Certina tiene muy buena mano para ofrecer relojes que gustan mucho por su diseño y por la calidad que ofrecen, con unos precios más que ajustados. El nuevo Certina DS Eagle Chronograph Automatic no es la excepción, y además añade un diseño llamativo que se aparta de las líneas habituales.
Si miramos las colecciones de Certina vemos que el perfil de sus relojes es muy clásico. Las cajas mantienen los círculos clásicos (salvo el DS Podium Square Chronograph) y los diámetros nunca son aventurados. El DS Action Diver Chronograph apareció en 2012 y es uno modelo más apreciados de la marca. Es el único con medidas por encima de la media: 45,20 mm. Eso ha sido así durante estos años, hasta que ha llegado el Certina DS Eagle Chronograph Automatic que se enseñorea de la colección de la marca con sus imponentes 46 mm. Pero no es sólo ese milímetro más. Es sobre todo sus formas de cojín y su estructura monocasco lo que le dan una presencia tan notable.
La caja está realizada en acero 316L. El acero 316L es una variante del 316 que tiene un contenido de carbono inferior, menor límite elástico y también menor resistencia a la tracción. Ofrece en cambio mejor soldabilidad y menor probabilidad de aparición de corrosión entre las uniones. Se refiere a menudo a este tipo de acero como el acero «grado marino» debido a su resistencia a la corrosión, por lo que se ha convertido en un material muy adecuado para usarlo en ambientes acuáticos. No le viene mal al reloj porque es hermético hasta 200 metros, lo que de facto le convierte en un reloj de buceo aunque no sea ese su espíritu (carece de un bisel indizado para poder controlar los tiempos de inmersión). El acero 316L es además hipoalergénico.
Pero el acero no se ve porque está revestido con PVD negro. El PVD (Physical vapor deposition) es un método de revestimiento de superficie que convierte en vapor una aleación (normalmente de titanio, cromo o circonio) que se vaporiza y deposita sobre la superficie a proteger, creando una excelente barrera contra la abrasión y los impactos. El negro le sienta de maravilla al reloj porque lo dota de un porte aún más poderoso. El bisel roscado también recibe el mismo tratamiento y en su conjunto el guardatiempos tiene un potente impacto visual, con un cierto aire a los modelos de Hublot.
Al contrario que los demás cronógrafos de la casa, este Certina DS Action Eagle Chronograph Automatic tiene unos pulsadores de cronógrafo rectangulares, muy bien integrados en la carrura y con una pulsación sencilla y efectiva. Se adaptan a la forma de los protectores de la corona roscada de manera que no protruyen y dan a la máquina un aire deportivo muy moderno. La corona, a pesar de los protectores, se maneja bien gracias al acanalado y está decorada con un anillo del mismo color que los acentos de la esfera.
La esfera está dispuesta en varios niveles. La escala del taquímetro se encuentra sobre un plano inclinado que termina en el carril de los minutos. Los índices, al sacar casi la mitad del cuerpo de la línea de los minutos, aumentan la sensación de dinamismo. A las tres el el mismo material brillante de la minutería conforma la ventana de fecha. Yo soy de los que prefiere la fecha en el mismo color que la esfera, pero en este caso es correcto que sea en blanco porque si no se perdería entre tanto elemento y costaría leerla. La superficie de la esfera está decorada con una rejilla negra que se interrumpe a las 12, 6 y 9 con los tres contadores del reloj: 30 minutos, 6 horas y el pequeño segundero, respectivamente. Las tres subesferas presentan un semicírculo en verde; las del cronógrafo a la derecha y la del pequeño segundero a la izquierda.
El conjunto se completa con la trotadora del cronógrafo también en el mismo verde para completar una faz francamente atractiva. Para ofrecer mejor lectura los tres diales tienen una decoración circular que contrasta perfectamente con la decoración principal de la esfera. Las manecillas de horas y minutos, sin embargo, sufren más para hacerse visibles; particularmente la de las horas resulta ligeramente pequeña y su lectura, cuando pasa por las subesferas, no es todo lo buena que debería ser. No es obvia, por así decir. A cambio la lectura en la oscuridad está garantizada gracias a los generosos tratamientos luminiscentes tanto de manecillas como de índices.
El cronógrafo se mueve gracias al calibre ETA C01.211. Éste es un calibre lanzado en 2008-2009 a petición de Tissot, que quería una alternativa al Valjoux 7750 más barata e igualmente eficaz. El movimiento no estuvo exento de polémica en su momento por el número de partes plásticas que incorpora, pero el material se usa sólo para piezas que no sufren desgaste. Pero sobre todo hay que tener en cuenta que la base que tomó ETA para desarrollarlo fue el Lemania 5100, un calibre clásico que algunos consideran incluso mejor que el 7750. Sea como fuere el reloj lleva suficiente tiempo en el mercado como haber sido refrendado por numerosos modelos tanto de Tissot como de Certina. El calibre se mueve a 28.800 alternancias a la hora y tiene 45 horas de reserva de marcha.
Un cristal de zafiro permite ver el calibre del Certina DS Eagle Chronograph Automatic, al que además se le ha añadido la tortuga de la marca. El único fallo es que el rotor, negro, lleva unas inscripciones que al cabo no se leen adecuadamente y emborrona el efecto de la tortuga esqueletada. Pero en cualquier caso se agradece la inclusión de un zafiro. Eso demuestra el gusto por el producto y el cuidado por los usuarios.
Cuarenta y seis milímetros, por más estilizados que sean, son difíciles de acomodar en todas las muñecas. El Certina DS Eagle Chronograph Automatic sin duda se hace notar allá donde esté, por personalidad y por tamaño. Por supuesto es un reloj deportivo, y por tanto la ropa tiene que adecuarse a sus hechuras. Además del diámetro total hay que considerar la altura, también significativa pero algo disimulada por la inscripción de la marca. Olvídate de esconder el guardatiempos debajo del puño de la camisa, pero es obvio que quien se lo compre no lo va a usar para ir a un baile de gala.
La correa es de caucho y se incrusta en la caja mediante unos tornillos, reforzando nuevamente la imagen de solidez y resistencia de toda el conjunto. Tiene un detalle muy sencillo pero muy de agradecer: la punta de la correa tiene un saliente para que no se salgan ninguno de los dos pasadores, que se ajustan perfectamente a la prominencia. La correa replica además el patrón de la esfera.
El Certina DS Eagle Chronograph Automatic está disponible en tres versiones: la que acabamos de ver, otra con la caja de acero y los acentos en rojo y por último una en PVD oro rosa con los acentos también en rojo. El precio del reloj depende de la versión; la más barata es la de acero, de 1.690 €. La de PVD oro rosa es la más cara y cuesta 1.820 euros. Por último la versión en PVD negro y acentos verdes que hemos revisado y que para mí es la mejor, tiene un precio de 1.790 euros. Los relojes estarán disponibles a finales de mes en las tiendas, y es una magnífica oportunidad para hacerse con un buen cronógrafo automático, con personalidad propia y con buen precio. Más información en Certina.com