Por segunda vez hemos ido al SalonQP de Londres, el último gran evento relojero del año en Europa y seguramente el el mejor para el periodista y el aficionado por la cercanía que demuestran las marcas, algo que no se ve en el SIHH o en Baselworld. La estructura abierta de las galerías (porque se celebra en una galería de arte, la famosa y preciosa Saatchi Gallery) hacen que el SalonQP sea muy cercano, a veces demasiado cercano para el gusto de los expositores. El caso es que todo el mundo es más que amigable y, donde en otros sitios no puedes casi ni asomarte a la pieza, aquí te animan a que la examines, te la pongas, comentes sobre ella… un verdadero paraíso. Además hay expositores de todo tipo: desde los grandes nombres a los relojeros independientes con una producción no mayor de 50 relojes al año. Como digo, un paraíso relojero.
Así que vamos a hacer un repaso de alguno de los relojes que vi por allí.
Para empezar, uno de los platos fuertes: A. Lange & Söhne con algunas de las piezas de este año.
Alexandre Meerson presentó su nuevo D15 MK-1 GMT, un doble huso horario con una esfera azul preciosa y una nueva, llamada Pacific Coast, aún más.
El flamante ganador del Gran Premio de Ginebra en la categoría Innovación, Antoine Preziuso, presentó varias versiones de su Tourbillon de Tourbillons. Esta es la más dramática con una caja que combina acero, oro y titanio.
Chopard no tenía muchas novedades, pero sí el L.U.C XP Skeletec del que hablé en este artículo.
Y siempre da gusto ver las preciosas esferas del L.U.C XPS; en este caso la azul que además decora un reloj con el sello del Punzón de Ginebra.
Christopher Ward, la exitosa marca inglesa que ha escogido como modelo de negocio la venta por internet (y les va pero que muy bien) dio el campanzo cuando presentó su primer movimiento de manufactura. En el SalonQP han presentado su C9 Moonphase que honra al satélite con un gran disco central que replica la superficie de la luna. Mientras que el calibre es estándar la complicación es propia, y hace que la luna se mueva en tiempo real y sólo necesite un reajuste cada 128 años. Y todo ello por 1.750 euros, que no está nada mal.
Hace poco se ha presentado una nueva marca, Czapek que fue el compañero de Patek hasta que se unió a Philippe. Los relojes están inspirados en sus diseños, y son bastante bonitos. Los presentaré a fondo más adelante.
De Bethune trajo el DB27 Digitale Polo Edition, obviamente dedicado al deporte del polo, que presenta una caja de un acero especial tratado con un DLC que lo hace súper resistente. Daba miedo ver a Alessandro Zanetta, hijo del fundador David Zanetta, golpeando la caja con una llave y tratando de rallarla. El reloj en cualquier caso es precioso.
Emmanuel Dietrich presentó su OT-5, una nueva iteración de su modelo, esta vez con un color marrón otoñal muy bonito.
Desafortunadamente la noche que estuve hablando con él fue la noche de los atentados de París, en los que su hermana pequeña fue asesinada. Qué horror, no quiero ni pensar lo que debe estar pasando.
Otro de mis favorito, F. P. Journe, presentó su calendario perpetuo, un prodigio técnico de una belleza sobria e imperecedera.
También pudimos ver los Ferdinand Berthoud que presenté en esta entrada. Mucho más bonitos en vivo, sin duda.
Grönefeld son dos hermanos holandeses que crean auténticas maravillas relojeras. Tanto es así que su Paralax Tourbillon ganó el Grand Prix D’Horlogerie de Genéve del año pasado, y no es para menos. Esta que vemos aquí es la versión en platino.
Otro de mis amores, H. Moser & Cie, presentaba su recién estrenado Pionner Centre Second, con un cierto aire deportivo dentro de su elegancia innata.
Y también otra de sus novedades, el Venturer Big Date.
