Jaque mate. Si estabas pensando en qué cronógrafo deberías comprar que te sirviera también para cualquier otra situación, ve reconsiderando tus opciones. El nuevo A. Lange & Söhne 1815 Chronograph viene a competir en todas las categorías y apunta a ganador.
La colección 1815 rinde homenaje al año de fundación de A. Lange & Söhne. Por tanto, como nos recordaba Tino Bobe en nuestra charla con él (aquí), son los más clásicos de la manufactura. Recuerda a los relojes de bolsillo de la época, tanto en la forma de la caja como en los elementos de la esfera: la minutería de ferrocarril, los numerales arábigos, los tres puntos sobre los cuatro puntos cardinales.
El 1815 Chronograph apareció por primera vez en 2004. Era básicamente un Datograph (como éste) sin la fecha ni la reserva de marcha. Pero la existencia del Datograph (nació en 1999) no le quita ningún mérito al cronógrafo puro. Más aún, tiene una ventaja importante: al tener menos complicaciones la caja es más delgada, y no poco: pasa de 13 a 11 milímetros. Dos milímetros que son muy bienvenidos por los puños de la camisa.
En ambos se puede ver el mismo calibre, ya que el mecanismo de la fecha del Datograph va por debajo de la esfera. El L951.5 es una de esas maravillas a las que Lange nos tiene acostumbrados. Trescientas seis piezas que caben en 30,65 mm y que componen una sinfonía relojera fascinante, remarcada por los acabados excepcionales de Lange. Se mueve a 18.000 alternancias a la hora y tiene 60 horas de reserva de marcha (el modelo original sólo tenía 36). Sigue siendo un de los cronógrafos (flyback, además) más bonitos del mercado, si no el más.
Algo que sí tenía el original era un pulsómetro, un guiño a tiempos pasados en los que la complicación era realmente útil. Después se abandonó y en 2015 se recuperó para la preciosa versión exclusiva de boutique. La nueva versión del 1815 Chronograph vuelve a incorporar el pulsómetro y por tanto el aire decididamente retro.
Aunque ya había existido una versión con la esfera negra y subesferas blancas, no se conocía una versión completamente en negro y con oro blanco. El resultado combina perfectamente para crear un cronógrafo tan elegante que se puede pasear por la más seria de las situaciones sin ningún complejo. Sobre todo porque aunque el diámetro de la caja es de 39,5 mm su forma redonda y por supuesto el negro lo hacen parecer más pequeño.
El 1815 Chronograph no estará disponible hasta finales de año. Y eso las primeras unidades, porque estoy seguro que se van a empezar a acumular pedidos y los afortunados que lo puedan adquirir van a tener que esperar unos cuantos meses. Su precio es de 49.000 euros. Siempre digo lo mismo: los Lange no son caros, para todo lo que te dan. Más información en A.Lange&Söhne.com.