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Urban Jürgensen «The Alfred», o como disfrutar de la alta relojería a precio razonable

Urban Jürgensen lanza «The Alfred», una edición en acero que mantiene todos los elementos que distinguen su muy alta relojería pero con un precio que lo hace francamente atractivo.

Los relojes de Urban Jürgensen son una excelente opción cuando se quiere un reloj de manufactura con una historia que lo respalde y, sobre todo, con unos acabados exquisitos. Ya vimos aquí en vivo el modelo Jules Collection Reference 2340 WG, un ejemplo de todo lo que la casa sabe ofrecer sin entrar en las grandes complicaciones (que también las tiene ¡y menudas!). Son relojes que reflejan un diseño clásico y elegante, pero que no pasan desapercibidos en la muñeca. Ni a ojos del dueño ni de los que le rodean.

El Urban Jürgensen «The Alfred» debe su nombre a Jacques Alfred Jürgensen, el último relojero de la familia Jürgensen. Al igual que los demás miembros de la familia el reloj tiene un porte contemporáneo gracias a una caja de 42 mm de diámetro. Está realizada en tres piezas pulidas a espejo, un recuerdo de la construcción clásica de los relojes y que le dota de unas formas proporcionadas y elegantísimas, con esa belleza serena cuando lo miras que solo el equilibrio de líneas sabe crear.

Llama especialmente la atención las asas, con forma de lágrima. Cada una se forja de manera individual y se acabada a mano. Después se suelda a la caja de tal manera que las líneas de soldadura quedan escondidas. El bisel enmarca un cristal de zafiro con forma de domo mientras que la corona, que se adentra en la carrura, lleva grabado el logo de la casa. El resultado es fantástico, realmente distinguida.

Pero las características más significativas de los relojes de la casa -y por tanto también de este Urban Jürgensen «The Alfred»- están en la esfera. Para empezar está el maravilloso graneado (Grenage): se toma una pieza maciza de plata y sobre ella se graban los huecos para los numerales y marcadores varios. Después se rellenan a mano con laca y se hornea. A continuación se pulen a mano. Una vez pulido se depositan las distintas placas de un polvo compuesto por una mezcla secreta de plata, sales y otros ingredientes. Mediante una reacción electroquímica la superficie toma la textura final, una escarchado finísimo que sin embargo no se impone sobre el resto de los elementos de la esfera. El resultado es sencillamente espectacular.

Por último se añaden las manecillas, completamente hechas a mano. Cada conjunto de manecillas necesita de 50 pasos distintos distribuidos a lo largo de una jornada entera de trabajo.  Se pulen las superficies, se azulan mediante calor y se añade el círculo de la manecilla de las horas, también pulido a espejo. Impresionantes.

Las manecillas se mueven gracias al calibre manual de manufactura P4. Integra un barrilete doble para alcanzar las 72 horas de reserva de marcha, con una frecuencia de 21.600 alternancias a la hora. Está decorado con perlado y Côtes de Genève, cuyo punto origen está en el volante. El puente del volante está esqueletado y todos los puentes están biselados a mano. Los rubíes en chatón pulido a mano y los tornillos azulados culminan un calibre exquisito.

El Urban Jürgensen «The Alfred» tiene un precio de 14.200 euros +IVA, que es más que razonable para todo lo mucho que ofrece el reloj. Además los compradores podrán recoger su reloj directamente en su atelier  de Bienne, Suiza, de las manos del Director General de la compañía, Søren Jenry Petersen. Él mismo se encargará de enseñar a los ya dueños los maestros relojeros y los procesos que llevan a cabo para crear un reloj así. Es desde luego una gran oportunidad. Más información en UrbanJurgensen.com.

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