Tissot entra en el competido mercado de los relojes mecánicos de bajo precio con los Tissot Everytime Swissmatic, que ofrecen relojes automáticos por debajo de los 400 euros. Vamos a ver cuáles son sus argumentos.
En mi opinión, uno de los grandes problemas que han hecho mella en la industria relojera suiza es su abandono de los jóvenes a la hora de ofertar relojes mecánicos. A menudo no había más opción que comprarte un reloj de cuarzo o comprar un reloj por encima de los mil euros. Aquí hablamos casi siempre de relojes de varios miles de euros con total normalidad, pero la verdad verdadera es que a la mayoría de nosotros pensar en gastar más de 200 euros en un accesorio nos hace que como mínimo nos lo pensemos bien.
Afortunadamente el reloj tiene un halo de prestigio como para justificar gastarse más dinero en su compra, porque se considera una especie de entrada a un estadio superior de presencia personal; es un elemento que dice mucho de quien lo lleva. O al menos así es para los que tienen de 30 años para arriba. Los jóvenes de ahora prácticamente han perdido esa noción, o si la tienen es hacia gente más mayor; no la reconocen como una necesidad para ellos.
Así que para el común de los mortales -jóvenes, me refiero- el tener que sacar más de 1.000 euros para comprarse un reloj mecánico entra dentro de la zona complicada, porque la pieza debe tener argumentos suficientes que justifiquen el desembolso. Sin embargo siempre ha habido una buena respuesta cuando los precios son asequibles. En esto Seiko y Orient lo han sabido hacer muy bien porque ofrecen relojes fantásticos, con calibres de manufactura y acabados excelentes y a menudo por menos de 300 euros.
O, si nos centramos en la industria Suiza, Certina ha gozado durante años del favor del público con sus relojes DS y DS 1, considerados por los aficionados como relojes perfectos por su estupenda relación calidad-precio: el DS 1 Powermatic 80 no llegaba a los 700 euros. Pero desde hace casi una década las casas relojeras parece que sólo se preocupan por los profesionales con capacidad para comprar como mínimo un GMT. El problema es que si no estás educado desde joven en la cultura del reloj, de mayor es probable que no lo necesites. Eso es lo que ha llevado a despoblar de relojes las muñecas: los jóvenes no lo consideran un instrumento necesario. Prefieren presumir de móvil que de reloj.
Swatch, como siempre tan innovador, se dio cuenta de esto y en 2013 lanzó el Sistem51, llamado así porque el calibre mecánico automático tenía sólo 51 piezas. El reloj seguía todos los parámetros de Swatch: hechos en plástico, multicolor, asequibles (140 euros). En 2016 lanzó los Swatch Sistem51 Irony, que incluía caja de acero y costaban un poco más: a partir de 175 euros.
Ahora Tissot ha llevado la idea más allá con los Tissot Everytime Swissmatic. Afortunadamente Tissot ha elevado la calidad de la propuesta del Sistem51 en términos de refinamiento del producto. Pero sobre todo ha cambiado la caja: el Sistem51 utiliza la misma que lleva usando desde los años 90 y que, cuando el material es el acero, resulta incómoda porque el peso acentúa su forma (que no es de la más ergonómicas).
La de los Tissot Everytime Swissmatic es de acero 316L, el llamado quirúrgico por ser hipoalergénico. Tiene 40 mm de diámetro, así que salvo en muñecas muy delgadas va a encontrar buen acomodo. La altura de la caja es de 11,6 mm y presenta unas asas bien diseñadas. Todo el conjunto está pulido a espejo y biselado, de manera que no hay ángulos abruptos.
Pero la caja resulta invisible cuando tenemos el reloj puesto y lo miramos, porque prácticamente no tiene bisel. Así que lo que vemos es todo cristal -de zafiro, por cierto- y esfera, lo que le hace parecer más grande de lo que es. Sobre todo el modelo de esfera blanca, claro. El conjunto tiene un aire muy BauHaus, con un diseño minimalista y sobrio.
Hay dos cosas que me gustan de la esfera y en las que se nota que Tissot siempre busca dar calidad: los índices son aplicados, lo que se agradece porque da más empaque a la esfera. Las manecillas son de tipo índice, que se distinguen por ser finas en la base y ensancharse después. Es un toque muy de los años 60 y le da cierta energía que lo hace menos serio.
El calibre Swissmatic, que es como lo ha llamado Tissot, tiene unas respetables 75 horas de reserva de marcha y, con el rotor satinado, una presencia más que aceptable. Pero ¿cómo es de preciso? Yo no he hecho mediciones, pero el otro día estuve hablando con el dueño de una manufactura de altísima-altísima relojería y me contaba que él tenía uno. Me contó que no lo llevó puesto (sólo faltaría, que le vieran llevar uno), pero que hizo pruebas de en distintas posiciones del reloj y que su comportamiento era «sorprendentemente bueno». Le pregunté si me estaba gastando una broma y me confirmó que no, que era de verdad muy bueno. Pues ahí lo dejo.
Los Tissot Everytime Swissmatic se ofrecen con una correa de tela, con correa de piel (la que vemos aquí) y con un brazalete de acero estilo antiguo, con la construcción «granos de arroz». Si me preguntas, la verdad es que el brazalete es decepcionante: es extraordinariamente delgado, da aspecto de fragilidad y el brillo no le favorece nada. Y me sorprende, la verdad, cuando puedes por ejemplo comprarte un reloj de Mr. Jones como los que mostré aquí que valen menos pero que tienen una milanesa mucho mejor que este brazalete. Y eso por no mencionar la del Apple Watch, que debería ser la referencia para la industria suiza.
Aún así los relojes tienen una garantía internacional de dos años, un detalle importante para generar confianza en el consumidor. Los precios de los Tissot Everytime Swissmatic son desde luego tentadores: tanto con la correa NATO como con la de piel el precio es de 445 euros, mientras que con el brazalete el precio es de 495 euros.
Los Tissot Everytime Swissmatic son un paso en la dirección adecuada, y la capacidad de Tissot para hacer una oferta amplia de diseños los pone en una excelente posición para la carrera de fondo que ahora comienza. Y no perdamos de vista que los diseños suizos resultan mucho más atractivos en nuestro mercado que los orientales, a los que siempre les falta algo de pasión en mi opinión. Los relojes ya están disponibles en el tienda online de la marca y en los comercios del ramo. Más información en Tissot.es.