Jaeger-LeCoultre sigue homenajeando a su modelo más icónico, el Reverso, de la manera que mejor sabe: lanzando nuevas versiones. Como estos Jaeger-LeCoultre Reverso Tribute, presentados este año.
El año pasado el Reverso de Jaeger-LeCoultre cumplió 85 años, y la manufactura le rindió un sonoro homenaje a lo largo del año. Entre los tres tamaños disponibles lanzó no menos de 10 Reversos (que vimos en este artículo). Pero sobre todo lanzó el Reverso Gyrotourbillon, en mi opinión uno de los mejores relojes que se han visto en esta década por su compendio de máxima complicación relojera en un formato perfectamente ponible.
En el reportaje que publiqué (éste) sobre el Gyrotourbillon incluí un vídeo en vivo del reloj -tomado del canal de YouTube de Horas y Minutos– y aún hoy es de los más vistos, y el segundo más añadido a las listas de reproducción creadas por los usuarios. Y es que la vida del Reverso no parece tener fin. Por su parte, los Jaeger-LeCoultre Reverso Tribute se están convirtiendo en una rama propia del mismo tronco, diferenciada no sólo por el nombre sino por la combinación -al menos en la cara «principal»- de agujas Dauphine e índices de punta de lanza sobre esferas escarchadas. Y por ser todos Duoface. Vamos a ver los presentados este año en el SIHH 2017.
JAEGER-LeCOULTRE REVERSO TRIBUTE DUOFACE
Este reloj es un planteamiento moderno de la estética del Reverso (como son todos los Tribute) que a lo mejor no es lo que buscan los seguidores más tradicionalistas del modelo. Y sin embargo a cualquiera que se acerque a él sin prejuicios le va a parecer que bebe de la estética más clásica.
En primer lugar porque la caja es una remembranza de la época en la que fue creada, como lo es la minutería de ferrocarril que recorre el borde de la esfera. Clásico es también el uso de las manecillas delfín y los índices. Y sin embargo el conjunto tiene un aire más moderno, un punto más sonoro que el de la configuración habitual del Reverso (como esta, por ejemplo). Sólo la subesfera del pequeño segundero se atreve a romper con las líneas rectas del dial.
En la «cara B» -si se me permite el símil anticuado- nos encontramos con los mismos elementos, pero todos curvos y enmarcados por un guilloché clous de Paris, y todo en color pizarra. Muy bonito y muy refinado en mi opinión. Yo no sabría cuál de las dos esferas usar cuando no estuviera viajando. Y es que el Jaeger-LeCoultre Reverso Tribute Duoface puede mostrar un segundo huso horario (el de la esfera pizarra) con indicador de día y noche. La hora local, por su parte, se cambia mediante un gatillo escondido en la parte superior: cada vez que se desliza avanza una hora. De esta manera no se rompe con pulsadores la fluidez de la caja, aunque es más incómodo que un pulsador normal.
De estas operaciones se encarga el calibre manual 854A. El movimiento 854 se presentó hace 23 años con el Reverso Duo original. Él a su vez estaba basado en el 822, que era de 1992. Así que a cambio de no tener la última tecnología nos aseguramos un calibre requeteprobado. Se mueve a 21.600 alternancias a la hora y tiene 42 horas de reserva de marcha.
El conjunto se presenta en una caja de 42,9 mm de largo por 25,5 mm de ancho y 9,2 de altura. En la muñeca (o en la mía al menos) queda un ligeramente pequeño, pero no es un problema: al ser un reloj de oro rosa un tamaño más pequeño hace que no se vea tanto. Y ser discreto es una de las máximas de un reloj de vestir.
La verdad es que es un reloj francamente atractivo que seguro va a gustar a los amantes de los relojes de inspiración clásica. Además como los la base que acoge la caja tiene una pequeña curva, todos los Jaeger-LeCoultre Reverso Tribute se adaptan perfectamente a la muñeca. Es también perfecto para muñecas femeninas, y recordemos que el 45% de las ventas de la manufactura son relojes para mujer. Este Tribute Duoface tiene un precio de 20.000 euros.
JAEGER-LeCOULTRE REVERSO TRIBUTE MOON
Sin duda, de los dos modelos éste es el que más me gusta. Y además es que me gusta tanto que si tuviera que comprar un Reverso éste seguramente sería mi elección. Salvo que saliera el Tribute Calendar del año pasado en acero, que no me extrañaría verlo en el próximo SIHH.
Este modelo -en acero- es el de caja más grande, con 49, 4 mm de largo y 29,9 de ancho. A cambio sólo tiene 10,9 mm de altura, lo que unido a la curvatura de la caja y las asas más cortas va a facilitar las cosas cuando muñecas pequeñas quieran disfrutar de esta gollería relojera. Lo que hace todo distinto en el reloj es el color azul, tanto de las manecillas facetadas como de los índices y la minutería. Crean un contraste perfecto con el escarchado plateado, haciéndolo menos invernal y más cercano.
Por supuesto el punto de fuga de la esfera es la subesfera de fecha. Está realizada en un plano inferior al de la esfera y -sobre todo- es lisa, por lo que la lectura es mucho mejor. El dibujo de la luna y el firmamento que la acompaña es particularmente llamativo y elegante, y está martillado a mano. Los días se señalan con una aguja acabada en media luna. La Luna debe ser corregida mediante un pulsador en el lateral.
La otra cara de este Jaeger-LeCoultre Reverso Tribute Moon es como la del modelo que ya hemos visto, pero en un precioso y elegante azul marino. Y, al ser de mayor tamaño, la subesfera de día y noche está más elaborada y más animada también.
El movimiento es el 853A, una variante del 854 del que ya hemos hablado en el página anterior. Así que también en este caso encontramos un gatillo en la parte superior para avanzar la manecilla de las horas en incrementos o decrementos de una hora cada vez.
En mi opinión este Jaeger-LeCoultre Reverso Tribute Moon es un reloj perfecto. Es la elección adecuada si alguien quiere un Reverso que tenga una complicaciones, porque además al ser de acero es más asequible: su precio es de 13.200 euros. Por ese dinero tienes un reloj muy útil (especialmente si viajas mucho) que te puede servir de reloj de diario incluidos los fines de semana. Y por supuesto es un icono que trasciende el tiempo y no pasa de moda. Más información en JaegerLeCoultre.es.