Poder hablar con un alto directivo de una manufactura es siempre una buena oportunidad para saber algo más de una marca, más allá de los lanzamientos de los relojes. Y si la entrevista es con alguien de Glashütte Original sabes que vas a tener delante una persona franca y abierta, con verdadero orgullo de la casa que representa. Ese es el caso de Dieter Pachner, Vicepresidente de ventas de la manufactura sajona.
Dieter Pachner conoce el negocio desde su esencia, porque se formó en relojería en la Escuela Técnica de Karlstein, donde en 1990 obtuvo su diploma de Maestro Relojero. Un conocimiento que sin duda le ayudó en la deriva claramente comercial que tomó su carrera cuando en 1993 entró en la Swatch austríaca como representante de ventas. Un año después ya era Product Manager. En 2002 pasa a ser el Director General de Glashütte Original y UNION Glashütte en Austria y en 2006 también para Suiza, Hungría, Eslovenia, la República Checa y Eslovaquia. Por último en 2008 es nombrado Vicepresidente de ventas/Glashütter Uhrenbetrieb GmbH, Glashütte / Sa. Por tanto pocos hay que tengan un conocimiento tan completo de todos los aspectos concernientes a la marca, y eso es lo que le hace tan solicitado y que en consecuencia nuestra entrevista fuera -desafortunadamente- tan corta.
Horas y Minutos: El éxito de los Sixties Iconic ha sido fenomenal. Podrían haber hecho una edición limitada con el triple de unidades y también se habrían vendido en un suspiro. La repercusión en los medios fue gigantesca, traspasando los límites de la prensa relojera para llegar a todo de prensa, incluida la de estilo de vida y moda. ¿Cómo se consigue el equilibrio entre un modelo que todo el mundo considera como «súper cool» y la esencia relojera de la manufactura?
Dieter Pachner: Es que para nosotros no es así. Para nosotros los Sixties Iconic (que repasamos en vivo en este artículo) es pura historia nuestra. No es un reloj de moda o pensado para el mercado de la moda; no es una nueva dirección para la manufactura, es siemplemente un hito más.
HyM: ¿Eso significa que volverán?
D.P.: Es muy importante para Glahütte Original revisar esta parte de su historia, porque pertenece a un momento en que una generación entrega el testigo a la siguiente. Si no fuera por este momento en nuestra cronología no estaríamos donde estamos ahora. Tras la Segunda Guerra Mundial todas las casas relojeras se unieron en una sola bajo la denominación GUB. La empresa, por las circunstancias geopolíticas, pasó a estar 100% integrada verticalmente, fabricando todos los componentes incluidos nuestros propios espirales. Y además, estéticamente aparecieron unos diseños increíbles que son en realidad un homenaje a la creatividad de una generación que trabajaba en unas condiciones difíciles, sin el acceso a materiales y tecnologías que sí existían en otras regiones relojeras europeas. Por ello es por lo que le prestamos mucha atención, por su importancia capital en el desarrollo, presente y futuro de Glashutte Original. Por eso comenzamos con la colección Sixties que ahora hemos ampliado centrándonos en las esferas, ya que como sabes tenemos nuestra propia fábrica de esferas en Pforzheim que conserva en sus archivos las esferas que se fabricaban entonces (puedes ver nuestro reportaje sobre la fábrica de esferas en esta entrada). Somos de las pocas manufacturas que fabrican sus propias esferas, lo que nos dota de una competencia singular en el mercado. En definitiva, no vamos a dar de lado lo que es parte esencial de nuestra historia.
HyM: La verdad es que cuando visitas la manufactura, y en particular la fábrica de esferas te das cuenta del increíble fondo de información –e inspiración- que hay allí.
D. P.: Claro, y nosotros pensamos que es una de nuestras fortalezas, y un gran bastión para el futuro. Como lo es que tenemos nuestra propia escuela de relojería en la que los estudiantes aprenden a estrechar la mano a la generación anterior, entender, asumir y agrandar sus postulados, difundiendo nuestra competencia técnica en nuevos productos que no pierden su identidad de marca y que nos ha llevado a la posición en la que ahora estamos.
HyM: ¿Volveremos a ver la colección Sport?
D. P.: Glashütte Original tiene cuatro pilares. La colección Art & Technik acoge los relojes con un altísimo nivel de acabados y con complicaciones muy exigentes; tenemos los Quintessentials con los revisamos los aspectos más tradicionales de la relojería y en la que están por ejemplo nuestros cronómetros, uno de los cuales, el Senator Observer, ha sido uno de los grandes éxitos de 2015 por su innovador acercamiento a la exactitud con una esfera moderna y a la vez profundamente enraizada en nuestra historia (puedes encontrarlo en esta entrada).
Tenemos también los 20 Century Vintage, en los que están los Sixties Iconic de los que acabamos de hablar, y por último los relojes de mujer. Con estas columnas cubrimos un espectro muy amplio con unas ideas creo yo muy interesantes. La línea sport fue un enorme éxito para nosotros, pero ahora mismo estamos centrados en estos cuatro pilares. ¿Volverá alguna vez? Nunca se puede dar un no rotundo, pero ahora mismo no está entre nuestras prioridades.
HyM: Una última pregunta, casi obligada: ¿qué piensa de los llamados relojes inteligentes?
D. P.: Supongo que pienso lo que mucha gente: no son auténticos relojes, son otra cosa, y no juegan en la liga en la que está Glashütte Original. Dudo que alguien que se compre uno va a dejar de comprarse uno de nuestros guardatiempos porque ya tiene un smart watch. Sin embargo creo que el reloj inteligente ha llegado para quedarse. ¿Cuántos relojes ha vendido Apple?
HyM: Pues por algún motivo que desconocemos Apple no ha revelado aún cuántas unidades ha vendido, pero se habla de 7 millones de relojes…
D. P.: Vamos a suponer que han vendido menos de la mitad de esa cantidad; vamos a pensar que han vendido «sólo» tres millones. ¿A cuántas compañías les gustaría vender 3 millones de relojes en un año? Sólo llevan un año y han vendido un montón de smart watch. Es evidente que el producto está ahí y que va a quitar ventas a otras marcas porque compite por el mismo terreno que los relojes de pila tradicionales: la muñeca. Y la tecnología irá evolucionando, así que será interesante ver a dónde va.
HyM: ¿Tan interesante como para que Glashütte Original se plantee hacer un smart watch?
D. P.: No, no vamos fabricar un smart watch nunca.
HyM: ¿Nunca?
D. P.: Jamás.