Y no me puedo resistir a poner otra foto del Endeavour Perpetual Calendar Funky Blue que tanto me gusta.
Harry Winston presentó su desopilante Opus 14 que juega con la idea de los JukeBox americanos. No es un reloj para todo el mundo, pero es francamente ingenioso. Lo explicaré en vídeo.
Otro de los ganadores del Gran Premio de Ginebra, el matrimonio que compone Habring2, se trajo el reciente ganador de la sección Pequeña Aguja, un dos agujas y pequeño segundero lépine que maravilla por su preciosa simpleza.
Jaime Hayón, el famoso e influyente diseñador nacido en Madrid, también diseña relojes. Por ahora son de cuarzo, pero su aspecto es irresistible. Estos de aquí son los Miko, con su cara de monito.
Marc Newson, el creador del Apple Watch, también fabrica relojes de arena. En el SalonQP presentó uno que dura una hora y cuy relleno se compone de 7.727.248 bolitas de acero recubiertas de oro o plata, y que al caer toman una cierta estructura geométrica.
MB&F sacó a pasear a su Arachnophobia, que impresiona bastante más en vivo que en fotos.
Pero sobre todo presentó el novísimo Legacy Machine Perpetual Calendar, un reloj que explicaré más a fondo pero del que ya digo que es un firme candidato a ganar el GPHG.
Montblanc se trajo los relojes del Watches and Wonders, así que pude probarme, entre otros, el Collection Villeret Tourbillon Cylindrique Geosphères Vasco da Gama «Night Edition», aún más bonito que el primero que apareció.
Y luego está el Villeret 1858 Grand Chronographe Email Grand Feu que apareció en 2008 (creo) y cuyo precioso calibre Minerva está firmado por el grandísimo maestro relojero Demetrio Cabiddu.
Otra de las marcas favoritas de todos es NOMOS, que también estaba de estreno con sus nuevos neomatik con calibre de manufactura y esfera platead o color champán.
Orion neomatik champagner
Stepan Sarpaneva es un relojero finlandés que se ha hecho famoso por su luna, que lleva su propia cara. Estos son los Northern Lights.
Tal es la fama de su luna que ya no hace relojes sin ella porque no se venden bien. Y como prueba esta última unidad del Emali, que ya no se va a hacer más y que a mí me parece maravilloso.
También estaba Seiko, y me encontré con dos joyas: una el primer Grand Seiko original de 1960.
Y la otra el Seiko Giugiaro «Aliens Ripley», llamado así porque lo llevaba Sigourney Weaver en la película Aliens. Da la casualidad de que Seiko ha decidido volver a lanzarlo.
Tudor tenía como gran estrella el nuevo Black Bay con bisel negro y esfera mucho más clásica:
Una vez que lo pones al lado de su hermano de bisel azul se nota mucho la diferencia.
Además tuvieron durante toda feria un Tudor North Flag (puedes leer la revisión con fotos en vivo y precio en este artículo) metido en un bloque de hielo. Como el espiral del calibre de manufactura es de silicio no le afecta la temperatura, y estando a punto de acabarse la reserva de marcha aún tenía exactitud dentro de parámetros COSC. ¡Encomiable!
Vacheron Constantin también presentó sus modelos de Watches and Wonders, así que pudimos disfrutar del Cornes de Vache 1955 (que expliqué detalladamente en esta entrada) o de un Horas Mundo con una esfera tostada preciosa.
Y qué mejor forma de acabar este artículo que con los relojes del maravilloso Kari Voutilainen, uno de mis relojeros favoritos. En primer lugar el precioso GMT-6.
Seguimos con el GMR, que ganó la sección de Reloj de Hombre en el GPHG
Y por último la edición que lleva el propio Voutilinen en su muñeca, con unas llamativas agujas naranjas para mejorar la lectura.
Y eso es todo. Espero que hayáis disfrutado. El año que viene, más (esperemos).