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En la muñeca: nuevo Girard-Perregaux Traveller

Girard-Perregaux Traveller Large Date Moonphase and GMT oro rosa en la muñeca

En Baselworld vimos el  Girard-Perragaux  Traveller, una declinación de su conocido reloj Traveller, la gama enfocada al viajero que necesita controlar los tiempos del mundo -una raza en constante crecimiento por otro lado. El reloj es básicamente el mismo que los modelos que ya conocíamos, pero con una gran diferencia: la construcción de la esfera esahora en zafiro.

El pasado octubre ya revisamos las últimas versiones del Traveller  Large Date Moonphase and GMT  (de verdad que esto de los nombres se nos va de las manos) con motivo del homenaje a John Harrison a quien tanto debe la humanidad pero es tan desconocido. Por cierto que si no leíste el artículo ahora es un buen momento para aprender más sobre la historia de la relojería y la navegación. Un mes después presentamos el Vintage 1945 Gran Fecha y Fases Lunares cuya principal característica era la esfera de zafiro. Ahora se mezclan ambos, y el resultado es muy atractivo.

En efecto, el resultado renueva totalmente el reloj y le da un aire mucho más actual. Aunque los índices y las manecillas siguen siendo teniendo el mismo aire romántico y suave de la colección, el zafiro hace que el perfil del reloj se adapte perfectamente al viajero joven pero con las cosas muy claras. La caja de 44 mm permite amplio espacio para que todos los elementos se vean claramente. Uno de ellos, el más significativo técnicamente, es la ventana de fecha.

El mecanismo de la fecha, patentado por la manufactura, se trata de un sofisticado dispositivo compuesto por dos discos superpuestos unidos al calibre automático GP03300. La yuxtaposición de los discos, uno de los cuales cuenta con piezas realizadas en Folanorm -una especie de poliéster transparente- de apenas 0,10 mm, garantiza un ventana estéticamente perfecta en la que no cabe separación visible entre los dos discos.

Al ser toda la esfera de zafiro y tener pintados los meridianos y paralelos se crea una notable sensación de profundidad que no hace sino resaltar los elementos horarios de manera muy elegante. Así por ejemplo el disco de las 24 horas -situado a las 4:30 y de por sí creado en dos niveles- parece que hunde su eje muy al fondo del guardatiempos.

Más llamativa aún en este Girard-Perregaux Traveller es la Luna, representada de manera «real» pero que sin embargo la hace aún más cautivadora. Girard-Perregaux, que son especialistas en hacer relojes bellos , ha incluido un detalle muy especial: una de las estrellas al lado del satélite lleva el logotipo de la marca.

El resumen es que el reloj es francamente atractivo; el  aggiornamento al que le ha sometido la marca le ha sentado estupendamente. Y siguiendo con la norma impuesta por el nuevo director general de la marca, Antonio Calce,  de que hay que abrir la marca a un público lo más amplio posible -cosa muy sensata por otro lado-, el reloj se presenta en dos versiones, acero y oro rosa. Esta de aquí es la versión en acero. Aunque los brillos del bisel parezcan indicar que es oro en realidad es un efecto de las luces del techo.

El precio de la versión en acero es de 17.800 €, un precio quizá un pelín elevado aunque es cierto que por ese precio estás comprando un reloj distinto y muy personal.

La versión en oro rosa tiene un precio de 34.000 € que sí que se me antoja demasiado elevado, aún a pesar de las diferencias de precio de los metales.

Un último detalle, que habla de cómo Girard-Perregaux cuida sus modelos: la hebilla del cierre desplegable (en acero o en oro rosa como la que aparece en la foto) tiene una forma que recuerda a la punta de flecha de masa oscilante del calibre, tal como se puede ver en la Ficha Técnica Completa.

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