Volvemos a presentar más novedades pre-SIHH 2017, pero esta vez como más nos gustan: con fotos en vivo de los relojes, que es como más se disfrutan. En este caso es la nueva Montblanc 1858 Collection Bronce, que trae a su familia más vintage un material que también lo es y que en estos últimos tiempos ha vuelto a cobrar carta de naturaleza: el bronce. Vamos a ver los tres modelos, sus características y precios.
MONTBLANC 1858 CHRONOGRAPH TACHYMETER LIMITED EDITION
Sin lugar a dudas el más importante de los tres relojes que por ahora componen esta nueva colección Montblanc 1858 Collection Bronce es el cronógrafo monopulsante, gracias a su maravilloso calibre Minerva. Todo el que haya seguido a Montblanc en estos últimos años (y quien se llame a sí mismo «aficionado a la relojería» sin duda lo ha hecho, por su propio bien), sabe lo mucho y muy bien que está jugando en la primera división del mercado relojero, y lo importante que fue la decisión de Jérôme Lambert de poner a trabajar juntos a la sede de Le Locle con la de Villeret (donde se encuentra Minerva). El 1858 Chronograph Tachymeter es un hijo directo de esta colaboración, de los que hemos conocido dos ejemplares anteriores: el primero lo vimos en 2105 (y analizamos en detalle aquí). El segundo, en azul, se presentó este año en el SIHH, y ahora llega la versión de bronce.
El reloj está basado en un antiguo cronógrafo monopulsante de Minerva, y sobre él se ha construido el nuevo calibre MB16.29 (basado en el calibre de bolsillo 17.29), que es una maravilla de contemplar porque reúne todas las exquisiteces que se esperan de un calibre de la casa de la diosa. Tiene un diámetro de 38,4 mm, por lo que no es de extrañar que la caja tenga 44: hay que dejar espacio suficiente a esta fiera relojera. Integra el puente asimétrico que Minerva patentó en sus primeros años, así como las fluviales curvas del embrague y los brazos del cronógrafo, uno de los cuales acaba en punta de lanza -otro de los símbolos históricos de la manufactura-, y llevan a la rueda de 5 pilares.
El volante se mueve a unas tranquilas 18.000 alternancias a la hora (2,5 hercios), lo que permite disfrutar de la respiración del espiral y del movimiento del tren de ruedas. La platina está realizada en alpaca chapada en oro rojo (4N) con perlado en ambos lados, mientras que la decoración de los puentes, también de alpaca chapada en oro, es de Côtes de Genève. Por su parte los engranajes son dorados, con brazos facetados y superficies de diamante pulido. Todo ello visible gracias al zafiro posterior. El metal que lo rodea, por cierto, no es bronce para evitar problemas de alergia, sinto de titanio coloreado. La estanqueidad es de tan solo 30 metros, pero nadie en su sano juicio querría meterse con este reloj en el agua.
La caja y el bisel del por ahora único cronógrafo en la Montblanc 1858 Collection Bronce tiene todo el conjunto satinado menos la sección vertical del bisel, con una corona en forma de cebolla que incluye el pulsador del puesta en marcha, paro y reseteo del crono con el logotipo en relieve. El cristal de zafiro abombado, muy de época, hace que la altura total del reloj se eleve a unos perfectamente llevables 13,15 mm.
A juego con la caja, la esfera es de color champán, lo que termina por rematar el aspecto furiosamente vintage del reloj. Además, al ser decoración rayos de sol la gama colores varía con el movimiento, haciéndola aún más atractiva. Del contraste se encargan las manecillas tipo catedral chapadas en oro rojo de 18 quilates, rellenas de SuperLuminova beige, al igual que los numerales (aunque en realidad el brillo es el verde tradicional).
A las 3 horas aparece el registro de 30 minutos del cronógrafo, mientras que a la izquierda encontramos el pequeño segundero. El toque de color lo proporcionan la punta de la trotadora del crono y los números 60 y 30, todos en rojo. Por último la esfera está rodeada en el exterior por una escala taquimétrica, que ejerce de singular minutería de ferrocarril.
