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En la muñeca: el nuevo HMX de MB&F

En 2012 MB&F lanzó el HM 5, un homenaje a los coches deportivos de los años 70. El nuevo modelo, el HMX retiene esa misma estética pero de una manera más ligera y según se mire incluso más atractiva, porque se han creado cuatro modelos: azul, verde, rojo y negro, todos colores utilizados en coches de carrera.

Aquí vamos a ver el rojo y el negro, que son los que se pudieron ver en el Salón internacional de la Alta Relojería que tuvo lugar en Madrid en junio.

Aunque según Massimilian Busser el modelo está inspirado en los deportivos de una decada anterior, la de los 60, a mí me recordó inmediatamente a la sonda alienígena de La Guerra de Los Mundos, la película realizada por Spielberg en 2005. ¿A que sí?

El reloj es mucho más ligero en su construcción, ya que en la caja de titanio y acero se han sustituido las rejillas traseras por un cristal de zafiro, lo que inunda el reloj de luz.

El funcionamiento es ya conocido: dos discos en horizontal con las horas y minutos que, mediante unos prismas de zafiro se presenta en la esfera de manera vertical, lo que permite ver la hora sin tener que girar la muñeca mientras se agarra el volante. Además los prismas tienen  una lente de aumento, por lo que la visibilidad es muy buena en cualquier circunstancia.

Vista de las lentes de aumento

El calibre está desarrollado en la casa, pero el tren de ruedas es de base Sellita. En la parte inferior se ve el rotor de oro, muy bien implementado y con la frase «Un adulto creativo es un niño que sigue vivo», el lema del décimo aniversario de la casa. Por cierto que la X del nombre hace referencia a esos diez años.

Encima del calibre se pueden ver dos «tapas de balancines», como en los superbólidos, con dos tapas como las del carter del aceite. Y además son funcionales, porque se pueden retirar para engrasar los cojinetes de piedra de los discos indicadores.

Y así es como queda en la muñeca. Destaca también la correa perforada tipo racing. El HMX es una colección de 20 unidades por color, con un precio de 29.000 francos suizos. Unos 27.700 euros al cambio.

Esta  es la versión en negro, que después de ver la roja resulta demasiado seria.

En resumen es un reloj distinto, seguramente no para todos los gustos, pero que refleja muy bien el espíritu que anima a la casa de Maximiliam Busser y sus amigos, que siempre proponen formas innovadoras pero no se quedan en el diseño, sino que crean obras de relojería de primer orden.

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