Los Bulgari Octo Roma se han presentado este año como una variación más fácilmente llevable del Octo, el gran reloj masculino de la casa. Vamos a a ver las variaciones y lo bien que quedan en la muñeca.
La línea Octo apareció en 2012 y, como contaba cuando se presentó el repetición de minutos (aquí), su forma se inspira en el encofrado de la Basílica de Majencio, en el Foro Romano. La mezcla de líneas rectas y curvas otorgan al Octo una presencia única, absolutamente reconocible y muy elegante. De esta manera Bulgari consiguió uno de los objetivos más preciados: conseguir destacar sin perder la elegancia de un reloj de vestir.
Por otro lado, Roma tiene un significado especial para la casa: no sólo es la ciudad de fundación (en 1884) es, si nos ceñimos a los relojes, el origen de una de las colecciones más exitosas de la casa: la Bvlgari Bvlgari. Pero es una colección muy de su tiempo y no a todo el mundo -si hablamos de clientes masculinos- le acaba de gustar.
Es verdad que también están los Diagono (como estos que vimos aquí), pero su aspecto más deportivo los aparta de los ambientes serios. Por otro lado Bulgari es Bulgari y si llevas algo de la casa se tiene que notar, aunque sea en los parámetros del vestir formal. Por eso el Octo es un producto tan brillante: combina excelencia mecánica con elegancia y con una afirmación de estilo.
Ahora bien: aunque los Octo tienen un diámetro de 41 mm, su apariencia se hace demasiado sólida en algunas muñecas. Por eso aparecen estos Bulgari Octo Roma, que han suavizado su perfil para hacerlo más ponible. Creo que lo mejor es ver juntas las dos versiones para apreciar las diferencias.
¿A que así se aprecia mejor? Básicamente lo que estamos viendo es una estructura mucho más ligera que la del Octo ya conocido. Aunque sigue habiendo numerosas líneas rectas (58 facetas, de hecho), el reloj parece ahora más redondo. El trabajo de adelgazamiento se ha centrado en las cuatro esquinas: han desaparecido esas, digamos, hombreras que le daban un aire más rocoso. Las asas también se han estilizado y han reducido su ancho. Sin embargo la caja sigue manteniendo los 41 mm de diámetro anteriores.
Aunque la casa no especifica la altura, el Bulgari Octo Roma es un reloj desde luego delgado que no tiene ningún problema en darle palique a los puños de las camisas. Hay un atractivo juego de superficies pulidas y satinadas -particularmente el bisel-, rematado por una elaborada corona con una inserción en cerámica negra. Aunque en la página web de la casa se dice que la estanqueidad es de 100 metros, en realidad es de sólo 50. No es el primer reloj en el que piensas cuando buscas un compañero de piscina, así que no es una falta grave.
El Bulgari Octo Roma se ofrece en acero, oro rosa o bicolor. Los colores de esfera disponibles son el negro, blanco y un precioso marrón que según le dé la luz desprende matices incluso burdeos. Éste es el único color -cuando menos por ahora- que está disponible para combinarlo con la caja de acero o con la de oro (que es la que mejor le queda, sin duda).
Es interesante la versión bicolor porque le da un toque de lujo a la versión de esfera blanca pero sin tener que pagar todo el precio de la caja de oro. Sólo el anillo bajo el bisel es de oro, lo justo para elevarlo de nivel sin las implicaciones de un reloj totalmente de oro. Las manecillas y los índices aplicados también lo son, al igual que la corona. Debo reconocer que al principio no reparé demasiado en él, seguramente porque tengo cierto desapego al bicolor. Pero una vez que te lo pones y te lo ves puesto el reloj te dice mucho más de lo que pensaba al principio.
En todas las versiones los índices tienen una estructura también facetada muy elegante. La parte superior está satinada, reforzando la sensación de lujo que todo el conjunto transmite. Las proporciones con respecto al Octo estándar han variado muy ligeramente. La configuración de la esfera es en realidad sobria, lo que es una buena idea: todo lo llamativo va en la caja, así que la misión de la esfera es ser el contrapunto elegante. Y por cierto con excelente lectura.
El Bulgari Octo Roma integra un calibre de manufactura. Es el BVL 191 Solotempo, un movimiento automático que se mueve a 4 hercios y aguanta 42 horas sin necesitar recarga. Está decorado con Côtes de Genève en el rotor y los puentes, bordes achaflanados y acaracolado en la platina.
A decir verdad el diámetro del movimiento, 25,60 mm, es demasiado pequeño para la caja en la que se aloja y por tanto se ve mucho metal. Pero en este caso no le queda mal, porque está a tono con la presencia sólida del reloj.
Con las nuevas medidas el reloj se lleva muy bien en la muñeca. Ya lo hacía antes, y ahora aún más. En verdad es uno de los relojes de hombre más atractivos del mercado, aunque sin duda habrá quien prefiera otras formas más conservadoras. Los precios varían según el modelo, pero no demasiado. Si escogemos la versión de acero con correa de aligátor, el precio es de 5.800 euros. Si preferimos la versión con brazalete de acero (que a mí me gusta mucho), el precio es de 6.380 euros. Es sorprendente una variación tan escasa de precio de la piel al brazalete. Normalmente el salto es mucho más notable.
La versión bicolor tiene un precio de 6.950 euros y, si nos decidimos por la versión de oro, el precio pasa a 18.300 euros. Basta mirar por ahí para darse cuenta de que el Bulgari Octo Roma no sólo es un reloj fantástico; es que también tiene unos precios muy competitivos. Más información en Bulgari.es.