Pocos relacionan al Grupo Swatch con la tecnología más avanzada pero el hecho es que entre sus las empresas que forman el Grupo hay compañías que se dedican exclusivamente a eso. Y la prueba es el anuncio de que han lanzadado el micro-chip Bluetooth más pequeño del mundo.
Puede extrañar que un chip Bluetooth sea algo de lo que Swatch se preocupe, pero recordemos que en 2015 el Grupo Swatch lanzó el reloj Bellamy en China (como reflejamos en esta entrada), un reloj que por menos de 100 euros permitía pagos desde la muñeca. Y lo hizo llegando un acuerdo con Union Pay (algo que no ha logrado Apple), la entidad financiera con más de 5.000 millones de tarjetas emitidas en todo el mundo. Este año además se espera un nuevo modelo del Bellamy.
EM Microelectronics es el centro de Investigación y Desarrollo del Grupo Swatch y junto con el Centro Suizo de Electrónica y Microtecnología (CSEM en sus iniciales en francés) han lanzado este chip Bluetooth que además ostenta los siguientes récords:
– Es -en primer lugar y por encima de todo- el chip Bluetooth más pequeño del mercado. La ultra-miniaturización de los componentes electrónicos es crucial para el aumento de funciones en aparatos electrónicos portátiles, y para el Internet de las Cosas.
– Tiene el consumo de energía más bajo -comparado con sus competidores- para diferentes escenarios de uso, aumentando por tanto la autonomía de los objetos conectados (ya sabemos que las dos grandes cuestiones existenciales de la humanidad en estos tiempos son «¿dónde encuentro WIFI?» y «¿dónde recargo el móvil?»).
– Su alta velocidad de arranque no tiene rival, lo que hace posible la mejora en la reacción de los aparatos y la mayor duración de la señal electrónica.
Además este chip Bluetooth ha sido oficialmente certificado con el último estándar bluetooth, el 5.0. El chip consiste en más de 5 millones de transistores en una superficie de unos 5 mm cuadrados. Está diseñado para tener la máxima flexibilidad para poder trabajar en solitario o en conjunto con varios sensores, que se pueden aprovechar de un microcontrolador que un consumo muy bajo o puede usar el chip para añadir comunicación Bluetooth a cualquier portátil electrónico.
El Grupo Swatch y el CSEM, ambos situados en el «Silicon Valley Suizo» (en Biel) están trabajando en un ecosistema suizo exclusivo, especialmente diseñado para satisfacer las necesidades del Internet de las cosas y, sobre todo, relojes. Esta plataforma se construirá sobre un sistema operativo único y hecho a medida.
Un paso más hacia el largamente esperado smart watch de Swatch, un producto del que todo el mundo se pregunta por qué no existe aún. La respuesta es sencilla: Swatch no quiere un reloj que haya que recargar cada 20 ó 40 horas. Por eso tiene a su empresa Renata, fabricante de baterías para productos electrónicos, buscando una solución que se ajuste a los parámetros que quiere Swatch: en boca de Stefan Pfrommer, «los clientes no quieren recargar el reloj más de un par de veces al año». Es un reto enorme, pero con las empresas de la rama de Sistemas Electrónicos (Renata, EM Microelectronics y Micro Crystal) el Grupo tiene confianza en que podrán llegar a una solución en un futuro no lejano. Más información en SwatchGroup.com.