Mañana comienza Baseworld 2017, la gran feria mundial de la relojería y la joyería. Cientos de expositores globales y decenas de miles de visitantes de todo el mundo se concentran en la ciudad de Basilea desde el 23 al 30 de marzo. Allí se pueden ver todas las marcas de relojería, grandes o pequeñas. Incluso algunas que ya estuvieron en enero en el SIHH repiten feria (¡qué voluntad!).
Yo estaré hoy mismo allí para empezar a preparar el extenuante plan de visitas, que se extiende desde las 9 de la mañana hasta como mínimo las 6 de la tarde. Por supuesto la comida es una quimera, porque ni hay ni te da tiempo. Incluso ir al baño es una actividad que debe ser programada porque los pocos baños que hay están lejísimos, habitualmente en las esquinas de los pabellones y tras bajar numerosas escaleras. No es algo que digas «me acerco en un instante, que me da tiempo». No lo da. Además también están los precios fuera de la feria, que ampliamente superan el triple de lo que cuesta todo cuando no hay feria.
A pesar de todo Baselworld es una feria en la que hay que estar porque allí ocurre todo, o casi todo. Y, como en toda actividad humana, una vez que te metes en ello lo disfrutas. Incluso estás deseando que llegue (como yo ahora mismo). Es verdad que el horario es tal locura que no te da tiempo a actualizar la página como te gustaría, pero lo que sí es seguro es que iré publicando cosas en nuestras redes sociales.
Por tanto, lo mejor es apuntarse a alguna de ellas. La primera, por inmediatez, es Instagram: esta es la cuenta de Horas y Minutos. También tenemos Facebook, y Twitter. Así no dudéis en apuntaros a alguna de ellas. A la vuelta seguimos.