Gracias a la alianza de TAG Heuer con la escudería McLaren-Honda hemos podido ver la foto que sobre la que todo el mundo se preguntaba: cuándo íbamos a ver a Fernando Alonso llevando un reloj que no fuera un Viceroy. La primera vez que lo vimos fue en la presentación de la colección Especial Senna y desde entonces Jean-Claude Biver, presidente de la sección de relojes de LVMH y que de esto del marketing sabe un rato, procura mostrarlo siempre que puede.
Este fin de semana tuvo lugar el Gran Premio de Mónaco, y TAG tiene una historia trufada de alianzas con los ganadores de la -seguramente- más vistosa carrera del campeonato: Niki Lauda, Jody Scheckter, Alain Prost, Ayrton Senna, Mika Häkkinen, David Coulthard, Kimi Räikkönen, Fernando Alonso y Lewis Hamilton. Desde 2011 TAG tiene una relación aún más unida al Automobile Club de Mónaco: Socio Oficial, Reloj Oficial y Gafas Oficiales (aunque ya se ha decidido dejar de fabricar accesorios).
La víspera de la carrera se celebró una fiesta exclusiva a bordo del barco SeaDream. A ella acudió Cara Delevingne, embajadora de la marca por su imagen rebelde y que, al decir de sus allegados, de vez en cuando incluso sonríe. Míster Biver también se dedica a la fabricación de quesos y, como no da puntada sin hilo, aprovechó para introducirlos en la fiesta y que salieran en las fotos.
Y por supuesto acudió Fernando Alonso, también muy serio porque a lo mejor intuía el mal resultado que iba a tener al día siguiente -se retiró de la carrera-.
En lo que más nos interesa Fernando llevaba el Formula 1 McLaren Limited Edition, un reloj en edición limitada que lleva un corazón de cuarzo, caja de 42 mm con bisel en color «rojo cohete» y en cuyo fondo está grabada la leyenda «30 years of partnership anniversary».
El reloj es, lógicamente, un cronógrafo, con configuración de 3 subesferas una de las cuales marca la décima de segundo. Tanto los índices como los apliques y las manecillas están tratados con SuperLuminova blanco. Por último el reloj se ataba al pulso con una NATO roja y negra que le queda muy bien.
Es decir, en la más pura tradición de TAG Heuer de hacer excelentes relojes de cuarzo. Por su parte Cara llevaba el Carrera Cara Delevingne, con la caja y bisel de titanio negro y 72 diamantes Wesselton, movido por otro movimiento de cuarzo.
Por cierto que la fiesta estuvo animada por el DJ Mark Ronson. Es decir, fun fun fun en el exclusivo puerto de Mónaco.