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Una charla con Jean-Louis Queimado, Brand Manager de Vacheron Constantin

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Jean-Louis Queimado es una de las presencias de más solera y experiencia de Richemont Iberia. Pero es que además es una gran persona, así que hablar con él es un placer que se puede extender por horas. Aquí resumo la conversación que tuve con él.

HorasyMinutos: Usted llegó a Vacheron Constantin en 1999. Si tuviera que destacar tres momentos especiales en estos 17 años, ¿cuáles serían? Momentos buenos ¡o malos!

Jean-Louis Queimado: Es mejor recordar siempre los buenos. El primer momento fue sin duda cuando llevaba 3 días en la empresa y me fui a Suiza. Allí conocí al anterior presidente de Vacheron, Claude-Daniel Proellochs, que durante una hora me tuvo hipnotizado porque era alguien que vivía la marca profundamente, como nadie. Ese día me regaló una pequeña cruz de malta para llevar en el ojal y me dijo: «esto tienes que ponértelo siempre con orgullo. El día que no lo sientas, no te lo pongas. Pero cuando te lo pongas tienes que hacerlo con emoción». Él falleció en 2011, y me dio muchísima pena porque fue un enorme embajador nuestro que llevó a la marca a donde está hoy. Aún me emociona hablar de él.

(bajo el mandato de Proellochs, de 1988 a 2005, Vacheron incrementó su producción de 3.500 relojes anuales a más de 15.000).

Otro momento importante es, sin duda, cuando llegué aquí. Es decir, yo comencé en Portugal, durante cuatro años. Después me pidieron que viniera a España y fue una gran alegría para mí, un gran salto. También de peso, porque eso es lo que tiene vivir aquí: subes de peso.

HyM: ¡A mí me lo va a decir! -nos reímos-. (aunque a decir verdad Jean-Louis está en perfecta forma).

¿Un tercer momento? Cuando presentamos el 57260 (el reloj más complicado del mundo, que describimos detalladamente en este artículo). Fue algo que de verdad te emociona. Especialmente por la expectación, porque tardaron 8 años en terminarlo. Cuando el presidente (Juan Carlos Torres) presentó a los relojeros que lo crearon yo me dije «¿y estos quiénes son? ¿Dónde estaban?» ¡No los conocíamos! Estuvieron escondidos todo ese tiempo creando el reloj. ¿Estaban bajo tierra? ¿Les daban comida por debajo de la puerta? (se ríe).  Y además eran muy jóvenes, no llegaban a los 30. Es decir que cuando empezaron a trabajar eran ¡casi niños! Quiero decir, yo llevo mucho tiempo en la casa y conozco a la gente, cuando voy por allí me muevo por los pasillos, me entero de cosas… pero ¿esto? Nada de nada. Fue secreto suizo en su forma más pura. Así que ver aparecer una pieza tan excepcional fue muy, muy emocionante.

HyM: ¿Cómo ha cambiado el cliente de relojería de ese 1999 a hoy?

Jean-Louis Queimado: Sinceramente no creo que ha cambiado tanto. Lo que ha ocurrido es que hemos conseguido llegar a otro público manteniendo el nuestro. Siempre se ha tenido nuestra marca como tradicional, y es increíble que tenemos en nuestra colección relojes que tienen más de 10 años, pero que no hace falta cambiar porque tienen un diseño atemporal. Pero también hemos sabido evolucionar y crear tendencias para llegar a otros públicos. Por ejemplo, ahora las ventas de relojes femeninos representan ya una parte importante del negocio, un 20 ó 25% de las ventas. O el Overseas, ya en su tercera generación, que nos ha acercado a un público más joven que busca elegancia pero sin clasicismo (aquí presentamos el Overseas Chronograph).

HyM: ¿Y cómo ha cambiado Vacheron Constantin de entonces a ahora?

Jean-Louis Queimado: Pues conectando con lo que acabo de decir, la idea de no perder la esencia y a la vez abarcar un público más amplio significa un cambio de mentalidad, un deseo de innovar. Por ejemplo cuando lanzamos el Quai d’Ile en 2008, el primer reloj construido en serie que se podía personalizar, o las correas intercambiables del Overseas, un mecanismo sencillo y a la vez seguro que muy pocos pueden ofrecer.

HyM: ¿Considera Vacheron Constantin la posibilidad de abrir una boutique en España o Portugal, como han hecho otras marcas de Richemont?

Jean-Louis Queimado: No te voy a decir que no porque eso sería muy buena noticia, significaría que el mercado sigue creciendo. Aún así mi objetivo ha sido siempre crear una relación muy fuerte de confianza con los distribuidores, así que de momento no es necesario. Además podrías entrar en conflicto con la red. Y no porque no sea política de la marca, porque en un a década hemos pasado de 10 a 50 boutiques propias en el Mundo. Pero ahora mismo no nos hace falta, ni en España ni en Portugal.

HyM: Vacheron Constantin siempre sido muy discreta en sus patrocinios y su imagen social, y sólo se la ve en eventos relacionados con la «alta cultura», por así decir. ¿Cuál es el criterio de selección de dichos eventos?

Jean-Louis Queimado: Yo creo que lo primero es la calidad y la exclusividad de lo que nos proponen. Por ejemplo tenemos un acuerdo con la directora de orquesta Inma Shara desde hace más de 10 años. Cuando en 2004 ó 2005 ella estaba empezando nos envió su currículum, y a mí me gustó. Nos reunimos un día y las cosas encajaron, así que decidimos intentar apoyarla en su carrera. Hemos hecho varios conciertos con ella a lo largo de estos años. Y ella también nos apoya a nosotros. Cuando hace giras, aunque no estén oficialmente patrocinadas por la marca, ella me avisa para que pueda llevar a algún cliente, e incluso ¡me obliga! a pasar al camerino a saludarla. ¡Se enfada si no lo hago!

