Porsche Design ha llegado por fin a la Península Ibérica, de la mano de la distribuidora Diarsa, y lo hace con la última colección presentada en la pasada feria de Baselworld: los Porsche Design 1919 Datetimer Eternity. Vamos a ver los distintos modelos y sus precios.
UN POCO DE HISTORIA
Para quien no conozca nada de la marca pero le suene el nombre de Porsche Design 1919 Datetimer hay que decir que sí, en efecto, la marca está relacionada con el fabricante de bólidos. Pero no como uno pensaría, al menos en su origen. El fundador del estudio fue Ferdinand Alexander Porsche (conocido como “Butzi”), nacido en 1935 y primogénito del mítico Ferry Porsche, hijo a su vez del fundador de la marca, Ferdinand. Estudió diseño y se unió a la empresa familiar en 1958, donde recibió el encargo de diseñar el que a la postre se convertiría en el icónico Porsche 911.
A primeros de los años 70 Porsche KG pasa a ser una empresa anónima y la familia debe, según la ley, abandonar los puestos directivos. En 1972 F. A. Porsche funda Porsche Design, completamente independiente del fabricante de vehículos. Su primer diseño es un reloj cronógrafo que, irónicamente, le encarga la propia Porsche. De ahí pasa a colaborar con IWC en el diseño de relojes muy avanzados. Al mismo tiempo el estudio va creciendo y diversificándose hacia todo tipo de productos. En 1996 el Estudio compra la casa relojera Eterna, que fue vendida en 2012, año también del fallecimiento de Butzi. Años antes, sin embargo, el Estudio pasó a ser propiedad de una compañía creada entre F.A. Porsche y Porsche AG (la fabricante de vehículos), de la que sin embargo Ferdinand tan sólo poseía el 13%. Se cierra así el círculo de la historia familiar.
Los Porsche Design 1919 Datetimer Eternity son la revisión de la gama Porsche Design 1919, pero con una depuración de líneas que, dado el nuevo nombre, hace pensar al grupo que va a ser como lo que proclamaba el latino Horacio de sus escritos: «exegi monumentum aere perennius» (he construido un monumento más perenne que el bronce). Está claro que para llegar lejos hay que ponerse objetivos ambiciosos, así que qué mejor objetivo que la Eternidad.
La colección se gesta a imagen del mítico Porsche 356, de sus depuradas líneas (seguramente las que mejor transmiten la idea de ligereza) e incluso del tipo de letra utilizado en el nombre del vehículo. El concepto del Zeitgeist, tan querido en Alemania, era también un concepto en el que Ferdinand Alexander Porsche creía firmemente, y los diseños de su estudio siempre han tenido una especie de discurso interno que los hacen muy coherentes. La fuerza del diseño alemán, tan singular, lo distingue claramente de otras corrientes europeas y un movimiento como el de Bauhaus sigue tan vivo hoy como cuando se fundó… en 1919. Todo este acervo ha llevado al diseño de un reloj que cuanto más lo miras más te gusta.
Esta familia se compone por ahora de 5 modelos y el nombre común y completo de cuatro de ellos (el quinto lo veremos más adelante) es Porsche Design 1919 Datetimer Black Edition, a los que después se añade el apellido «Titanium and Rubber», «All Black», «Black and Rubber» y «All Titanium». Varía en función de si la correa es de caucho o un brazalete y si el titanio de la caja tiene color metálico o negro. Estamos acostumbrados a la actual moda de nombres de relojes largos, pero que el de un reloj cuya única complicación sea la fecha pueda tener 9 palabras bordea lo ridículo. Francamente, el diseño responde a los criterios de la Bauhaus, pero la decisión del nombre se la dejaron a un compositor barroco. Especialmente si tenemos en cuenta que todos los modelos están construidos exclusivamente con cajas de titanio. Sea como fuere, la elección del titanio como único material constructivo ya presupone la idea de no hacer cualquier reloj, sino uno coherente con el espíritu del Estudio Porsche en cuanto a ligereza de materiales y de estándares por encima de la media.
El titanio es un material muy resistente y duradero que además es mucho más ligero que el acero, y se generalizó tras su uso en la industria aeroespacial. No me cabe duda que aquí se ha utilizado el titanio por ese extra de calidad del reloj, pero además su escaso peso le viene perfecto: la caja tiene un diámetro de 42 milímetros y 11,92 milímetros de altura, pero la forma de las asas, absolutamente singular, haría del reloj una pieza más pesada de lo debido si fuera de acero. Este problema no existe porque el reloj es extraordinariamente ligero.
Además la manera en que está diseñada la sección de las asas aporta una sensación añadida de ingravidez, a la vez que una personalidad marcadamente propia. Sólo tiene una pega: al ser una estructura larga y no flexible puede no ser para todas las muñecas y además hay que buscarle el sitio; en mi muñeca al menos el reloj debía ir por detrás de la apófisis del cúbito (la protuberancia final del hueso de la muñeca) para sentirlo cómodo. Pero, una vez en sus sitio, el reloj se lleva de maravilla y da gusto mirarlo.
