Seiko sigue con su idea de ofrecer alta relojería en todos ls segmentos de precio. Ahora nos presenta los Seiko Presage Esmalte, una técnica centenaria que sólo se encuentra en relojes de alta gama. Salvo que nos lo ofrezca la gran casa nipona.
El esmalte en las esferas es muy apreciado por dos motivos: uno, la delicadeza y el cuidado que requiere su aplicación, y dos la belleza del resultado, con una tonalidad especial que perdura para siempre porque nunca degenera. Por eso está reservada a los relojes de alta gama. O eso creíamos, porque Seiko tiene otra idea muy distinta de cómo deben ser las cosas.
MITSURU YOKOZAWA
Mitsuru Yokozawa comenzó a trabajar con el esmalte en 1971, cuando fue empleado por Fuji Porcelain Enamel Co. Gracias a los datos recabados sobre las técnicas que ha ido aplicando en los 46 años de profesión ha conseguido mejorar la implementación de las técnicas artesanales. Además ha desarrollado una agudeza visual tal que le permite distinguir variaciones de grosor de solo 0,2mm, una sabiduría que ahora transmite a los aprendices. Mitsuru es es único artesano de Japón capaz de aplicar esmalte sobre las esferas de Seiko.
EL PROCESO DE ESMALTADO
El primer paso es común a todas las esferas. Partiendo de barras de latón se cortan, estampan, conforman y sueldan para crear la base del dial. El acero que se usa en los relojes de Seiko se produce en una fábrica separada y de ahí se envía a Mitsuro.
Una vez obtenida la base, se sumerge en aceite para prevenir la oxidación. Después se quita el aceite sobrante y la esfera se lava en ácido, se niquela y se le somete a un tratamiento neutralizante. Aunque parezca un procedimiento industrial (y de hecho lo es), de estos tratamientos depende la durabilidad futura, por lo que deben ser bien realizados.
El esmalte es una mezcla de diversos elementos, así que es fundamental que las cantidades sean las correctas y siempre las mismas, porque las diferencias, incluso las mínimas, producen unos resultados muy distintos. De ahí la necesidad de una supervisión absolutamente científica para conseguir la calidad requerida para cada producto.
Una vez conseguido el esmalte, se aplica sobre la superficie a tratar. Como el esmalte es muy sensible a los cambios de temperatura y de humedad, Mitsuru Yokozawa cambia la composición de acuerdo con las condiciones atmosféricas. ¿¿Se puede ser más exigente?? ¡Sólo en Seiko!
Es fundamental tener especial cuidado al aplicar el revestimiento, porque cualquier variación (presión, cantidad), puede cambiar el resultado.
También se regula la temperatura del horno dependiendo del tiempo atmosférico. Es dentro del horno que los compuestos cristalinos del esmalte se funden, creando así esa textura suave tan característica del esmalte.
Tras el proceso de horneado se examinan detenidamente las superficies tratadas para asegurarse de la uniformidad de la superficie y encontrar posibles defectos. Un esmalte que no ha salido perfectamente significa un rechazo de toda la pieza, ya que no se puede enmendar. Si pasa el control entonces se puede llevar a ensamblado. El proceso es tan largo que se producen sólo entre 200 y 250 esferas esmaltadas al mes.
Los nuevos modelos están inspirados en el diseño de dos de las creaciones más clásicas de Seiko. Por un lado el modelo Laurel de 1913, el primer reloj de pulsera de Seiko y de Japón, que tenía una esfera esmaltada. Los marcadores de hora en números romanos son los que aparecían en el reloj de bolsillo de Seiko de 1895. Sin embargo los modelos actuales llevan un cristales de zafiro de doble curvatura, de modo que los bordes de la esfera se pueden ver sin distorsión desde cualquier ángulo. Los marcadores horarios están pintados con diez capas para crear relieve sobre la esfera. Las extremidades de las agujas son curvadas por los artesanos para seguir el contorno del cristal de zafiro curvado y que la caja sea más delgada. El fondo de caja transparente es de cristal de zafiro para una mayor durabilidad.
SEIKO PRESAGE ESMALTE AUTOMÁTICO SPB047EST
El modelo automático tiene un diámetro de 40,5 mm y 12,4 mm de altura, con hermeticidad garantizada hasta los 100 metros. El calibre es de manufactura: el 6R15, automático y con reserva de marcha de 50 horas que se mueve a 3 hercios. Al contrario de lo que suele ser habitual, el reloj viene con correa de cocodrilo con cierre plegable. Su precio es de 1.150 euros.
SEIKO PRESAGE ESMALTE MULTIFUNCIÓN SPB045EST
El reloj es del mismo diámetro que el anterior, pero 0,4 mm más alto. En este caso se ha añadido la función de fecha a las 6 horas y de reserva de marcha a las 9. El calibre es el 6R27, lo que significa que se mueve a 28.000 alternancias a la hora (4 hercios, en vez de los 3 de su hermano). Ese es el motivo por el que pierde 5 horas de reserva de marcha. Sin embargo mantiene la misma excelente relación calidad-precio: 1.350 euros.
SEIKO PRESAGE ESMALTE CRONÓGRAFO AUTOMÁTICO SRQ023EST
Sin duda el más atractivo de los tres, con esa mezcla de deportividad que da el crono con el aspecto clásico de los numerales romanos y las manecillas de hoja. El diámetro y la altura crecen algo, hasta los 42 x 14,9 mm. El calibre es todo lo que se puede esperar de un gran movimiento cronógrafo moderno: rueda de pilares, embrague vertical, 4 hercios y reserva de marcha de 45 horas. Y todo ello por 2.600 euros. No se puede pedir más.
Los relojes ya están disponibles en la boutique de Madrid y son una oportunidad que no hay que dejar pasar. Más información en Seiko.es.