Siempre hemos buscado la calidad en los eventos que patrocinamos. El ballet de la Ópera de París, la Ópera de la Bastille, donde hicimos un mural precioso; patrocinamos una orquesta en Nueva York… Pero siempre buscando la calidad. Ahora también estamos muy enfocados en colaborar con universidades de diseño y nuevas tecnologías, por ahora en Suiza. Hay cosas que lucen más: los barcos, los coches… pero no es lo nuestro.

Mural en la Ópera de la Bastille

HyM: ¿Y la cocina? ¿Sería una parte de la cultura en la que usted vería a Vacheron Constantin?

Jean-Louis Queimado: Bueno, ahí debo de decir que yo fui innovador e hice algo que luego me han copiado: tenemos una colaboración con Sergi Arola -no patrocinio, sólo amistad- y el creaba platos relacionados con nuestra gama de productos. Me encantaba uno de los platos que hizo con el Overseas: reproducía la esfera de un reloj con helado y cada índice era una especia distinta de todo el mundo. Era divertido e increíble, pero es algo sólo ocasional.

Sergi Arola y su Patrimony

HyM: VC está asociada con lo más puro y exclusivo del arte relojero. Sin embargo, aunque pueda parecer lo contrario, el ritmo de lanzamiento de nuevos relojes a lo largo del año es mucho más elevado de lo que uno pensaría. Incluso para casas como Vacheron ¿es necesaria tanta actividad para no perder tracción en el mercado?

Jean-Louis Queimado: Me sorprende que me digas eso porque en mi cifra de negocio anual las novedades tienen poca incidencia. Es verdad que eso va a cambiar un poco gracias a los Overseas, que es un pilar importante de mi cartera y con las novedades que ha presentado la balanza seguramente se inclinará hacia las novedades. Normalmente las novedades no superan el 10% del total de la facturación. Pero es verdad que una empresa con nuestra creatividad presenta novedades por puro empuje; especialmente en los Metiers D’Art, que por cierto fuimos los primeros en lanzarlos. De todas formas, comercialmente no tiene demasiada influencia porque yo nunca empujo al canal con novedades. No me interesa ese tipo de acción comercial porque a la larga es contraproducente. No me interesa «crear museos» en las tiendas.

Uno de los maravillos Métiers d’Art Savoirs Enluminés, de los que hablamos extensamente en otro artículo

HyM: Por cierto, ¿los Metiers d’Art tienen seguidores aquí en la Península?

Jean-Louis Queimado: Sí, algunos se venden, pero son ediciones tan limitadas y que sólo se venden en las boutiques que cuesta mucho conseguir unidades. Pero mira, antes me preguntabas por momento especiales y me acabo de acordar de otro: ¿recuerdas el reloj Mercator? Vacheron Constantin compró el atlas original de Mercator en una subasta, y yo hice la serie limitada del Mercator con el mapa de Portugal. Diez unidades solo. Tiempo después, precisamente en una cena en el restaurante Gastro de Sergi Arola, me vino un cliente con una de ellos en la muñeca. Él no era portugués sino español, de Extremadura, creo, y lo compró porque se veía en el mapa. Y la verdad, me emocionó verlo. Era como ver a mi hijo.

Mercator Portugal

HyM: También se lanzó un Patrimony para Rabat con la Sagrada Familia.

Jean-Louis Queimado: Sí, fue una conversación con Jordi Rabat para la apertura de su tienda. Además él ya tenía uno, fue su reloj de pedida. Y como el Patrimony tiene el fondo limpio era fácil personalizarlo (el reloj se puede ver aquí)Y les fue bien, porque estamos haciendo la segunda versión que tendrá esferas distintas; pero haremos una unidad más porque estamos en 2016. Las series limitadas deben ser limitadas de verdad. Eso de hacer series limitadas que al final son ilimitadas es un timo, y al final el cliente se da cuenta y rechaza el reloj. Hay que ser serios con las series limitadas.

HyM: ¿El reloj personalizado es una tendencia creciente?

Jean-Louis Queimado: No es una tendencia, es una obligación. Desde luego en Vacheron es algo que está funcionando muy bien. Por supuesto son pedidos especiales para gente especial que además no le importa esperar. Por ejemplo: hay un joyero español que me pidió un reloj para él, con unas características determinadas. Con suerte en el próximo SIHH del 2017 le podré enseñar algo de cómo va su reloj, pero lo pidió hace ¡5 años!

HyM: Si no tuviera una limitación económica, ¿qué Vacheron Constantin tendría?

Jean-Louis Queimado: Qué bueno, esa fue exactamente la segunda pregunta que me hicieron cuando me entrevistaron para este trabajo. La primera fue «¿qué reloj llevas?» y la segunda fue esa. Pues el nuevo Harmony Complete Calendar.

 

HyM: Pues mi última es su primera: ¿qué reloj lleva ahora?

Jean-Louis Queimado: Un Quai de l’Lile de oro rosa con doble calendario y correa de caucho. Yo no suelo llevar el último modelo, entre otras cosas porque del último siempre hay pocos y lo que hay que hacer es venderlo, no llevarlo. Este ya tiene ocho años, pero si lo miras, a pesar de los años, es totalmente actual. Esa es la esencia de Vacheron Constantin.

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