acostumbrados a identificar a Bell & Ross con el reloj cuadrado a imagen y semejanza de los relojes incrustrados en los paneles de mando de los aviones que nos parece que han estado ahí desde el principio de la marca. Sin embargo los orígenes de la marca de Carlos Rosillo y su amigo Bruno Belamich son muy distintos.
Bell & Ross nació en 1992 bajo la premisa de que «la función hace la forma»; y para ellos la función se plasmaba en eficiencia, legibilidad y fiabilidad. Para ello comenzaron aliándose con Sinn, con la que produjeron modelos más que interesantes: el Space One o el Hydro Challenger (con su récord de 11.000 metros, registrado en libro Guiness).
Ya plenamente independiente Bell & Ross siguió lanzando creaciones desde su centro de producción en Chatelain (Chaux des Fonds). En 2005 hace su aparción el BR 01 Instrument, que desatornilla los paneles cuadrados de las carlingas para atarlos a la muñeca. El éxito es inmediato y, sobre todo, perdurable. Ese primer BR 01 se convierte en la marca de la casa y comienza una andadura que le lleva hasta hoy.
La casa del «et» latino (o ampersand en inglés) rinde ahora homenaje al modelo que tanto le ha dado con una edición limitada a 500 unidades. Al igual que el modelo original, éste tiene una caja de 46 mm de lado. Al ser cuadrada el efecto es aún mayor, por lo que de verdad es un instrumento de vuelo: grande y legible.
Como algunas cosas en relojería han avanzado, la caja en vez de ser de acero es de cerámica negra, lo que hace que el reloj sea muy ligero y sobre todo mucho más resistente, inalterable e hipoalergénico. Por supuesto la esfera guarda los rasgos esenciales de Bell & Ross: tanto los índices como los numerales -ambos en relieve- y las manecillas están recubiertos de SuperLuminova, para favorecer la legibilidad nocturna. De hecho con ese tamaño cuando lo dejas en la mesilla de noche parece un despertador. Y no lo digo como algo negativo, sino todo lo contrario.
En la parte inferior de la esfera se ha añadido un sello conmemorativo del décimo cumpleaños, pero está bien resuelto para que no sea intrusivo y no canse la vista con el tiempo. El mismo sello está grabado en el reverso (éste sí de acero) junto con el número de unidad -en este caso la 14 de 500-. El fondo tapa un calibre Sellita SW 300-1, por lo que la fiabilidad está asegurada.
Como ya he dicho el reloj es imponente. No es precisamente un reloj de boda, pero como se puede ver en mi muñeca de 18 centímetros no queda ni mucho menos monstruoso. No es invisible, desde luego, pero no es desproporcionado.
El precio del reloj es de 4.200 €, que a decir verdad se me hace un tanto elevado comparado con otros relojes de la casa. La disponibilidad prevista es el segundo trimestre, por lo que debería estar en las tiendas dentro de poco (si no lo está ya).