Algo distinto para el domingo: Diptyque Hourglass es, como el titular dice, un reloj de arena. Pero en este caso los granos de arena son gotas de perfume, así que ya podemos saber a qué huele el tiempo.
El Diptyque Hourglass tiene un antecesor. Diptyque ya tenía el 34 boulevard saint germain Diffuser desde 2013 (si no me equivoco), pero su menor tamaño significaba (o significa, porque sigue a la venta) menos difusión del aroma. Esta nueva versión corrige este problema. Por cierto que es difícil traducir el nombre del producto al español. Lo que nosotros llamamos un reloj arena, que es una definición perfecta, en inglés es «Hourglass» que simplemente hace referencia al material externo del reloj (el vidrio), no al sistema de conteo del tiempo. Por tanto lo que en inglés es simplemente un «cristal horario», cuando lo aplicamos a este producto y queremos traducirlo hay que dar un montón de explicaciones. Así que en inglés se queda.
El Diptyque Hourglass tiene un tamaño sustancial, que no pasa desapercibido. Por eso la apariencia está particularmente cuidada, para que pueda ser parte de la decoración allí donde esté. Al contrario que muchos otros difusores, pensados para tener una presencia lo más discreta posible, éste tiene vocación de ser visto. Hay seis versiones que se distinguen por el cabezal, que varía de color según el perfume que lleva dentro: rosas, jengibre, azahar, higo y frutas del bosque. Además también está el 34 Boulevard Saint Germain, que es el aroma que perfuma la tienda principal de la marca y que también se vende.
Servaire & Co. la agencia de comunicación que colabora con Diptyque, también se ha involucrado en el diseño del Diptyque Hourglass. No sólo para que luzca sino para que sea sencillo de utilizar. En realidad hay una parte que es fija, la superior, que incluye los vidrios de distinta forma y color y el cuerpo central. Simplemente hay que enroscarlo al contenedor de perfume.
Una vez está correctamente enroscado simplemente hay que hacer el mismo gesto que con un reloj de arena: girarlo sobre sí mismo para que la gravedad ejerza su magia. El perfume comienza a gotear, a resbalarse por el interior del cilindro central, siguiendo el principio de capilaridad.
El calado del cilindro central se inspira en las volutas de un incensario y en el óvalo icónico de la Casa. Es esa decoración la que permite la difusión del perfume, que sirve para habitaciones no superiores a los 20 metros cuadrados. La duración del proceso es de 1 hora. Una vez transcurrido ese tiempo se ha de esperar quince minutos para que el perfume termine de escurrir completamente, y después se le puede dar la vuelta para comenzar de nuevo.
Por supuesto las cargas de perfume se pueden comprar individualmente, de manera que cuando se agote el líquido (dura aproximadamente tres meses) se pueda renovar y seguir disfrutando. El precio del Diptyque Hourglass es de 150 euros, y las recargas cuestan 42
euros. Ya están disponibles en la boutique de la casa en Madrid, en su web y en los distribuidores. Más información en Diptyque.com.