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Breguet Marine Équation Marchante 5887: Siguiendo al Sol

La propuesta de Breguet para Baselworld 2017 ha sido breve, pero muy significativa. Sin duda el reloj más llamativo técnicamente ha sido el Marine Équation Marchante 5887, que une tres altas complicaciones para homenajear al quehacer marino del fundador de la casa.

Pero como este reloj está inspirado no sólo en el mar sino sobre todo en el Sol, yo creo que lo más civilizado es que, mientras repasamos todo lo que ofrece este Breguet Marine Équation Marchante 5887, escuchemos a los Beatles y su Sun King (que por cierto es lo que suena en mi móvil como sonido despertador).

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UN POCO DE HISTORIA

Como dice la nota de prensa de la marca, Abraham Louis Breguet no dejó de demostrar durante toda su carrera su excepcional pericia para medir el tiempo. Su entrega y sus revolucionarias contribuciones le hicieron merecedor de reconocimiento y honores. Gozó de buena reputación en toda Europa y encontró en Luis XVIII, rey de Francia, un ferviente admirador. En 1814 le nombró miembro del Comité de Longitud de París y, siendo el único representante de su profesión, tan útil para físicos y navegantes, Breguet se convirtió en el relojero de referencia, especialmente para el cálculo de la longitud en el mar.

Aparte de esta distinción, Luis XVIII concedió a Breguet el título oficial de Relojero de la Marina Real, el título más prestigioso al que un relojero podía aspirar dadas las implicaciones científicas que entraña el concepto de relojería de marina. Con dicho título también ejercía una función primordial para el país. En aquella época, los cronómetros de marina eran de importancia capital para las flotas, ya que les permitía calcular la posición de los navíos.

LA ECUACIÓN DEL TIEMPO

La ecuación del tiempo es seguramente la complicación más difícil de entender, probablemente porque, al contrario de las demás complicaciones, no responde a una necesidad de información del usuario. Nadie -o casi nadie- tiene en su vida diaria necesidad de saber cuál es la posición exacta del Sol en relación con la Tierra.

Originalmente la medida del tiempo seguía el movimiento aparente del Sol (con los relojes de sol), pero con el perfeccionamiento de la relojería se pasó a adoptar un sistema de 24 horas idéntico día tras día. Sin embargo el movimiento del Sol no exacto: si lo observamos todos los días a la misma hora y desde el mismo punto, notaremos que varía su posición y traza una línea muy parecida a un 8 (conocida como analema). Esta variación es siempre la misma y se ha fotografiado en numerosas ocasiones.

Analema solar sobre la Catedral de Burgos. Fotografía de Jesús Peláez

Esta variación del tiempo solar con respecto al civil (el que medimos con nuestros relojes) oscila entre menos de 16 minutos y más de 14 minutos. Solo durante cuatro días al año ambos tiempos son equivalentes. Como la variación es siempre la misma año tras año, los relojeros pueden programarla y reproducirla sobre un reloj, dando lugar a la complicación que llamamos «Ecuación del Tiempo». Normalmente la diferencia de minutos tiene un indicador distinto al horario (por ejemplo en este Panerai), por lo que el usuario tiene que hacer el la suma o resta de minutos. Pero no es el caso que nos ocupa hoy.

Breguet Marine Équation Marchante 5887

En efecto, el Marine Équation Marchante 5887 no presenta la información aparte, sino que lo hace de una manera mucho más intuitiva: una manecilla extra, terminada en un sol dorado facetado sigue -o supera- a la manecilla de minutos, indicando la diferencia entre el tiempo solar y el civil. Esto se ha conseguido dotando a su aguja solar activa de un engranaje diferencial que se acciona mediante dos fuentes de rotación completamente independientes. En la foto de aquí abajo la diferencia es de -5 minutos.

Pero el reloj es además un calendario perpetuo. Entre las 10 y las 11 una ventana nos indica el día de la semana, mientras que otra entre la 1 y las dos nos presenta el mes y el ciclo de tres años y año bisiesto. Además en la parte inferior de la esfera aparece un semicírculo para el día del mes, señalado por una manecilla terminada en ancla que al cambiar de mes salta de manera instantánea hasta el día 1.

Tanto la manecilla de la ecuación del tiempo como la del día se distinguen perfectamente de las horarias, que tienen la tradicional forma de manzana, en este caso maciza para añadir SuperLuminova. Los numerales romanos destacan perfectamente sobre el disco satinado, y además están coronados por triángulos luminiscentes. Los puntos de los minutos también tienen tratamiento lumínico. Sin embargo debo reconocer que cuando la hora y minutos se mueven en la parte superior de la esfera hay demasiados puntos de atención, muchos elementos acumulados que dan cierta sensación de agobio.

Desde luego no es algo que me haga rechazar el reloj si alguien me lo quiere regalar. Pero quizá el día del mes se habría beneficiado de una solución como la de la reserva de marcha, con una apertura que sigue la curva de la esfera y un indicador azul. Es muy discreto pero perfectamente legible.

Todo ocurre sobre una esfera de oro con un azul muy elegante, decorado además con un guilloché que imita las olas y que es francamente bonito. Entre las cuatro y las seis aparece el tourbillon de un minuto y, sobre todo, la leva que crea la ecuación del tiempo. El disco transparente tiene marcados los meses del año, de manera que se puede ver cómo evoluciona el analema a lo largo de los 365 días. Qué gusto nos da a los legos ver una representación física de un cálculo matemático.

Dar la vuelta al Marine Équation Marchante 5887 significa seguir con el festín relojero. El calibre 581DPE no es manual, aunque lo parece: tiene un rotor excéntrico que de paso nos permite disfrutar de todo el movimiento. Es un motor a la última: rueda de escape de silicio y áncora de lado invertida con asas en silicio, espiral de silicio, frecuencia 4 Hz y ajustado en 6 posiciones. Y 80 horas de reserva de marcha.

Sobre los puentes del calibre se ha grabado hasta el más mínimo detalle el Royal Louis, uno de los más poderosos navíos de primera línea de la armada francesa. Además sobre el barrilete se ha grabado una Rosa de los Vientos, como homenaje a la navegación astronómica. El conjunto, salpicado por 57 rubíes (aunque a la vista sólo 13), es impresionante.

Toda esta maestría relojera, tanto técnica como estética, se recoge en una caja de platino de 43,9 mm cuya decoración se ha actualizado con un acanalado más ancho -que le confiere un porte más sustancial- acompañado de una corona rematada con una «B» pulida sobre fondo arenado y decorada con olas biseladas y satinadas. La correa azul de aligátor parte de unas asas que combinan el pulido con el satinado, y se cierra con una hebilla desplegable de oro.

El Breguet Marine Équation Marchante 5887 se lanza también en una versión de oro rosa y esfera plateada, pero a mí me gusta mucho más esta de platino. El precio de la versión de platino es de 226.200 euros, mientras que el precio de la versión de oro es de 211.100 euros. Más información en Breguet.es.

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