Si lo que buscamos en un reloj es un impacto a primera vista desde luego Breitling debe estar en lo más alto de nuestra lista de candidatos. Sus relojes son siempre llamativos, poderosos, con mucha personalidad. Una de sus líneas es el Avenger que ahora recibe un nuevo traje que lo reviste de aire aún más militar: es el nuevo Breitling Avenger Bandit.
Las formas del reloj ya nos son conocidas: caja de 45 mm pero construida en titanio, para hacerla más ligera. En el bisel sobresalen las cuatro referencias horarias principales (12, 3, 6 y 9) y el 12 ha sido sustituido por un punto luminiscente. Es el bisel marca de la casa. Es también de gran tamaño y móvil, con los numerales grandes grabados para mejorar la lectura y con la misma estética que los de la esfera. Todo, como decía, es parte de la identidad de Breitling, que ha conseguido encontrar un diseño capaz de transmitir la personalidad buscada a pesar de las numerosas iteraciones. En el lateral los pulsadores son también contundentes, con una superficie en damero para mejorar el agarre sobre el área de presión o en el giro de la corona.
La esfera gris es también perfectamente legible y con una notable prestancia, ya que todos los elementos son, nuevamente, de gran tamaño. Llama la atención especialmente los numerales arábigos que, como en otras variantes del modelo (algunas son simplemente índices), aparecen divididos como suele ser habitual en aeronaútica. Se podría pensar que esto dificulta la lectura, pero es al contrario: cuando miramos la esfera nuestro cerebro, de manera inconsciente, busca “cerrar” el número, por lo que la cifra se remarca aún más en nuestra retina. Una manera estupenda de darnos la hora subrayando a la vez la propia personalidad. Las manecillas de bastón son, como todos los demás elementos, grandes, y su tratamiento con material luminiscente -al igual que los numerales- hacen del reloj un instrumento legible en cualquier condición. La marca no renuncia a su nombre y logotipo también en gran formato, y se sirve de la configuración del cronógrafo para ubicarlo en la región de las 3 horas, al lado de la ventana de fecha. Los demás espacios están ocupados por la esferas de 30 minutos y doce horas (a las 12 y a las 6) y el pequeño segundero a las 9.
Ello es porque el motor del reloj es el calibre 13, que es como denomina Breitling al ubicuo Valjoux 7750, su compañero durante décadas. Como siempre en Breitling el calibre tiene la certificación COSC y, como también es habitual, no es visible porque tiene el fondo cerrado. Imprescindible en un reloj que se puede sumergir hasta los 300 metros. Pero el reverso no es un simple disco de acero, sino que Breitling ha aprovechado para incluir una serie de reglas de conversión de capacidades para cálculos de combustible, reminiscente de las que antiguamente necesitaban los aviadores.
El reloj se ata al pulso con una nueva correa de tela que en el interior es de caucho y en el exterior una fibra textil de color antracita que le confiere ese porte claramente marcial y que le sienta francamente bien porque el reloj es de por sí militar. Ello que no impide que se le pueda poner otro tipo de correa o brazalete, aumentando su versatilidad aunque siempre dentro del ADN que siempre esperamos de los relojes de Breitling. El precio del Breitling Avenger Bandit no se ha confirmado aún, pero supongo que estará en la órbita de sus hermanos de colección. Breitling.com