Vacheron Constantin tuvo un 2015 espectacular, pero como es habitual en la manufactura lo fue guardando su elegante silencio para que fueran los amantes de la relojería los que hablaran por ella de lo mucho que ofreció. El Historiques Cornes de Vache 1955 fue un exitazo porque combina perfección relojera con estética maravillosa, que ahora vemos con fotos en vivo y con precios.
El Historiques Cornes de Vache 1955 tiene su origen en la referencia 6087, que apareció en 1955 y cuya vida se extendió sólo diez años; y en esos diez años sólo vieron la luz 36 piezas: 26 en oro amarillo, 8 en oro rosa y 2 en platino. Ya sólo ese dato significa que es una pieza más que deseada por los coleccionistas. Pero es que además el reloj añadía unas asas con una forma peculiar que oficialmente se llamaban «de lágrima» pero que no tardaron en llamarse «de cuerno de vaca», nombre que a la postre fue el que permaneció. Y es que una vez que lo lees no puedes dejar de verlo, ¿verdad?
Pero sin tener en cuenta el detalle zoológico el reloj era una belleza en sí mismo, con una esfera perfectamente equilibrada y perfectamente virgen, porque Vacheron no quiso mancillarla con una ventana de fecha. Pero además el calibre que lo movía, el 492, venía en una jaula antimagnética y a su vez esta se alojaba en una caja hermética. Fue, en efecto, el primer cronógrafo hermético y antimagnético de Vacheron Constantin.
Devolver una joya así a la vida 49 años después de su defunción y mantener la misma perfección estética no es complicado para VC porque si hay una casa que sabe de crear -y recrear- exquisiteces esa es Vacheron. Y el resultado habla por sí solo.
La caja del Cornes de Vache 1955 ha pasado de 35 a 38,5 mm de diámetro, convirtiéndolo en uno de los cronógrafos más comedidos del mercado en cuanto a sus medidas para regocijo de los zelotes del purismo relojero. Está construida en platino y pulida a espejo en su integridad. Por supuesto mantiene la misma cornamenta en las asas, aunque yo diría que parece más estilizada seguramente por aumento de tamaño de la caja. Se mantienen sin embargo los pulsadores «de pistón» del cronógrafo, tan de su época.
La esfera tiene una lectura precisa, sobria y elegante en el que el azul de las medidas de tiempos cortos y el taquímetro aparecen en azul, volando sobre una esfera de opalina plateada. El efecto sobre la muñeca es para enamorar a cualquiera.
Dentro late el calibre manual 1142 que se mueve a 21.600 alternancias. Yo hubiera preferido 4 hercios, por aquello de un barrido más uniforme del segundero, pero así es más fiel al original. Sus 164 piezas están decoradas a mano. Porque, no olvidemos, todos los relojes de Vacheron Constantin ostentan el nuevo Sello del Punzón de Ginebra, que examina el reloj en su totalidad (estética y funcionamiento). Y como siempre en Vacheron el tornillo de la rueda de pilares del cronógrafo tiene forma de Cruz de Malta. Son estos los detalles que te hacen amar a un reloj y a quien lo fabrica.
Como el Historiques Cornes de Vache 1955 levanta tan solo 10,9 mm de altura la posesión que toma de tu muñeca es perfecta. Es un reloj que pasados 60 años sigue cautivando. como el primer día. El placer estético se extiende a la correa azul de piel de aligátor, que se cierra sobre sí misma gracias a una hebilla plegable terminada en una media Cruz de Malta también en titanio.
El reloj se encuadra dentro de la colección Historiques, que recoge modelos del tipo que indica el nombre de la colección y que es por antonomasia de ediciones limitadas, lo que hace de este modelo un objeto de deseo (otra vez). Su precio ronda los 75.100 euros. La versión en oro rosa, que se ha lanzado este año, cuesta 58.100 euros. Más información en VacheronConstantin.es.