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Pre-SIHH 2017: Audemars Piguet Royal Oak Frosted Gold

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Un nuevo avance del SIHH 2017, que ya está a la vuelta de la esquina: la gran dama de Le Brassus presenta los nuevos Audemars Piguet Royal Oak Frosted Gold, una reinterpretación en clave muy femenina -y muy artesana a la vez- del icónico reloj de la manufactura.

En 1976 Jacqueline Dimier aceptó el reto de adaptar el Royal Oak de Gérald Genta, el reloj deportivo masculino de lujo aparecido en 1972, a la muñeca femenina. De la tarea salió tan victoriosa que este año la manufactura celebra el 40 aniversario de ese hito con los nuevos Audemars Piguet Royal Oak Frosted Gold, nacidos ahora de la colaboración con la joyera Carolina Bucci.

El Royal Oak de mujer original de 1976

Carolina Bucci es una joyera hija de joyeros que vive a caballo entre Londres y Nueva York. Llegó al Royal Oak de una forma casual: su marido, por razones obvias, no le puede regalar joyas, así que le regala relojes. Él le preguntó hace cinco años qué reloj quería, pero ella no tenía una idea clara;  hasta que un día vio a un hombre llevando un reloj que le gustó mucho y que resultó ser un Audemars Piguet Royal Oak. Desafortunadamente el reloj ya no se hacía, porque era modelo de oro amarillo de 1983. Tiempo después su marido consiguió encontrar uno y se lo regaló para su 35 cumpleaños.

Carolina Bucci

La joyera ponía fotos en Instagram de su reloj junto con sus joyas, lo que captó la atención de Audemars Piguet. En 2013 comenzó a haber conversaciones entre el Director General de Audemars Piguet, François-Henry Bennahmias, y Carolina para ver de colaborar en un nuevo modelo femenino. Al final se decidió crear unos modelos que estuvieran decorados con la Técnica Florentina, lo que no podía ser más adecuado porque Carolina nació allí. La Técnica Florentina consiste en golpear la superficie con un punzón de punta de diamante, de manera que se va quitando material para crear una superficie rugosa que tiene un brillo diamantino. Lo vimos por cierto en el MB & F Legacy 101 Frost, con fotos en vivo y precios.

François-Henry Bennahmias, Director General de AP, con Carolina Bucci y Jacqueline Dimier en el despacho del primero

«A finales de 2014 enviamos algunos eslabones y partes de la caja a Florencia para comprobar la viabilidad del proyecto» -dice Bennahmias en una entrevista con el Telegraph-. «Volvieron con brillo bellísimo, pero era áspero al tacto. El segundo intento tenía el tacto correcto, pero no brillaba. La profundidad del impacto sobre el oro es muy importante: si profundizas demasiado es demasiado rudo».

Tras siete intentos de perfeccionar el acabado, que se hizo en Audemars Piguet con la supervisión de Caroline, se consiguió el equilibrio perfecto. El resultado son unos Audemars Piguet Royal Oak Frosted Gold en oro rosa y oro blanco y en dos medidas: 33 y 37 mm de diámetro. Los relojes de 33 milímetros llevan un movimiento de cuarzo, pero los de 37 integran el calibre automático 3120, un movimiento lanzado a primeros de siglo con el ya clásico rotor de oro con los escudos heráldicos de los fundadores, los Audemars y los Piguet.

Ya dije cuando presenté los Royal Oak Perpetual Calendar (aquí) que no hay satinado como el de Audemars Piguet. Pues si a ese satinado le añadimos la técnica Floretina el resultado es simplemente espectacular. La textura del oro punzado -que da aspecto mate o lleno de polvo de diamante según le de la luz- junto con el cepillado convierte a estos Audemars Piguet Royal Oak Frosted Gold en auténticas joyas.

El lanzamiento ha coincidido con el 40 aniversario del Royal Oak femenino, y además Carolina Bucci también nació en 1976, por lo que también cumple 40 años. Más aún, el pasado 9 de noviembre Audemars Piguet inauguró su primera boutique en Florencia. No puede haber una coincidencia más redonda.

Aunque los Audemars Piguet Royal Oak Frosted Gold están pensados para un público femenino no sería de extrañar que algunos hombre se sientan tentados por la versión en oro blanco. Al fin y al cabo 37 mm es una medida canónica para un reloj de vestir y, dada la construcción del Royal Oak, seguro que en la muñeca no parece tan pequeño como nos suena simplemente con el dato frío.

De lo que todavía no hay información es de los precios, que serán revelados en el SIHH. Pero seguro que los Audemars Piguet Royal Oak Frosted Gold van a ser un éxito. Uno más de la larga lista de este icono de la relojería que no conoce ocaso. Más información en AudemarsPiguet.es.

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