MB&F nos ha escrito para anunciar que deja de fabricar uno de sus relojes más significativos, y lo hace con una edición especial creada en un material que hasta ahora no habían usado: el acero, que además lo convierte en el modelo más asequible. Es el nuevo MB& LM1 Final Edition.
Ya sabemos que MB&F -o, por mejor decir, su creador Maximiliam Büsser- no es una fuente de creaciones relojeras al uso. Como él mismo repite a menudo, los relojes que crea están siempre relacionados con su propia experiencia vital. Por eso tiene creaciones tan dispares y sobre todo tan distintas de lo que estamos acostumbrados a ver. Sólo hace falta echar una mirada a los artículos que he publicado sobre la marca para constatar este hecho (están todos aquí).
Pero relojes con diseños rompedores siempre se van a encotrar por ahí. Lo que diferencia a MB&F es que sus diseños siempre siguen el más riguroso criterio relojero, tanto en lo que se refiere a exactitud como en acabados, ambos siempre de altísimo nivel. Por eso siempre se ha rodeado de relojeros de prestigio para que diseñen sus relojes, y por eso su marca se llama Maximiliam Büsser y Amigos. El MB&F LM1 Final Edition es por ahora el orgullos representante de esta estirpe de grandes relojes inusuales.
En 2011 nació la Legacy Machine Nº1, que se convirtió en un icono instantáneo gracias al volante suspendido de -y sustentado por- un puente curvo y pulido. El volante dotaba de vida a dos esferas enfrentadas que regulaban la información con una corona cada una, a las 4 y a las 8. La reserva de marcha -de 45 horas- la indicaba una columna vertical que iba cayendo según se agotaba; uno de los diseños más originales y a la vez atrevidos que yo he visto.
Desde su primera aparición se han construido 435 piezas, convirtiéndose en el reloj más vendido de la casa. Lo hemos visto en oro rojo, oro blanco, platino o titanio, y con esferas de color azul, gris o verde. Y ha visto dos interpretaciones de artistas: Alain Silberstein y Xia Hang (esta última la vimos en vídeo aquí).
La MB& LM1 Final Edition repite caja de 44 mm por 16 mm de altura, pero esta vez se ha elegido el acero. La elección del modesto metal no debe sorprender porque no son pocas las veces que se ha usado en alta relojería como excepción a la norma, convirtiendo con el tiempo a esas pocas unidades en piezas muy buscadas. Mira, por ejemplo, lo que ocurrió con este Patek Philippe.
De los acabados estéticos se ha ocupado el insigne Kari Voutilainen, mientras que el motor se construyó bajo los auspicios del no menos insigne Jean-François Mojon. La esfera toma un color marrón precioso que conjuga perfectamente con las esferas blancas y las manecillas de acero azulado.
El MB& LM1 Final Edition (la colección entera, de hecho) es la combinación perfecta de modernidad y clasicismo, que ahora debe morir para hacer sitio en los talleres de la casa a las piezas ya existentes y las que vendrán. Lo mismo ocurrió en 2015 con el mítico HM3 que vimos aquí. Es una edición limitada a 18 unidades con un precio unitario de 79.000 francos suizos (unos 73.000 euros), a los que hay que añadir el IVA. Personalmente lo voy a echar de menos. Más información en MB&F.com.