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Nuevo Bell & Ross BR 01 Burning Skull: Fotos en vivo y precio

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El nuevo Bell & Ross BR 01 Burning Skull es la nueva iteración de Bell & Ross sobre el tema de las calaveras y, sin duda alguna, la mejor de todas. Una caja compleja en su decoración y una esfera muy elaborada dan como resultado un objeto de deseo inmediato que puede no gustar a algunos pero que llama la atención de todos.

El Bell & Ross BR 01 Burning Skull no es «un reloj con calavera», como los muchos que se pueden encontrar por internet. Porque hay y ha habido muchos -la inmensa mayoría simplemente de moda-, y con todo el sentido: los esqueletos forman parte de la cultura popular desde tiempos inmemoriales y han sido utilizados de infinitas las maneras, desde por ejemplo para recordarnos en latín la brevedad de la vida (memento mori) a formar parte de una pieza de música clásica (la conocida Danza Macabra del francés Camille Saint-Saëns) o incluso para divertir a niños, como en The Skeleton Dance de 1929, la primera de las Silly Simphonies que creara Walt Disney.

Es lógico por tanto que muchas casas de alta relojería han hecho de vez en cuando un reloj con cráneo incorporado. Salvo el caso de los relojes de la escocesa Fiona Kruger, cuya colección está compuesta exclusivamente por relojes con forma de calavera (y que cité aquí), todas las demás aventuras con esqueletos han sido singulares, normalmente sin continuidad. Salvo en el caso del Bell & Ross cuya afinidad por el símbolo tiene todo el sentido, dada su unión con la aviación militar.

UN POCO DE HISTORIA

Soldados de la 82ª división en St. Marcouf, Normandía

La 82ª División de Infantería de los Estados Unidos se creó en agosto de 1917. Se nutrió enteramente de nuevos reclutas, casualmente de cada uno de los 48 estados de la República. Por eso pasó a conocerse como la «All American» y se reflejó en la insignia de su uniforme. El 15 de agosto de 1942 se convirtió en la primera división aerotransportada del ejército norteamericano y un año después participó en toma de Sicilia como primera intervención en la guerra.

Un día después, el 16 de agosto del 42, la 101 División de Infantería, creada en 1918, pasó a ser Aerotransportada y, como dijo su comandante, tenía «una cita con el destino». La frase tuvo tanta repercusión que acabó plasmada en una de sus insignias, aunque la más conocida es la que hace referencia a su apodo, «Screaming Eagles» (literalmente Águilas Chillonas) y que se puede ver aquí y en la siguiente foto.

El General Dwight Eisenhower se dirige a la 101 aerotransportada la víspera del desembarco de Normandía

Y en efecto, la 101 estuvo en algunas de las más importantes batallas de la Segunda Guerra Mundial: El desembarco de Normandía (donde fueron lanzados horas antes para «allanar» el camino y perdieron el 65% de sus efectivos bajo fuego enemigo), Carentan, la Operación Market Garden y, de manera significativa, la defensa de Bastogne en precarias condiciones, que supuso el punto de inflexión de la batalla de las Ardenas. La ofensiva alemana en Bélgica fue tan importante que implicó a 610.000 soldados americanos, que sufrieron 89.000 bajas de las cuales 19.000 fueron muertos en combate. Todo ello en menos de un mes.

Hacernos una idea de cómo vivieron el combate es sencillo: basta con ver una de las numerosas películas actuales sobre el tema (particularmente la serie Band of Brothers). Pero hacernos una idea de qué sintieron aquellos soldados mientras arriesgaban su vida por recuperar la democracia para nuestro futuro, eso es algo que nosotros, habitantes del siglo XXI, jamás podremos ni imaginar.

Miembros de la Easy Company en St. Marie-du-Mont

El emblema Death From Above (Muerte desde arriba), con la calavera, era usado por los paracaidistas americanos del 505 Regimiento de Infantería Paracaidista como uno de sus lemas y acabó adoptándose por todo el cuerpo de la aerotranportada. Aunque en realidad no es la insignia oficial de ninguna brigada paracaidista (aunque sí del 7º Ala de Bombarderos norteamericanos, que la usa en latín –Mors Ab Alto-), sí que se identifica con el cuerpo. Y es a aquellos primeros paracaidistas a quien Bell & Ross rinde homenaje.

