Christophe Claret es ante todo un creador de calibres, y curiosamente su primer calibre fue un repetidor de minutos. Bajo su propia marca ya tiene otros dos. Primero fue el Adagio y después el Soprano. El nuevo Christophe Claret Allegro sin embargo incluye varias novedades que lo convierten en el más completo hasta ahora de los modelos creados por CC con sonería.
Y ello es porque no sólo es un repetidor de minutos. También añade Gran Fecha, pequeño segundero y segundo huso horario con indicación de 24 horas.La esfera es de zafiro translúcido, lo que permite ver de manera elegante el interior del calibre. Además la parte inferior está abierta para poder disfrutar de la repetición de minutos. Eso sí, los martillos está en el reverso, una decisión algo extraña porque lo que gusta ver en un repetidor es el golpeo sobre las varillas.
El pequeño segundero está en una subesfera a las 9, mientras que la gran fecha a las 12 tiene un sistema patentado que impide el desfase de dígitos, como ya existe en otras marcas, pero lo más interesante es ver el perfecto movimiento de las aspas y como se alinean.
Como decía el Christophe Claret Allegro también es un reloj GMT con un cambio unidireccional gracias al pulsador a las 2 y a las 4, con además un pequeño indicador circular del día y la noche.
Es interesante saber que, a pesar de todas las complicaciones el calibre tiene un solo barrilete con un único muelle real, y a pesar de ello una reserva de marcha de 60 horas -si no se abusa del repetidor, claro-. El volante tiene un nuevo sistema de microajuste mediante volantes de cabeza avellanada más fácil de ajustar, por supuesto también patentado. Constructivamente también se aprecian los puentes Carlos X, que tanto le gustan a Christophe Claret.
El mecanismo de repetición en el Christophe Claret Allegro ha sustituido el ancla por un moderador y además se ha desarrollado un sistema patentado que evita la vibración excesiva y que los timbres se lleguen a tocar, de manera que el sonido es mucho más claro.
El Christophe Claret Allegro se presenta en dos versiones: una en oro rojo y titanio con manecillas de cristal de zafiro naranja y otra en oro blanco y titanio. A mí me gusta más esta, me parece más elegante y con un toque contemporáneo sin ser ultra moderno. Pero como siempre, para gustos los colores.
No es un reloj pequeño, desde luego, porque mide 45 mm de diámetro y algo más de 14 de altura, pero su forma clásica queda bien en la muñeca.
Es una edición limitada a 20 unidades por cada tipo de oro, con un precio de 268.000 francos suizos más IVA. Unos 258.000 euros al cambio. Más el IVA, claro.