El Avenger es el reloj con aire más militar de Breitling, un aspecto aún más remarcado en el caso de este Breitling Avenger Hurricane que además incorpora un nuevo material y un nuevo calibre propio. Veamos todo lo que nos ofrece, incluido un buen precio.
El aspecto del Breitling Avenger Hurricane es uno de los más potentes de la casa, en todos los sentidos. Empecemos por el tamaño de la caja: nada menos que 50 mm de diámetro y 16,97 mm de altura, aunque en su descargo hay que decir que a mí me sorprendió esa medida porque, aunque desde luego el reloj no es pequeño, la sensación en la muñeca no era en absoluto tan gigantesca como la cifra indica. Ello es gracias a que toda la caja es negra mate y la esfera también, lo que reduce el efecto visual del reloj. Además el bisel tan ancho también hace su parte en disminuir la sensación de tamaño.
Hay otros relojes que con dimensiones menores dan más sensación de grandes, y son más incómodos de llevar. No es este el caso, lo que dice mucho del buen diseño del reloj. En la muñeca el reloj es extraordinariamente ligero gracias al uso de un nuevo material que la marca ha llamado Breitlight®. Es un polímero de carbono, un material procedente de otras industrias -como la aeroespacial y la del automóvil, siempre a la vanguardia- y que se usa a menudo en relojería. Como se deduce de la ® al lado del nombre, el Breitlight es un polímero de carbono pero registrado por Breitling, y por tanto no sabemos en qué se diferencia de otros derivados del carbono. La casa nos dice que el material, y por tanto el reloj resultante, es 3,3 veces más ligero que el titanio y 5,8 veces más ligero que el acero, pero notablemente más duro. Le viene al pelo a este Breitling Avenger Hurricane porque con sus dimensiones y en acero podría ser un elemento demasiado oneroso en la muñeca, mientras que esta unidad pesa sólo 68,92 gramos. Además tiene una serie de propiedades excelentes para un reloj que se quiere duradero y en permanente contacto con el cuerpo: excepcional resistencia al rayado, a la tracción y a la corrosión, antimagnetismo, estabilidad térmica, antialérgico y con un tacto más cálido que el metal. El resultado final es un satinado que revela su origen carbónico y una textura mate perfecta para su inspiración militar.
Por encima de la carrura del Breitling Avenger Hurricanese asienta el bisel clásico de Breitling: cuatro resaltes en los puntos cardinales, movimiento unidireccional y sistema de trinquete, además del punto de SuperLuminova en el resalte de las 12 y una grafía que después encontramos también en la esfera. Aunque el cristal de zafiro (abombado en este modelo) está justo por debajo del diamante en dureza un golpe puede quebrarlo, así que los resaltes ofrecen una protección extra anticaídas. El hermetismo está garantizado hasta los 100 metros.
Como la caja del Breitling Avenger Hurricane es mate, el brillo negro de la esfera y todos sus componentes resaltan aún más. El elemento más llamativo es sin duda los numerales arábigos en configuración militar, de manera que los índices van marcando el número de horas transcurrido desde las doce de la noche. En realidad donde dice 24 debería decir 00, que es como de verdad se marcan las horas militares, pero es una licencia que se permite la casa. Tener un diámetro de 50 mm permite a Breitling presentar numerales enormes, tres subesferas, el logotipo de la casa, cuatro líneas de texto por debajo de las alas y otra bajo el tornillo central, y aún así ser perfectamente legible.
La trotadora del cronógrafo tiene la punta perfilada en naranja, a juego con la subesfera de 30 minutos del cronógrafo -y la correa-. Tiene sentido que no se use el color también en el contador de doce horas a las 6 porque sería añadir otro punto de fuga innecesario, ya que rara vez se cronometra algo más allá de los 30 minutos. Tanto los numerales como las agujas de espada y la aguja del cronógrafo están perfectamente recubiertas con material luminiscente.
Otra de las novedades del reloj está en el interior: alberga el calibre de manufactura B12. Breitling ya tenía un calibre llamado B12, un movimiento manual basado en el Lemania 1873. A cambio este nuevo B12 es un cronógrafo automático con rueda de pilares, 4 hercios de frecuencia y reserva de marcha de 70 horas. La base es el calibre B01, seguramente modificado para acoger la función de 24 horas. Desafortunadamente el fondo está cerrado, pero también es comprensible en un reloj que quiere destacar su función de herramienta. Y como siempre en Breitling, tiene certificación COSC.
El reloj se ata a la muñeca con una llamativa correa militar, con fibra textil en la parte exterior y caucho amarillo anaranjado en el interior, y se cierra con una hebilla firme y efectiva.
Como ya he dicho el reloj es rotundo, pero llevable. Su aspecto técnico está perfectamente conseguido y su porte enérgico no pasa desapercibido. Es un reloj muy atractivo que seguro que va a iniciar conversaciones. Además tiene un precio atractivo: 7.890 euros para un cronógrafo distinto, con material avant-garde y calibre de manufactura. Y ya está disponible en las boutiques de la marca. Más información en Breitling.es.