Desde 2007 Glahütte Original homenajea a los años 60 y 70 con su colección 20th Century Vintage. Las dos familias que componen la colección son de un enorme éxito para la marca, pero siempre se han mantenido dentro de formas y colores clásicos. Hasta ahora. Los Sixties Iconic muestran sin pudor todo el colorido habitual de aquellos años, y lo hace con un encomiable cuidado por el detalle.
Basta ver fotos o películas de los años 60 -particularmente en la segunda mitad de la década- para darnos cuenta de que fue especialmente colorida, con patrones de moda basados en dibujos grandes y colores fuertes. Por aquel entonces, como ya sabemos, Glashütte Original no existía, sino que el régimen soviético había agrupado a las manufacturas de Lange & Söhne y Mülle & Sohn bajo una sola denominación: la VEB Glashütter Uhrenbetrieb, conocida familarmente como GUB. Como tal suministraba relojes a todos los países tras el telón de acero, haciendo relojes de todos los tipos. Para ello compraba las esferas a Th. Müller, una empresa de la Alemania Federal que hoy en día pertenece a Glashütte Original y para quien sigue fabricando esferas.
En 1964 la GUB produjo un reloj icónico: el Spezimatic.
El Spezimatic, acorde con su tiempo, se construyó durante muchos años en numerosos colores con esferas en degradado, y ahora Glashütte Original rinde homenaje a aquellos modelos con los Sixties Iconic, pero con una mirada moderna. Para empezar la caja, que solía ser de 35 mm, es ahora de 39, una medida perfecta para un reloj de vestir moderno.
El cristal no es mineral sino de zafiro, lo que evita las ralladuras habituales del Hesalite, pero sí está curvado como los relojes de entonces. Esa forma curvada siguen las manecillas de minutos y segundos. Por cierto que las manecillas están hechas en oro blanco. Tienen unas insersciones de SuperLuminova que acompaña a los puntos luminiscentes aplicados sobre los índices para poder leer la hora en oscuridad.
Las esferas están también curvadas, y primero se galvanizan y después se les va añadiendo capas de laca de manera manual, lo mismo que el acabado final que se hace a pistola y a mano, por lo que no hay esferas idénticas.
Eso en lo concierne a los modelos Red, Golden y Aqua que están aquí arriba. Para los modelos Grey y Brown en fábrica se usaron troqueles de estampación de hace 40 años que dotan a las esferas de una textura especial. La gris tiene una decoracíon tipo «gotas de rocío».
La marrón sin embargo presenta un patrón romboidal que convierte a este modelo de los Sixties Iconic en el más «serio» de la colección, pero aún así de un atractivo innegable.
El reloj se mueve gracias al calibre de manufactura 39-52, un clásico de G.O. y que incluye una masa oscilante fabricada en oro con las clásicas y grandes iniciales de la marca. El calibre es visible a través de un cristal de zafiro que además permite ver todo el calibre, sin zonas que queden tapadas por el metal.
El reloj está rematado con una correa de aligátor cuya sobriedad contrasta con la audacia de las esferas. El precio de todas las unidades es de 6.300 euros. La única pega es que el reloj se va a vender sólo en las boutiques de Dresde, París, Ginebra, Dubái, Pekín, Shanghai, Hong Kong, Macao y Tokyo, así como las llamadas «Tourbillon Boutiques» pertenecientes al grupo Swatch. Una pena, porque estoy convencido que se hincharían a vender si estuvieran más disponibles. Yo desde luego estaría encantado de comprarme uno (o dos).
ACTUALIZACIÓN: Se pueden ver los relojes en vivo en este artículo