Parece que empieza a haber fundamentos para un -muy cauto- optimismo en la industria relojera. En un breve informe de la Federación de la Industria Relojera Suiza se afirma que la exportación de relojes ha crecido mayo un 9% sobre el mismo período del año pasado.
Los primeros meses de 2017 ya habían sido positivos. No sólo porque se había dejado de caer sino porque las ventas parecían repuntar, especialmente en el mercado-salvavidas de la industria: China. Esa tendencia se ha consolidado en mayo , pero la exportación de relojes en mayo ha dejado otros datos que parecen indicar una mejora que tiene a ser sólida.
El monto total de la exportación de relojes fue de 1.700 millones de francos suizos, nada menos que un 9% más que en mayo de 2016. Las ventas a China crecieron un 34,4% (116 millones de francos), mientras que Hong Kong aumentó sus importaciones un 18,1% hasta alcanzar los 223,7 millones. Sin embargo las ventas a Japón -uno de los mercados del lujo más importante- cayeron un 3,2%, mientras que en Estados Unidos siguieron cayendo, aunque sólo un 1,1%.
En Europa destacan el Reino Unido, que por ahora sigue beneficiándose de la caída de la libra a la hora de atraer turistas (y compras). La exportación de relojes a Gran Bretaña aumentó un 12,9% (102,2 millones de francos suizos). En Italia el aumento fue aún mayor: un 26,7% nada menos, con un monto total de 134,5 millones.
Los relojes de metales preciosos son los responsables del crecimiento, lo mismo que los de acero. Sin embargo las ventas de «otros materiales» tiraron de la estadística hacia abajo, porque perdieron algo menos de 100.000 unidades. La tendencia de los relojes de menos de 200 francos (a precios de exportación) siguió siendo negativa, algo que se ha repetido en los últimos meses. Esta caída ha tenido un impacto decisivo sobre las cifras totales, mientras que los demás segmentos de precio crecieron significativamente, particularmente el segmento de precios por encima de los 3.000 francos. Habría que saber las ventas de los smart watch para saber si, como se teme, este nuevo tipo de reloj le está comiendo terreno a los relojes de cuarzo tradicionales.
En cualquier caso, hay que ser cautos. No debemos perder de vista que estas cifras corresponden a la exportación de relojes, no a las ventas finales. Es decir, sabemos los relojes que han salido de Suiza, pero no los que se han vendido a clientes finales. Es de esperar que ambas cifras vayan de la mano, signo de que el mercado se ha hecho más sano y no se está cayendo en los problemas de hace no mucho, en el que las marcas inundaban el canal con relojes que después no se vendían y terminaban en el mercado gris, o de vuelta a los fabricantes para ser destruidos. Por último, a pesar de la subida las ventas en los primeros 5 meses están un 1% por debajo de las del mismo período del año pasado. Así que seamos esperanzados, pero precavidos. Por lo menos por ahora. Más información en la FHS.swiss.