BELL & ROSS BR 01 BURNING SKULL

En efecto, Bell & Ross produjo su primer reloj con el motivo de la calavera en 2009 y desde entonces ha ido actualizando la colección hasta tener 6 modelos, incluyendo este Bell & Ross BR 01 Burning Skull. Pero para B&R no es un reloj de moda, sino una pieza en plena sintonía con los presupuestos fundamentales de la casa: los relojes de inspiración militar. El año pasado, con motivo de su décimo aniversario, Bell & Ross lanzó el BR 01 Skull Bronze, que integraba una caja realizada en ese metal.

El Bell & Ross BR 01 Burning Skull tiene la icónica caja cuadrada de la casa en su medida más grande, 46 mm. No es una medida para todas las muñecas, pero la altura es lo suficientemente corta como para que el reloj no sea ingobernable. El material de la caja es el acero, en este caso pulido con chorro de arena. Esa terminación sólo se aprecia en los laterales, el canto de la caja y el bisel superior en forma de calavera y huesos, en cuyos extremos se alojan los tornillos que aportan una hermeticidad de hasta 100 metros. El resto de la caja está cubierto con un motivo que recuerda las técnicas de tatuaje, de las que en realidad no está muy alejado.

El buril del artesano abre líneas en el metal que van tomando la forma de llamas, letras y dibujos que luego rellena de laca negra, para posteriormente meterlo en un horno que endurece el líquido. Es un proceso que se repite varias veces hasta que se consigue la textura y el brillo deseado. En el anverso del reloj, además de las llamas, hay cuatro imágenes más. De izquierda a derecha y de arriba abajo podemos ver: una rosa, dos guadañas, un corazón  y un reloj de arena, todos símbolos de la vida y la muerte. Los lados derecho e izquierdo también tienen su propio dibujo.

La parte trasera del Bell & Ross BR 01 Burning Skull merece una mención aparte porque es aún más singular. En la parte de abajo aparece el nombre del reloj, el material, la hermeticidad y el «Swiss Made», todos realizados con un tipo de letra idéntico al usado en los tatuajes. Está francamente bien hecho. Y si antes decía que la técnica no se diferenciaba de las de los tatuajes, en la parte superior del reverso nos encontramos la confirmación: «Hand Tattooed». Pero lo que más me ha llamado la atención es el grabado junto al tornillo del símbolo &: «Do not unscrew», no desatornillar. ¡Es la primera vez que veo algo así! No se debería desatornillar ningún tornillo de la caja, de ninguna caja de ningún reloj, y sin embargo no se dice porque se supone. De hecho lees el mensaje y te dan ganas de hacerlo, sólo por curiosidad (cosa que desaconsejo, claro). Tengo que enterarme del porqué del aviso. La verdad es que no recuerdo un fondo cerrado tan entretenido como el de este reloj.

Y llegamos a la calavera del Bell & Ross BR 01 Burning Skull, con diferencia la más notable de todas las que ha hecho B&R porque está realizada con gran detalle y estampada sobre el fondo negro. Cuando miras el reloj realmente parece que surge del fondo, otorgando a la esfera de una excelente sensación de tridimensionalidad.

Como en los demás modelos de la colección el fondo negro está en realidad impregnado de SuperLuminova, por lo que el reloj por la noche es imponente. Pero, por primera vez en la colección, a la luz del día el reloj es como mínimo tan impactante como a oscuras.

Como ya es costumbre las manecillas toman la forma de una daga y un sable. Al situarse sobre el entrecejo del cráneo obliga a subir el calibre automático, lo que resulta en una corona desplazada de su posición habitual en el ecuador de la caja. Y en el cristal, también sobre las manecillas, se ha pintado el logotipo de la casa. Es la única pega que le pongo, porque emborrona la lectura de la hora. Un poco más pequeño habría quedado mejor, creo yo.

Digamos por último que el reloj se ata gracias a una correa de aligátor marrón con hebilla de ardillón y las iniciales BR grabadas. Una hebilla con personalidad, desde luego.

No me cabe ninguna duda de que las 500 unidades que componen la edición limitada del Bell & Ross BR 01 Burning Skull se van a vender en un suspiro, y eso que el precio no es barato: 6.900 euros, que se justifican en el gran trabajo que lleva el grabado manual de las cajas numeradas. Pero es que es un reloj realmente atractivo. A ver cuánto tardamos en ver alguna estrella de rock llevándolo en su muñeca. Si tú estás interesado en hacerte con una unidad, tienes más información y una tienda online en Bell&Ross.es.

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