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Montblanc 4810 ExoTourbillon Slim 110 Years Editions

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La manufactura Montblanc celebra este año el 110 aniversario de su fundación, y lo hace con una serie de modelos que renuevan la colección 4810. Entre ellos destacan los Montblanc 4810 ExoTourbillon Slim 110 Years Editions, con unas preciosas esferas pintadas a mano en edición limitada.

El nombre de la colección, 4810, corresponde a la altura del Montblanc y se utilizó en 2006 para conmemorar el siglo de vida de la casa. Ahora se retoma pero desde una perspectiva viajera, porque Montblanc se creó en una época de efervescencia de los viajes largos, ya que tanto la navegación marítima como el ferrocarril ayudaron a los movimientos continentales e intercontinentales que al cabo supusieron un enorme intercambio de información industrial y la consecuente creación de numerosas empresas. De ahí que los Montblanc 4810 ExoTourbillon Slim 110 Years Editions presenten los tres continentes que más influyeron en ese flujo de saber científico y técnico.

Y lo hacen en unas cajas de oro blanco de 42 mm de diámetro y 10,14 de altura. No está nada mal sabiendo que es un movimiento automático -con microrrotor- y además con el ya conocido exotourbillon. Como es habitual en los relojes clásicos, la caja combina el pulido en las superficies frontales con el satinado de las laterales.  Las asas, que tienen una presencia poderosa por su grosor y longitud, han sido curvadas en su extremo para adaptarse mejor a la muñeca, ya que 42 mm puede ser demasiado grande para algunos usuarios. El bisel se ha refinado de manera que la esfera se convierte en la absoluta protagonista, mientras que la corona, grande y de buen agarre gracias a su acanalado, presenta el emblema de Montblanc en madreperla que recuerda inmediatamente al que vemos en la cabeza de los instrumentos de escritura de la casa.

La esfera presenta los continentes tal como los veríamos desde un satélite, incluso con las zonas más o menos profundas de los océanos y las terrestres según sean más o menos fértiles. Todo está pintado a mano y el lienzo que acoge la pintura ocupa tres cuartas partes de la esfera. El límite es la ventana del exoturbillon, a la que rodea, y un parte inferior decorada con Côtes de Genève en un gris claro que crea un contraste elegante.

Las manecillas están muy bien resueltas. En primer lugar están esqueletadas para poder disfrutar de la esfera. Están rodiadas para que destaquen adecuadamente en cualquiera de las tres zonas diferenciadas: la pintura, el nivel inferior con Côtes de Genève y el exotourbillon, con su preeminencia dorada. Por último, tienen una buena longitud -particularmente la de los minutos-, necesaria en una esfera en el que la única referencia horaria es el 12 romano, que también está rodiado.

Alrededor de la esfera se ha pintado la minutería con puntos luminosos en las marcas en las que no hay números, pensado para facilitar una lectura del tiempo que, obviamente, no el objetivo principal de la esfera. Lo que no quiere decir que el reloj no sea una máquina precisa: el mero hecho de la inclusión del exotourbillon habla a las claras del deseo de Montblanc de distinguirse en todos los aspectos de la relojería. Además el torbellino externo es sólo uno de los atractivos del movimiento de estos Montblanc 4810 ExoTourbillon Slim 110 Years Editions.

Como ya expliqué en este artículo y en este otro, el exotourbillon permite que el volante quede fuera de la caja del mismo y por tanto puede ser más grande -mayor inercia y mejor cronometría- mientras que la caja es más pequeña -un ahorro de un 30% de energía-. En este caso además está decorado con 18 tornillos para darle un aire clásico, cuatro de los cuales sirven para su ajuste -realizado en 5 posiciones-.  El que el volante esté fuera de la caja permite implementar su parada cuando se tira de la corona, lo que ayuda a ajustar de manera precisa la hora. En los -pocos- modelos en los que se para la caja del tourbillon completa el volante puede seguir moviéndose por la inercia, lo que afecta a su cronometría.  Otra de las ventajas de esta excelente solución técnica de Montblanc. Por último, al hacer cada giro completo en un minuto se ha añadido una punta de flecha roja para tener un pequeño segundero.

El exotourbillon forma parte del nuevo calibre de manufactura MB 29.24, en el que aparece por primera vez un microrrotor. Todo el calibre está decorado con Côtes de Genève Eventail, que quiere decir abanico. El conjunto, con los tornillos en acero azulado, los rubíes (29 en total) y el microrrotor dorado, es realmente agradable de ver. Como hay mucha superficie metálica abrazando el zafiro posterior, Montblanc la ha llenado de información (incluido un peculiar signo de agua para la hermeticidad). Destaca especialmente el grabado del nombre de la marca y de la colección, un detalle más de calidad.

La ya citada altura de poco más de 10 mm hace que el reloj se lleve bien con puños cerrados, como se puede ver en las fotografías. Pero no es un reloj que quieres llevar escondido, porque te va a gustar verlo a menudo (y que lo vean, a ser posible). Es sin duda un reloj de vestir distinto, al que probablemente le hubiera beneficiado una caja de oro rosa en vez de oro blanco.

Aun así su atractivo es indudable, y al ser colecciones tan escasas y tan bien realidad no es arriesgado decir que van a ser muy buscadas por los coleccionistas. Son 36 unidades para las versiones de Europa y Norteamérica, y 38 para el continente asiático. En efecto, 110 unidades en total. El precio de los tres Montblanc 4810 ExoTourbillon Slim 110 Years Editions es de 44.200 euros. No es, desde luego, un precio al alcance de cualquiera, pero teniendo en cuenta el material utilizado para la caja, el calibre de manufactura, el exotourbillon exclusivo de Montblanc y la originalidad de la esfera tampoco me parece disparatado. A mí el de Europa no me importaría tenerlo, por ejemplo. Es más, me gustaría mucho. Más información en Montblanc.com.

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