La línea Senator de Glashütte Original se presentó en 1997 y desde entonces permanece en la cartera de productos de la casa. Este Senator Perpetual Calendar es un modelo que ya estaba en la colección de la manufactura, salvo por una sola variación: el reloj se abraza a la muñeca con una correa de caucho, no de piel de aligátor.
Pero como en Horas y Minutos no he hablado nunca de este reloj, es una buena ocasión para hacerlo. Es un modelo que me crea sentimientos contradictorios. Por un lado me gusta mucho la limpieza de la esfera, que tiene que dar la información de un calendario completo y además fase lunar y lo hace maravillosamente, con una limpieza y equilibrio encomiable. Más aún cuando vemos que las ventanas de día y mes son del tamaño digamos tradicional mientras que la fecha, lógicamente, es grande por dos motivos: uno porque es relojería de Glashütte y la gran fecha creada por el relojero Gutkaes es de rigueur, y dos porque GO hace la gran fecha como nadie, con los dos discos de los dígitos a la misma alturalo que hace que parezca un solo disco.
Las ventanas, que siempre son un problema porque son un bache en la esfera, están muy bien resueltas, con unos biselados muy elegantes. El mismo tratamiento tiene la semiesfera de las fases lunares, que es muy bonita. Es por cierto la misma ventana que ya habíamos visto en el PanoMatic Lunar. Es un acierto acompañar un calendario perpetuo con un cielo nocturno porque añade un toque romántico a una esfera que por culpa del calendario perpetuo tiene una faz mucho más seria y racional. Bajo el nombre aparece el círculo del año bisiesto, que cuando es el cuarto año es rojo y los otros tres son amarillo, negro y blanco. Un poco arriesgado me parece a mí tener un punto amarillo en medio del reloj todo un año.
Bajo el borde exterior de la esfera con minutería de ferrocarril aparecen los número romanos, muy de GO, que le dan un aire fuertemente clásico al reloj. Debo confesar que me gustaría ver este reloj con unos romanos más anchos que altos o con índices; creo que quedaría mucho mejor, como en los Pano. Pero va en gustos, claro. Por encima de todo ello se mueven unas agujas de horas y minutos con forma de hoja. La aguja del segundero, sin embargo, desentona. El contrapeso lleva al final el logotipo que usa la manufactura para identificar esta manecilla y el rotor del calibre y a mí no me gusta, tengo que admitirlo. Me parece demasiado grueso y no va con la delicadeza de todo el conjunto. Y en el rotor el problema se acentúa aún más, si bien el bisel exterior en oro compensa. ¿No habría quedado mucho mejor sin la doble G?
Aparte de eso el calibre de manufactura 100-02 es primoroso en su construcción alemana, con la platina tres cuartos, las nervaduras Glashütte, el ajuste fino con cuello de cisne y los rubíes a la vista. Y una reserva de marcha de 55 horas, que no está mal. Porque, aparte de decisiones estéticas que al fin y al cabo son personales GO es una manufactura de tomo y lomo cuando se habla de sus calibres y la familia del 100 -5 variantes- es buena prueba de ello.
Por último otra de las cosas chocantes. Yo creo que todo el mundo consideraría este reloj como «de vestir», ¿verdad? Pues Glashütte Original lo ofrece en toda la gama con correa de aligátor o, como en este caso, con correa de caucho. Es una decisión peculiar, la verdad, me gustaría saber cuál es el ratio de venta aligátor/caucho. No es que quede mal, porque la correa tiene un patrón bien construido, pero resulta curioso.
Digamos por último que el precio del reloj es de 31.900 €, un buen precio para oro rojo, calibre de manufactura y complicaciones de alto rango.