Seiko nos tiene muy mal acostumbrados: siempre ofrece una de las mejores relaciones calidad-precio del mercado, y lo hace en todas sus gamas, de la más baja a la más alta. Una de sus colecciones, los Seiko Presage, sólo estaba disponible en Japón, pero ahora ya es global. Vamos a ver lo mucho y bueno que nos ofrece.
Hay que decir en primer lugar que la gama de Presage tiene a su vez dos subgamas: la Prestige y la Básica. De la gama Prestige ya vimos en este artículo los dos cronógrafos en edición limitada, sin duda una de las mejores ofertas del 2016 y del 2017 (si es que todavía están disponibles). La subgama Básica a su vez incluye tres modelos distintos, uno de los cuales ni siquiera aparece en la web de la marca. Es que en esto del marketing comercial Seiko va muy por detrás de sus competidores del resto del mundo. Es verdad que poco a poco va cambiando, pero lo cierto es que le cueeeesta.
Los que vamos a ver son, por clasificarlos de alguna forma, la gama alta de la gama básica. Aunque cuando ves la calidad de todos los relojes te das cuenta que es una diferenciación artificial. Estos Seiko Presage podrían entrar dentro de la -más o menos imprecisa- definición de «reloj de todos los días», porque presentan rasgos que los hacen sentir bien en casi cualquier ambiente.
A primera vista el reloj recuerda mucho al Grand Seiko, lo que es sin duda un piropo que cualquier reloj del mercado le gustaría recibir (si quieres ver un ejemplo de Grand Seiko, tienes uno aquí). Sin embargo su caja tiene 42 mm de diámetro -dos más que las versiones tradicionales del Grand Seiko- lo que le da un aire menos serio, más deportivo.
El Seiko Presage, que está fabricado en acero y con una versión en dos colores, alterna las superficies satinadas y pulidas con la excelente ejecución a la que Seiko nos tiene acostumbrados. Esto le da una personalidad refinada que le permite pisar una trabajo diario en oficina con aplomo. El satinado se extiende al brazalete de tres eslabones hecho a medida, de manera que la unión del mismo con las asas y la carrura está muy bien lograda, añadiendo otro punto de elegancia y buenos acabados.
La caja es estanca hasta los 100 metros, un estándar en Seiko que permite llevar el reloj puesto cuando estás en la piscina o el mar. No es que el Presage sea un reloj de buceo, claro; para eso Seiko tiene excelentes representantes, tanto de gama más asequible (estos) como de gama más alta, como este MarineMaster. Pero con 100 metros sí puedes hacer un buceo recreativo o, simplemente, zambullirte en la piscina sin mayor problema. Y encima, a pesar de dicha hermeticidad y de los precios ajustados del reloj, Seiko añade un cristal posterior para poder ver el calibre 4R57A, un movimiento -por supuesto de manufactura- más que conocido y fiable. Es más bien aburrido de ver, pero es un detalle que Seiko nos permita a nosotros ser los jueces de esa afirmación. El calibre se mueve a 3 hercios (21.600 alternancias a la hora) y tiene una reserva de marcha de 41 horas.
Si nos fijamos en la esfera nos encontramos con unas manecillas y segundero central inspiradas, una vez más, en el Grand Seiko. No tienen por supuesto es casi maniático nivel exigencia en el acabado de éste, pero no cabe duda de que están muy bien realizadas. Destacan especialmente las de acero azulado de la versión en plata, francamente atractivas. Lo mismo ocurre con las del modelo bicolor.
Para completar la apuesta por la elegancia el reloj presenta índices aplicados y facetados -dobles en los puntos cardinales- y una subesfera a las 6 con la fecha. La subesfera es una manera más elegante de presentar la fecha que una ventana, y siempre queda mejor integrada.
Pero también ofrece un gran indicador de reserva de marcha que abarca desde las 11 hasta las 4:30 y además va aumentando su tamaño para indicar de manera visual el aumento de carga. Es una forma harto inusual de presentar la complicación, y sin duda es lo que distingue la personalidad de este reloj. La reserva está señalada por una manecilla muy distinta a las de horas y minutos para no confundirla. Además el sector de la complicación está decorado con un guilloché.
A pesar de su diámetro el Seiko Presage se lleva muy bien en la muñeca porque la forma de la caja está muy bien pensada para que el reloj encuentre sus sitio incluso en muñecas pequeñas. Todo el que tenga un Seiko sabe lo bien que caen sobre la muñeca, y este Presage no es una excepción.
Digamos por último que hay también una versión de esfera azul, pero no la pude fotografiar porque no estaba disponible. Como decía al principio los Seiko Presage lo incluyen todo, y ese todo significa también el precio. Las versiones de esfera plateada y negra tienen un precio de 650 euros, mientras que las versiones bicolor y azul cuestan 690 euros. Además las cuatro versiones han llegado a España en un estuche especial que incluye una tacita tradicional japonesa para beber el sake, con la forma exterior de un demonio e interior una cara feliz. Ambos simbolizan el deseo de que la bebida traiga la felicidad y aleje de nosotros los tormentos que nos trae la vida. Y si te bebes la copita con el Presage puesto en la muñeca, mejor que mejor. Más información en Seiko.es.