En realidad el verdadero nombre de este reloj es Montblanc Heritage Chronométrie ExoTourbillon Minute Chronograph Vasco da Gama Limited Edition. Si no ha batido la marca de nombre más largo en relojería tiene que estar ahí ahí. Alguien se debería replantear estas cosas, la verdad.
Aparte de la longitud del nombre, este Exotourbillon Vasco da Gama es un relojazo que Montblanc presentó el pasado enero en Ginebra -al igual que el Heritage Spirit Orbis Terrarum que vimos en este vídeo– cuyo principal atractivo relojero es el exotourbillon, que voy a intentar explicar de manera sucinta: Cuanto más grande sea el volante del reloj mayor es la inercia y la cronometría es más estable. Sin embargo en un tourbillon todo el conjunto está dentro de la caja, así que cuanto más grande sea el conjunto más grande la caja que gira, y por tanto mayor consumo de energía.
En este calibre el volante está fuera de la caja, por lo que esta puede ser más pequeña, ahorrando así aproximadamente un 30% de energía. Además la parada del segundo es muy efectiva porque ya no hay que parar el tourbillon entero sino sólo el volante.
Dicho lo cual, volvamos a la carátula del reloj, que es muy llamativa gracias a la venturina, ese cuarzo salpicado de brillos que aquí se utiliza para recordar el cielo del hemisferio sur. Y a las doce, un diamante con la estrella de Montblanc. Bajo las manecillas tenemos la fecha, una solución inteligente porque no rompe la estética y está representada por un círculo con aguja, más vistoso que una simple ventana.
Por cierto que se puede mover la manecilla de la hora de manera independiente sin que afecte a los minutos ni los segundos, lo que resulta muy cómodo para los viajes.
Por debajo tenemos los indicadores del cronógrafo monopulsante. Como la esfera está en dos niveles, una opción estética que le queda muy bien al reloj, no podía haber una subesfera tradicional, y Montblanc lo ha resuelto de manera muy elegante, con una aguja de doble huso.
Cuando arranca el cronógrafo la aguja comienza a marcar los primeros 30 segundos, y a partir de ahí es el contrapeso de la aguja, pintado en rojo, el que cuenta hasta los 60 segundos. Al otro lado ocurre lo mismo con el contador de 30 minutos. Una solución muy elegante, a mí me gusta mucho.
La trasera tiene el calibre a la vista pero tapado por el dibujo de la San Gabriel, la nao de Vasco da Gama y la firma del navegante.
El reloj tiene el tamaño de un cronógrafo no pequeño, con 44 mm de diámetro y casi 15 de altura. Pero nadie te va a decir nada si lo llevas con un traje porque la verdad es que es espectacular y queda mejor que bien en la muñeca.
Es una edición limitada a 60 unidades en oro blanco con un precio de 45.000 euros, que no está nada mal para todo lo que ofrece. Todos los detalles técnicos están en su Ficha Completa.