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Glashütte Original Senator Observer: fotos en vivo y precio

Glashutte-Senator-Observer

Glashütte Original es de esas marcas que sutilmente presentan siempre pequeñas joyas relojeras pero sin hacer el ruido mediático que otras sí necesitan. En su momento presentamos los Panoreserve y Panomatic Lunar, pero ahora vamos a ver su mejor modelo de este año: el Senator Observer.

Hace poco presentábamos los Sixties Iconic, unos relojes cuyos colores ahora resultan muy divertidos pero que en su momento eran sencillos relojes utilitarios. Pero GO tiene también una amplia tradición de exigencia cronométrica, y el Senator Observer es testigo de esta herencia. Julius Assmann, a pesar de ese apellido suyo que suena tan peculiar en inglés, fue sin embargo un reputadísimo relojero de Glashütte que produjo excelentes relojes de observador.

El reloj de observador era un reloj de bolsillo muy preciso que los navegantes utilizaban como complemento al cronómetro de barco. Como ya hemos visto con los de Thomas Mercer (aquí el vídeo)  los cronómetros marinos son grandes y pesados y sobre todo fijos en un sitio, así que los marineros tenían un Observador para hacer sus mediciones rápidamente. Varios de esos relojes de Assmann acompañaron a Amundsen en su viaje al Polo Sur, y fueron la fuente de inspiración para el Senator Observer 1911 presentado en 2012.

Glashutte Senator Observer de 2011

Ahora Glashütte Original revisa el modelo y lo presenta mejorado y mucho más atractivo. Para empezar incorpora un movimiento automático de manufactura, el 100-14, el auténtico tour de force del guardatiempos. Lo normal en este tipo de relojes es que fueran manuales, pero GO ha decidido actualizarlo a fondo. Lo más llamativo del calibre es la función de puesta a cero del segundero para poder ser más preciso al ajustar la hora. En al mayoría de los relojes lo que tenemos es una parada de segundero cuando se tira de la corona. En el Senator Observer, sin embargo, el segundero no está conectado a ella, lo que hace el volante siga girando aun cuando se saca la corona, lo que reduce el desgaste. El mecanismo de reseteo se activa pulsando el corrector que hay justo encima de la corona.

La esfera del reloj es un prodigio de facilidad de lectura. Los grandes numerales se leen perfectamente sobre la esfera antracita, mientras que las manecillas son mucho más adecuadas que las de su predecesor, dándole además cierto aire deportivo.

A las 6 aparece la clásica gran fecha de GO en la que los dos discos están a la misma altura para una presencia mucho más refinada. Enfrentados están el indicador de reserva de marcha a las 3 y el pequeño segundero a las 9.

La correcta lectura de la hora está asegurada, tanto de día como de noche porque en la esfera se ilumina todo: numerales, manecillas y subesferas -incluidas sus manecillas- rebosan SuperLuminova, por lo que la lectura en las noches de navegación -o cuando se está en el cine, a esos efectos- es impecable.

La caja es de acero y tiene 44 mm, algo inherente a los movimientos de relojes de bolsillo (que se lo digan a IWC), pero como sólo levanta 12 no supone ningún problema para llevarlo con puños de camisa abotonados.

Y además el reloj está muy bien de precio: 9.900 € en la versión de correa de piel (hay una versión de brazalete metálico), por lo que puede mirar de tú a tú a los relojes suizos y salir muy airoso de la comparación.

Esta es su Ficha Técnica Completa.

 

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