El nuevo Hamilton Khaki Field Auto pertenece a una de las colecciones más exitosas de Hamilton, los Khaki Field. Ahora el modelo recibe una nueva esfera en un color azul muy logrado, así que merece la pena revisar un modelo con muchos argumentos para convencer entre los que están, cómo no, el precio.
Los «relojes de campo», en su denominación anglófona, o «de batalla», que es el término en español, están basados en los relojes que suministraba la casa al ejército norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial, y son sin duda una de sus colecciones más exitosas. Los llamados relojes de batalla o de campo tienen un diseño que es quizá el más accesible para todo el mundo. Son más pequeños y ligeros que los relojes de buceo, más sencillos que un cronógrafo y más aptos para cualquier circunstancia del uso diario que los relojes puramente de vestir. Estos preceptos los cumple el Khaki Field Auto a rajatabla. La caja de acero tiene 42 mm de diámetro, dos milímetros más de la versión caqui que vimos en vídeo en esta entrada. Está completamente satinada excepto en el bisel, que está pulido. Es un contraste que le queda muy bien y le da un toque más de vestir. Además con ese diámetro queda bien en prácticamente cualquier muñeca.
La esfera del Hamilton Khaki Field Auto presenta un azul muy bonito porque tiene un componente gris que rebaja la vivacidad del dial, ya que al fin y al cabo es un reloj de inspiración militar. El resultado es un color elegante, que no desentonaría en absoluto en relojes más de vestir. A mí personalmente me gusta mucho. Como siempre en los Khaki Field la legibilidad es excelente, tanto a la luz del día como a oscuras, gracias a los grandes numerales y a la generosa dotación de material luminiscente tanto en dichos numerales como en las manecillas.
Las agujas son de estilo retro, y nunca mejor dicho lo de agujas porque terminan en una fina punta que marca perfectamente la hora, lo mismo que hace la larga manecilla central de los segundos. Eso hace que la lectura sea muy precisa, a lo que ayuda la detallada minutería habitual en los cronógafos. Una vez más, el reloj es de inspiración militar y por tanto la lectura debe ser forzosamente precisa. Ese es el origen del dial de 24 horas, ya que es el horario que se usa en las instrucciones militares («el avance tendrá lugar a las 22:47»). El debate está, como siempre, en la ventana de fecha. Si tuviera los números en blanco y el fondo en el mismo color que la esfera será perfecta, pero entiendo que en relojes de este rango de precio hay que buscar sinergias, y este disco de fecha se utiliza en innumerables modelos.
Si damos la vuelta al Hamilton Khaki Field Auto vemos el calibre H-10, que es un ETA evolucionado para ofrecer 80 horas de reserva de marcha a costa de bajar la frecuencia de 4 a 3 hercios. Aunque no sea el más sexi del mundo se agradece poder ver el movimiento, que destaca por el rotor esqueletado con el logotipo de la marca.
Decía que el reloj quedaba bien en casi cualquier muñeca, y es verdad. Te haces inmediatamente con él y la verdad que da gusto girar la muñeca para ver la hora, o más bien para mirar la esfera. Aunque hay una versión con brazalete de acero yo creo que la NATO le queda muy bien, es más auténtico. El Hamilton Khaki Field Auto ya está disponible con un precio de 695 euros con la correa de tela y de 745 euros con brazalete. Más información en Hamilton.es.