El acabado mate del titanio da un aspecto elegante a un reloj que sin embargo se siente muy deportivo, así que la mezcla da un resultado excelente. Sin embargo, salvo la versión con correa de cocodrilo que veremos luego, el Porsche Design 1919 Datetimer sólo está disponible en brazalete de titanio -precioso- o con correa de caucho, por lo que el uso diario se limita a la versión de todo-metal. Estaría bien que Porsche Design sacara una correa de cuero para aquellos que no quieren brazalete pero les gustaría llevar el reloj a la oficina sin tener que ir con caucho. Y la verdad es que sí quieres llevar este reloj a todos lados, porque gusta mucho. Por otro lado la correa de caucho tiene sentido porque el reloj es hermético hasta 100 metros, por lo que otro sitio donde te lo vas a llevar sin duda es al agua.
Mención especial merece la corona, un ejemplo perfecto de cómo tener un gen deportivo y a la vez elegante. Es una corona grande, pero no exceso, y la forma en que está labrada, con esos minúsculos clous de Paris, le otorga a la vez estilo y facilidad de uso. Y en el frontal tiene labrado el logotipo de la casa, que para mí es fantástico.
Como el bisel es muy estrecho la esfera parece aún más grande, y la sensación de pureza de líneas está perfectamente conseguida. Tanto los índices como los numerales están grabados en bajorrelieve y rellenos de SuperLuminova. Las manecillas tienen la longitud perfecta y la lectura del conjunto es intachable. Además la ventanilla de fecha, del mismo color que el resto de la esfera (¡bien!) deja sitio para el 3 completo, no lo corta.
Se puede decir, y es verdad, que eso es porque el calibre usado es el Sellita SW200 que tan solo tiene 26 mm de diámetro y por tanto la fecha se aleja de la posición ideal junto al borde de la esfera. Aún siendo cierto, también hemos visto muchos relojes con este problema que encima no lo resuelven adecuadamente y obstruyen la lectura del índice o el numeral. En este caso la resolución es perfecta. Por cierto que el calibre no se ve porque el fondo del reloj es ciego; demasiado espartano incluso.
1919 DATETIMER ETERNITY BROWN ALLIGATOR LEATHER
Llama la atención este Porsche Design 1919 Datetimer por lo distinto que es de sus hermanos. No en la forma de la caja ni en las dimensiones, pero sí cómo ha sido desarrollado. Claramente esta es la respuesta a lo que decía en la página anterior sobre una versión más «seria» para llevar a la oficina. Eso sí, con un incremento de precio de 1.000 que puede no resultar fácil de asumir.
En este caso la caja presenta la clásica combinación de contraste entre superficie satinada y superficie pulida que inmediatamente sube al reloj a la planta de relojes de vestir, pero sin perder la personalidad que le otorgan sus asas. Pero además se juega con dos colores: mientras la carrura adquiere un tono de bronce el bisel conserva el color metálico, al que el pulido hace resaltar aún más. La corona se ha dejado también en color metálico, y el conjunto es francamente atractivo.
La esfera deja de ser negra para meterse en una zona entre grisácea y verdosa, muy bonita. Además está realizada en un graneado fino que le de una textura cálida pero respetando plenamente la lectura de la hora. Es sólo un lienzo noble que resalta la función del reloj. El conjunto es muy elegante y, diría yo, el que más se a gusto se sentiría conduciendo el Porsche 356.
El reloj se ata con una correa de aligátor marrón con pespuntes y, al igual que las versiones de caucho, con una hebilla de ardillón con el logotipo grabado. Cuando se le coloca al lado de algún hermano de colección se nota la más que diferente presencia de esta versión, siendo esencialmente el mismo reloj.
La parte más difícil de aceptar de estos relojes es su precio. La versión más barata del Porsche Design 1919 Datetimer, la llamada Black Edition Titanium and Rubber, cuesta 2.950 euros, Con brazalete de titanio tiene un precio de 3.250 euros y la versión más elegante, la Brown Alligator Leather. escala hasta los 3.950 euros. No son en absoluto baratos (especialmente llevando en su interior un movimiento genérico), pero a cambio te llevas un diseño único y una construcción intachable. Yo he llevado el reloj puesto varios días y, además de disfrutar mucho de su diseño y de lo bien que queda en la muñeca, me he dado cuenta de que es un reloj que llama la atención, que inicia conversaciones por sí solo, algo que no ocurre a menudo hoy en día. Basta con probárselo una vez para saber de qué estoy hablando. Merece la pena visitar la página de PorscheDesign.com para tener más información sobre estos relojes y para ver los excelentes diseños de los productos de la compañía.