Justo a tiempo para la nueva edición de Roland Garros, el torneo de tierra donde se forjó la leyenda de Rafael Nadal, su patrocinador, amigo y relojero de cabecera Monsieur Richard Mille presenta el nuevo RM 27-02 que va a ir amarrado a su pulso, un gesto que se lleva repitiendo desde que vio la luz el RM 027 en 2010.
Ya sabemos que Richard Mille es un apasionado de los materiales; es una especie de alquimista moderno empeñado en hallar la piedra filosofal que convierta los materiales de sus relojes en inalterables ante el paso del tiempo, el uso… o la aceleración del revés o el drive de Nadal. El carbono NTPT® (North Thin Ply Technology) hizo su aparición en en el RM 011 de 2013 y lleva el simbolo ® porque pertenece a North Sails -el mayor fabricante de velas del mundo- que licencia dicha tecnología. Uno de sus usos principales es en la fabricación del chasis de los vehículos de Fórmula 1.
Ese es el material, con una notable resistencia a las microrroturas, el que se ha utilizado para construir una platina esqueletada a la que se le ha llamado monobloque porque está fusionada con la carrura de manera que no es necesario elementos que los unan. Así se consigue mayor rigidez y resistencia a los impactos. Sobre la platina se sostienen los puentes de titanio grado 5.
Jugueteando con tecnología en Richard Mille ha desarrollado otro material nuevo llamado Cuarzo TPT® que se compone de cientos de capas de filamentos de cuarzo, uno encima del otro. Una vez más el objetivo era conseguir un elemento de características únicas: excepcional resistencia a las altas temperaturas, máxima resistencia y, en particular, transparencia a las ondas electromagnéticas.
Las fibras de TPT®, de diámetro inferior a 45 micrones, se inserta entre las capas del carbono NTPT® mediante un sistema de posicionamiento automático que cambia la orientación de las fibras en 45º entre cada capa. Se calienta hasta 120º C en un autoclave parecido al que se utiliza en la fabricación de componentes aeronáuticos y a continuación se mecaniza en ProArt (la fábrica creada por Richard Mille para la fabricación de sus cajas, platinas y puentes). Durante la fabricación de la caja de manera aleatoria se revelan las capas de los dos materiales, dando así una apariencia única a cada reloj.
Para añadir ese toque de exclusividad, ese «porque yo lo valgo» de Richard Mille, el calibre integra un tourbillon, exquisitez relojera que imagino se preguntará «¿qué hago yo aquí?» cada vez que intente contrarrestar los efectos de la gravedad y vea que en realidad a lo que su dueño a lo que se dedica es a repartir mandobles con una aceleración brutal.
Hablando de la pura estética, la verdad es que este es la Edición Rafael Nadal que más me gusta. Ese tono blanco-grisáceo del bisel es muy bonito y le quita seriedad a la caja. La correa naranja es otro acierto (este verano vamos a ver mucho naranja en relojes) porque combina muy bien.
El reloj va a ser una edición limitada a 50 unidades e imagino que su precio está en los 700.000 € de nada.
Todos los detalles del reloj -que son muchos- están en la FICHA TÉCNICA COMPLETA. Ojalá Rafa tenga un buen Roland Garros. A ser posible, que se lleve su Décima copa. ¡Vamos Rafa!