Certina hace tiempo que decidió centrarse fundamentalmente en los relojes de cuarzo, lo que supone una ventaja competitiva en el mercado: gracias al respaldo del grupo Swatch puede ofrecer productos muy completos y bien realizados a buen precio. Ese es el caso de los Certina DS Podium Chronograph que vamos a ver.
Traer a estos Certina DS Podium Chronograph a Horas y Minutos no es porque Certina haya abandonado completamente los relojes automáticos, porque siguen estando en su cartera de productos. Más aún, no creo que vaya a hacerlo porque la historia de la marca le obliga a mantenerlos, además de que algunos de esos relojes son muy apreciados por su excelente relación calidad/precio (hemos visto un ejemplo histórico aquí y otro aquí en versión cronógrafo). Pero los relojes de cuarzo significan el grueso de sus ventas y por eso les dedica muchos esfuerzos. El mundo del cuarzo tiene sin duda ventajas pero también inconvenientes: la construcción de cuarzos está estandarizada y es muy barata, al tiempo que el servicio técnico no es tan importante porque en la mayoría de los casos las intervenciones van a ser para cambiar la pila. Pero sin embargo te metes en la lucha de un mercado mucho más anónimo en el que es difícil destacar.
En esto, como decía al principio, Certina tiene una clara ventaja al pertenecer al grupo Swatch. El grupo es especialista en ofrecer mucho por tu dinero, lo que en Certina se nota especialmente en la calidad de las materiales y en particular de las cajas, siempre bien realizadas y con unos acabados muy buenos. Siendo una marca que aspira a llegar al gran público, ofrece hasta siete versiones del Certina DS Podium Chronograph, todas -salvo una- basadas en el acero, así que seguro que se puede encontrar una para cada gusto.
Las cajas tienen 41 mm de diámetro y son herméticas hasta 100 metros, como debe ser. La sensación visual es mayor porque los elementos dentro de la esfera son grandes y agrandan las dimensiones, pero al cabo siguen siendo sólo 41 milímetros y el reloj se lleva muy bien en la muñeca. A ello contribuye el tamaño de los pulsadores, que tienen la medida justa para no incomodar el movimiento de la mano. Todas las versiones tienen la caja y las asas satinadas, pero en las de acero el bisel -que integra el taquímetro- está pulido. El acero, por cierto, es el 316L, conocido por ser hipoalergénico.
Como decía dentro de la esfera todo es grande. Los índices y numerales son aplicados, lo que aumenta la sensación de calidad. Están todos pulidos, pero yo creo que hubiera estado mejor satinados porque, tal cual son, la incidencia de la luz sobre ellos hace que no siempre se lean perfectamente. Tampoco es un problema mayor porque las grandes agujas de espada señalan bien el camino, mientra que para la oscuridad tanto ellas como los puntos sobre las horas están impregnados con SuperLuminova.
El reloj presenta un gran pequeño segundero a las 6 horas, un contador de 30 minutos a las 10 y un registro de décima de segundo a las 2 horas. Este contador funciona en tiempo real durante el primer minuto y después se para, ahorrando así energía. Cuando se detiene el cronógrafo la manecilla automáticamente señala la décima de segundo que corresponde a esa medición. Por último, a las 4 aparece una ventanilla de fecha, realizada con mucho más detalle del que se espera en un reloj de este rango de precios.
Las esferas pueden ser blancas, negras, azules o, como en la versión de titanio, de un color pizarra muy elegante. De hecho para mí la versión más interesante es la de titanio, porque sin perder el carácter deportivo tiene una apariencia más distinguida y se beneficia de la ligereza del titanio: el reloj es casi una pluma en la muñeca.
¿Y qué es exactamente ese sistema PreciDrive que lleva dentro el Certina DS Podium Chronograph? Aunque para el común de los mortales un reloj de cuarzo es simplemente «un reloj de pila» sin que se pueda distinguir entre uno u otro, para los que estamos dentro de este mundillo apasionante sabemos que hay cuarzos y cuarzos, y algunos son desarrollos absolutamente encomiables. El PreciDrive fue un desarrollo de Certina con ETA para conseguir un cuarzo con las especificaciones exigidas por el laboratorio COSC de cronometría, si bien no tiene el sello porque es muy caro pasar el test, y no compensa en un reloj de este tipo.
Esa precisión se alcanza gracias a la termo-compensación, que controla y compensa los impulsos de acuerdo con los cambios en la temperatura ambiente. Además, gracias al sistema de seguridad DS de Certina la humedad no afecta al movimiento. Integra un microcontrolador que puede gobernar varios registros a la vez gracias a su memoria flash integrada, y consigue que la velocidad de la manecilla sea de hasta 200 saltos por segundo en cualquier dirección. Sin embargo este aumento de velocidad no tiene efecto sobre el consumo; incluso, curiosamente, éste se ve reducido considerablemente a alta velocidad. Todo ello redunda en unas diferencias de +/- 10 segundos al año, lo que sitúa al PreciDrive en el podio de los grandes movimientos de cuarzo. Por supuesto el calibre no se ve: está tapado por un fondo roscado con la tortuga de Certina, muy bien grabada.
Los Certina DS Podium Chronograph se pueden conseguir con correa de piel de becerro o con un brazalete especialmente bien realizado, mezclando partes pulidas y satinadas. Todos los modelos se cierran con hebillas plegables. Una vez más, la versión de titanio resalta por encima de todas en su acabado y su tacto en la muñeca.
Todos los Certina DS Podium Chronograph están ya disponibles en las tiendas, con precios que varían según su configuración. Así, la versión con esfera pizarra y correa de cuero cuesta 470 euros. La versión con brazalete de acero y esfera azul (también hay una versión con esfera negra), tiene un precio de 495 euros. La versión de acero con recubrimiento PVD negro cuesta 525 euros. Por último, la versión de titanio tiene un precio de 655 euros. Más información en Certina.es.