El reloj queda particularmente bien en la muñeca porque la ligereza de sus tonos no le hace parecer grande y además está muy bien construido, de manera que se asienta muy bien sobre el pulso. Se cierra con una correa de aligátor color cognac creada por la Peletería Montblanc y una hebilla chapada en bronce satinado.
El 1858 Chronograph Tachymeter es una edición limitada a 100 unidades que imagino ya estarán todas reservadas, por lo que será muy difícil ver alguna fuera del Salón de Ginebra. Su precio es de 27.500 euros que, francamente, me parece un chollo para un reloj así.
MONTBLANC 1858 AUTOMATIC DUAL TIME
El segundo reloj en importancia dentro de la Montblanc 1858 Collection Bronce es el 1858 Automatic Dual Time. Es un reloj que mezcla un calibre automático base (Sellita SW 300, de 4 hercios y 42 horas de reserva de marcha) con una complicación creada en la propia Montblanc y que hace muy sencillo usar la función GMT. La manecilla de GMT permanece escondida bajo la de las horas hasta que llega el momento de utilizarla. Mediante la corona se hace un ajuste rápido de la hora en destino porque la aguja de las horas va saltando en incrementos o decrementos de una hora. Pero durante el tiempo de ajuste ni el segundero ni el minutero se detienen, por lo que no se pierde exactitud en la medida del tiempo.
Además la ventanilla de fecha se mueve en conjunción con la hora de destino, mientras que el indicador de día/noche, justo debajo del logotipo de la casa funciona con la hora de origen. De esta forma sabes si en casa es de día o de noche, evitando sobresaltos por una llamada a horas intempestivas. La manecilla de la hora local está esqueletada para ser lo más discreta posbile, pero Montblanc ha tenido el detalle de pintar la punta con SuperLuminova para poder leerla por la noche.
La caja también es de 44 mm de diámetro, lo que hace que la ventanilla de fecha quede muy hacia el centro (porque el calibre tiene sólo 25,60 mm de diámetro y se pierde en una caja tan grande). Pero está bien disimulada porque se recoge dentro de la esfera del pequeño segundero y además es del mismo negro que el resto del dial. En este caso sólo el bisel es de bronce, mientras que la carrura es de acero satinado. La hermeticidad es de 30 metros.
Esta complicación ya la habíamos visto en el Heritage Chronométrie Dual Time (lo vimos en vídeo aquí), pero yo creo que este 1858 Automatic Dual Time es más atractivo. Al igual que sus dos hermanos de colección el reloj lleva una correa color cognac, pero en este caso de piel de becerro y hebilla de acero satinado. Su precio es de 4.990 euros.
MONTBLANC 1858 AUTOMATIC
El último miembro de la Montblanc 1858 Collection Bronce es este 1858 Automatic, que comparte la misma construcción (carrura de acero y bisel de bronce) y diámetro (44 mm) que el Dual Time. También tiene la misma esfera -salvo las complicaciones, claro-. Es llamativo que este reloj, aún usando el calibre automático Sellita SW260-1, que incluye segundero, prescinda de él. Yo creo que tener un segundero central le habría venido muy bien, porque de esta manera la esfera queda demasiado estática, y es más difícil de vender. Eso sí, la trasera del reloj está muy bien decorada, con el edificio de Minerva grabado sobre el acero.
Y como también es el más delgado (11,10 mm) es el que mejor se puede enfrentar a las situaciones formales sin pelearse con los puños de la camisa. Y en la oscuridad sigue siendo igual de atractivo que sus hermanos más complicados.
También se beneficia de la correa vintage de piel color marrón y la hebilla de ardillón en acero, haciendo de este reloj -si obviamos la ausencia del segundero- una pieza atractiva y fácil de combinar.El precio del reloj es de 3.490 euros.
Esperemos a ver qué más novedades nos presenta Montblanc en el SIHH que, a la vista de este aperitivo, seguro que no defrauda. Como siempre. Más información en Montblanc.es.