Cuántos retos se marcó H. Moser & Cie con este Pioneer Centre Seconds -y con sus hermanos de colección, que vimos en este artículo-. Hacer un reloj de tres agujas y deportivo es casi una contradicción porque los tres agujas se identifican con los relojes de vestir. Además la idea era no utilizar ningún aditamento de los relojes de deportes (principalmente un bisel con algún tipo de numeración). Por último el reloj tenía que ser claramente un Moser, pero que no se confundiera con ninguna otra colección. Pues bien, yo creo que la marca ha cumplido su propósito con creces.
El Moser Pioneer Centre Seconds presenta una caja de acero, una opción rara en un fabricante de relojes de lujo que siempre trabaja como mínimo con oro, pero a la vez es una idea sensata porque, recordemos, estamos ante un reloj que quiere para sí atributos de reloj deportivo. Tiene 42,8 mm de diámetro y 15 de altura. Sorprende una altura tan pronunciada teniendo en cuenta que el calibre automático levanta tan solo 4,7 mm. No es precisamente un dechado de delgadez, pero tampoco tiene mucho sentido una caja tan alta. Pero es una decisión consciente porque al dar más altura se equilibra mejor la caja y de paso permite una decoración mucho más potente de la carrura: donde antes había hueco ahora hay un estriado que se da en ambos lados.
La decoración ayuda a remarcar una asas sólidas, aunque no con cortes dramáticos. De hecho tienen unos biselados que suavizan su aspecto. En cualquier caso el reloj se lleva estupendamente en la muñeca y siempre está bien asentado. Un dato más de su equipamiento deportivo: es hermético hasta los 120 metros, que no está nada mal de por sí y que es, de hecho, más que suficiente para sus futuros dueños. Para garantizar la hermeticidad la corona, que es de titanio, va roscada.
Si atravesamos el curvado cristal de zafiro (una pesadilla para fotografiarlo, y de ahí los múltiples reflejos de las fotos) nos encontramos con una esfera igualmente agresiva, pero guardando las formas: esto es Moser, así que la esfera del Pioneer Centre Seconds tiene que ser fumé. Y ¡vaya si lo es! Un azul marino precioso que irradia cientos de tonalidades distintas según le dé el sol. La esfera es una reinterpretación de los criterios estéticos de Moser: utiliza índices de bastón, pero son mucho más largos y gruesos de los habituales en la marca. A decir verdad es la única pega que le pongo al reloj: los índices me parecen demasiado poco refinados en su idea de hacerlos más potentes. Habría esperado más delicadeza en su acabado.
Siguiendo con las reinterpretaciones, las manecillas son de hoja, pero mucho más grandes, esqueletadas y con Super-LumiNova. El pigmento también se ha aplicado sobre unos puntos por encima de los índices, pero en vez de ponerlos en el dial se han situado sobre el flanco. Una buena decisión a la hora de dar aún más dinamismo a la esfera. Es notable la ausencia de la fecha, algo casi imprescindible hoy en día para los relojes deportivos. Sin duda el fumé -y el dueño del reloj- agradecerán que no se rompa la estética.
Por dentro se mueve el calibre HMC 230, un calibre base sobre el que en el futuro se desarrollarán complicaciones. Se mueve a 3 hercios y tiene una reserva de marcha de 3 días. Por detrás del rotor -de tungsteno en vez de oro- nos encontramos con detalles que identifican claramente a este Pioneer Centre Seconds como un Moser: el puente del volante, con esa forma tan curiosa de bigote dieciochesco, y las Côtes de Genève anchas y delgadas de manera alternativa.
El conjunto se completa con una excelente correa de caucho que combina un tacto exquisito con toda la firmeza que se puede exigir a un reloj de estas características. Al parecer se está desarrollando también una versión con brazalete de acero. Moser ha conseguido, en definitiva, crear un reloj de aspecto deportivo pero que puede dar el mismo carrete a la muñeca en la oficina, porque el azul marino tiene una elegancia irresistible. El Pioneer Centre Seconds ya está disponible y su precio ronda los 11.350 euros. Un precio excelente para competir con marcas de prestigio en la alta relojería. Más información en Moser.es.