Éste es un año importante para Seiko porque celebra el 60 aniversario de su primer reloj automático, y lo hace presentando la colección Seiko Presage, que está llamada a ser un nuevo hito comercial para la marca.
En 1913 apareció el Laurel, el primer reloj mecánico de la casa. En realidad el nombre comercial Seiko aún no existía, así que se podría decir que «Laurel» es la marca más longeva de Seiko. En 1956 Seiko produjo su primer reloj automático, que ya incluía un indicador de reserva de marcha (de 36 horas, no está nada mal). Trece años después, en 1969, Seiko lanzó al mercado el primer cronógrafo automático (antes incluso que el Heuer Calibre 11).
Para celebrar el 60 aniversario de su primer reloj automático Seiko ha reunido los tres hitos y ha lanzado la colección Seiko Presage, encabezada por dos cronógrafos en edición limitada a 1.000 unidades que -oh alegría- estarán disponibles en todo el mundo. Van a ser objetos muy codiciados porque mil unidades es nada globamente hablando, y más cuando se leen sus características y precios.
Con una caja de 42 mm de diámetro y altura de 15,2 mm, el Seiko Presage Chronograph Limited Edition se ofrece en dos modelos de igual presencia pero con unas esferas decoradas con técnicas distintas: esfera de esmalte blanco (modelo SRQ019) o de laca Urushi negra (SRQ021).
El esmalte blanco es la terminación que ya conocemos como Grand Feu, que consiste en una base sobre la que se pinta con un polvo muy fino y que después se introduce en el horno entre 8 y 12 veces para conseguir la terminación adecuada. Este proceso es extremadamente delicado porque con las diferencias de temperatura el esmalte se puede quebrar, lo que significaría desechar la pieza y comenzar de nuevo. El resultado es una superficie vítrea a la que no le afecta el paso del tiempo y por ello no pierde nunca su brillo particular.
Por su parte la técnica Iro-urushi (色漆) se basa en el uso de la savia -venenosa al tacto- del árbol de la laca (cuyo nombre científico es indicativo de su peligro: Toxicodendron vernicifluum). Debido a su toxicidad es una técnica que sólo pueden llevar a cabo expertos. La esfera se pinta y pule a mano varias veces, de manera que adquiere una resistencia y un lustre único que además se endurece con el paso del tiempo.
Aunque he dicho que 1.000 unidades son pocas, son sin embargo muchas para realizarlas a mano, que es el caso en estas ediciones limitadas. Cada una de las esferas esmaltadas las realizan expertos bajo la batuta del maestro Mitsuru Yokozawa, mientras que Isshu Tamura dirige la sección dedicada a la laca Urushi.
Por debajo se mueve a 4 hercios un cronógrafo de manufactura con embrague vertical, rueda de pilares y reserva de marcha de 45 horas (se habría agradecido si fuera de 3 días, o al menos de dos días completos). Por si esto no fuera suficiente para captar la atención del aficionado están los precios: el Seiko Presage SRQ019 (esmalte) cuesta 2.500 euros, mientras que el SRQ021 (laca negra) tiene un precio de 2.800 euros. Poco más de la mitad de lo que cuesta un cronógrafo con el Valjoux 7750 (que no tiene rueda de pilares). Cronógrafo, fecha, calibre de manufactura, esfera realizada a mano y edición limitada con esos precios. Es imbatible.
LA GAMA PRESAGE 2016
Pero aparte de las ediciones limitadas Seiko propone una línea Seiko Presage destinada a captar al gran público, cada vez más exigente y que está a la búsqueda de modelos mecánicos más allá de los tradicionales calibres ETA, a precios acordes con la oferta y que saben muy bien lo que significa «calibre de manufactura». Para ese público los Seiko Presage van a convertirse en una opción extraordinariamente interesante. Fue esta colección la que se presentó en la boutique de Seiko en Madrid, con su embajador e imagen de la marca Francisco Rivera Ordóñez. Francamente simpático y cercano, la verdad.
Todos los Seiko Presage 2016 presentan las mismas funciones: 3 manecillas, fecha y reserva de marcha; muy completo para un reloj de entrada. Por lo que vi en la presentación hay una versión, el SPB041 que aparece a la izquierda, que sigue los pasos del cronógrafo homenaje en cuanto a esfera y decoración (aunque no está esmaltada sino decorada con un guilloché) y después el SSA303 con variantes en cuanto a los colores de esfera. Más aún, a España llegarán en una versión especial que añade una taza tradicional para beber sake, lo que hace del reloj una oferta aún mejor y que conecta de una manera muy atractiva con la tradición cultural japonesa.
Y además habrá una edición exclusiva para España, cuya primera unidad se entregó a Francisco Rivera (que la recibió encantado, claro, y eso que ya tiene un Grand Seiko) y que cambia los índices aplicados por numerales romanos y una preciosa correa azul a juego.
Todavía está por confirmar el precio de esta edición especial para España y si variará el precio de las ediciones con la taza de sake, pero en cualquier caso los precios son fantásticos para, repitamos, unos relojes con calibre de manufactura y nada menos que 100 metros de estanqueidad. El Seiko Presage SPB041 cuesta 990 € mientras que el SSA303 y sus distintas variables cuestan sólo 650 euros. Al igual que en el caso de la edición limitada, son relojes imbatibles en calidad y precio. Cuando lleguen en septiembre haré un reportaje con todos para poder apreciarlos aún mejor. Más información en Seiko.es.
