El calibre El Primero de Zenith lleva décadas latiendo y desde que nació se ha visto en todo tipo de situaciones. En la ejecución que presentamos aquí se enfrenta nuevamente a una caja mucho más grande de lo habitual: es El Primero Sport, y vamos a ver qué tal se apaña.
No es la primera vez que vemos una caja de 45 mm de diámetro (en acero) alojar un calibre El Primero; El Primero Lightweight también lo tenía, por ejemplo. Pero no es algo habitual porque aún siendo uno de los calibres míticos no deja de ser esclavo de su tiempo y su diámetro de 30 mm (tal como se puede leer en su Ficha Técnica Completa) está más pensado para relojes de 38 mm de diámetro. Incluso ejecuciones de 42 mm -como la del precioso El Primero Chronomaster 1969 Tour Auto Edition que puedes ver aquí– son válidas para este todoterreno. ¿45 mm? Eso sí es forzar la máquina, y nunca mejor dicho.
Pero claro, estamos hablando de Zenith, que sabe muy bien qué se trae entre manos (perdón, otro dicho fácil). Es evidente que la caja es demasiado grande para el movimiento, pero la manufactura sabe jugar sus bazas bien para conseguir un resultado armonioso y atractivo. En primer lugar combina el pulido a espejo del bisel -que se inclina hacia dentro- con el cepillado de las gruesas asas, lo que le hace jugar con las luces y difuminar el centro de la perspectiva visual.
Pero más importante aún es cómo experimenta con la esfera, que se presenta en plateado y antracita. Es una esfera extraordinariamente ocupada, con un taquímetro, gruesos índices y más gruesas aún manecillas, ventanilla de fecha, trotadora central roja y por supuesto los tres contadores habituales, que una vez más se entrecruzan. Como se puede ver en la foto de abajo hay muchas texturas en la esfera; muchos escalones. Además de la fecha está el taquímetro en el bisel exterior inclinado hacia dentro que va a morir a los pies de los índices. Bajando desde la minutería se llega al bisel circular plano, y a continuación se sube a la esfera central con un satinado absolutamente años sesenta. El pequeño segundero y el contador de 30 minutos también tienen su propio escalón sobre el que vuelan sus manecillas.
Todo ello disipa la sensación de talla pequeña (no del todo, claro, porque las tres subesferas quedan demasiado cerca del tornillo central). Y la ventana de fecha está milagrosamente cerca del bisel externo, algo fundamental para no aumentar la sensación de pequeñez. Bueno, milagrosamente no: como he dicho antes el bisel del taquímetro, al estar inclinado hacia dentro, reduce el tamaño de la esfera. Pero es sobre todo el cepillado central lo que realza el reloj, todo un acierto estético.
El guardatiempos tiene más que ofrecer: los pulsadores del cronógrafos son roscados, un detalle que le acerca a relojes de buceo. Y es que este El Primero Sport tiene una hermeticidad asegurada hasta los 200 metros, mucho más que suficiente para el buceador medio. Y estéticamente le quedan bien, porque unos pulsadores de pistón en una caja tan grande quedarían demasido pequeños. De esta forma las roscas les dan la prestancia que necesitan, conjugando perfectamente con la corona.
Y aún a pesar de esos 200 metros, Zenith nos permite ver su calibre 400 B a través de un zafiro en el reverso de la caja. Muchas gracias, se ve igual de glorioso que siempre.
No he dicho aún -aunque se ve en las fotos- que el reloj se presenta con dos decoraciones de esfera: plateada y antracita, ambas con ese satinado que tanto me gusta.
También hay novedades a la hora de atar el reloj al pulso: Zenith ha incluido como opción una correa de caucho, perfecta para los que quieren hacerse a la mar con un reloj que, recordemos, lleva en su nombre el espíritu deportivo. El caucho está bien realizado y es cómodo de llevar, con la rigidez necesaria para no parecer barato.
También hay una versión más clásica, con correa de piel, que desde luego no sería mi primera opción en un reloj así. Mucho más interesante es el brazalete de acero, muy atractivo con la combinación de pulido y cepillado y un cierre plegable cómodo y bonito.
Y por último los precios: 9.200 € para las versiones con correa de cuero o caucho y 9.700 € con brazalete. En definitiva este El Primero Sport es una alternativa a tener en cuenta para aquellos que gustan de un cronógrafo de medidas generosas, que pueden encontrar en este reloj un movimiento icónico en una esfera con mucha personalidad.